REFLEXIONES
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ITAKA - ESCOLAPIOS www.marianistas.org REFLEXIÓN<br />
la liturgia, un memorial y una anticipación;<br />
la actividad humana es divinizada.<br />
Ignacio IV Azim, patriarca de la Iglesia grecoortodoxa<br />
210. SOPLO, VIENTO, ESPÍRITU<br />
Soplo, viento, Espíritu:<br />
que eres impetuoso y libre<br />
y nadie puede dominarte<br />
ni domesticarte a su antojo.<br />
Que silbas mansamente susurrando<br />
al oído libertad y audacia<br />
y ensordeces con tu rugido imponente<br />
las palabras huecas y sin sentido.<br />
Que soplas sobre las brasas<br />
del Amor primero<br />
para que se mantengan vivas<br />
y barres las cenizas de nuestro fogón viejo.<br />
Que te cuelas terco por las rendijas<br />
de nuestro ser para ventilarlo todo<br />
y no dejas que el polvo de la rutina<br />
nos cubra con su manto.<br />
Soplo, viento, Espíritu:<br />
Que arrancas de cuajo los árboles sin raíces<br />
y robusteces, en cambio,<br />
las encinas que se alzan profundas.<br />
Que sacudes, potente,<br />
Las hojas viejas para que caigan<br />
y acaricias con tu brisa tierna<br />
los capullos para que se abran<br />
y contagien vida.<br />
Que secas las aguas<br />
que ahogan inmisericordes<br />
tanto grito profético<br />
y limpias las contaminación<br />
de nuestros nuevos sueños.<br />
Que saltas barreras insalvables<br />
y arrastras impetuoso<br />
lo caduco y viejo.<br />
Soplo, viento, Espíritu:<br />
que soplas huracanado<br />
nuestros fuertes miedos<br />
e inyectas confianza en nuestra vida frágil.<br />
Que embistes con furia<br />
contra nuestros castillos fortificados<br />
y nos empujas a caminar<br />
con la tienda a cuestas.<br />
Que creas vida con tu soplo fresco<br />
y nos alientas hacia lo imprevisto,<br />
timoneando Tú nuestra barca.<br />
Danos el don del discernimiento<br />
para que encontremos lo que a Ti te agrada.<br />
Danos el don de la libertad<br />
para serte dóciles y disponibles.<br />
Danos el don de tu fuerza para no fallarte nunca<br />
cuando Tú nos llames a aventuras inéditas.<br />
211. YOGA<br />
La palabra “yoga” significa “yugo”, o sea, el<br />
objeto duro que mantiene unidos los dos bueyes<br />
de un carro. El carro es tu cuerpo; los bueyes,<br />
tus emociones; el cochero, tu pensamiento; y las<br />
riendas, tu inteligencia. El yoga trata de sujetar<br />
con firmeza los bueyes bajo el yugo, guiándoles<br />
con el pensamiento. Así, el yoga puede alcanzar<br />
su sentido último, que es la unión con los divino.<br />
Catherine Clément. El viaje de Teo<br />
212. SED FELICES<br />
Avanzad tranquilamente, en medio del ruido y la<br />
agitación, y recordar la paz que puede existir en<br />
el silencio. Sin alienación, vivid mientras podáis<br />
en buenos términos con todo el mundo. Decid<br />
suave y claramente vuestra verdad, y escuchad<br />
a los demás, incluso al simple y al ignorante,<br />
que también tienen su historia. Evitad a los<br />
individuos ruidosos y agresivos, que son una<br />
vejación para la mente. No os comparéis con<br />
nadie: podríais volveros vanidosos. Siempre<br />
habrá mayores y menores que vosotros...<br />
Disfrutad de vuestros proyectos tanto como de<br />
vuestros logros; interesaos siempre por vuestra<br />
carrera, por modesta que sea: es una auténtica<br />
posesión en las prosperidades cambiantes del<br />
tiempo. Sed prudentes en vuestros asuntos, que<br />
el mundo está lleno de engaño.<br />
Pero no seáis ciegos respecto a la virtud que<br />
existe: hay individuos que buscan grandes ideales<br />
y, por todas partes, la vida está llena de<br />
heroísmo. Sed vosotros mismos. ¡Sobre todo,<br />
no simuléis la amistad! Tampoco seáis cínicos<br />
en el amor, ya que es tan eterno como la hierba<br />
frente a cualquier esterilidad o desengaño...<br />
Aceptad con benevolencia el consejo de la edad<br />
y renunciad con donaire a vuestra juventud. Id<br />
fortaleciendo la prudencia de la mente para<br />
protegeros de súbita desgracia. Pero ¡no os<br />
entristezcáis con quimeras! Muchos miedos<br />
nacen del cansancio y de la soledad... Más allá<br />
de una disciplina sana, sed bondadosos con<br />
vosotros mismos. Sois hijos del universo, igual<br />
que los árboles y las estrellas: tenéis derecho a<br />
estar aquí...<br />
Y, tanto si os parece claro como no, sin duda el<br />
universo se desarrolla como debe. Quedad en<br />
paz con Dios, cualquiera que sea el concepto ue<br />
tengáis de él; y, sean cuales sean vuestros<br />
trabajos y sueños, conservad en el ruidoso<br />
desconcierto de la vida la paz en vuestra alma.<br />
¡Pese a todo, sus penosos afanaes y sus sueños<br />
quebrantados, el mundo es bello! Tened<br />
cuidado.... Tratad de ser felices.<br />
Catherine Clément. El viaje de Teo<br />
213. NO PERDAMOS TIEMPO<br />
Si el mar es infinito y no tiene redes,<br />
si su música sale de la ola,<br />
si el alba es roja y el ocaso es verde,<br />
si la selva es lujuria y la luna caricia,<br />
si la rosa se abre y perfuma la casa,<br />
si la niña se ríe y perfuma la vida,<br />
si el amor va y me besa y me deja temblando.<br />
¿Qué importancia tiene todo esto,<br />
mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,<br />
un niño sin zapatos o un contable tosiendo,<br />
Textos para orar y reflexionar 60