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REFLEXIONES

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ITAKA - ESCOLAPIOS www.marianistas.org REFLEXIÓN<br />

Por favor,<br />

no me preguntes "¿por qué no vuelves?"<br />

Lo haría su pudiera.<br />

Comunidad humanitaria mundial:<br />

entiende que no es simple, ni fácil,<br />

evitar los recuerdos del pasado.<br />

No puedo sacar de mi mente<br />

mi cultura tradicional, mi tortura sentimental,<br />

los cuentos de mi infancia,<br />

nunca viejos, nunca muertos,<br />

estampados en mi memoria.<br />

Tengo sentimientos normales,<br />

sufro por mi dignidad.<br />

Por favor, no mates mi corazón roto<br />

preguntándome "¿por qué no vuelves?"<br />

Lo haré si puedo.<br />

No me quedaré ni un segundo<br />

cuando llegue un alba nueva.<br />

Yilma Tafere. Etiopía.<br />

196. EL CONTESTADOR<br />

Hoy ando un poco acatarrada y no he podido ir<br />

a casa de mis amigos. Lo siento mucho. La<br />

visita a unos amigos es siempre motivo de alegría<br />

y serenidad. A veces he pensado que es<br />

porque cuando me encuentro con ellos me encuentro,<br />

además, conmigo, y porque de esos<br />

encuentros salgo más cercana a lo mejor de mi<br />

corazón. He cogido el teléfono y marcado su<br />

número. Al otro lado me ha respondido la voz<br />

del eficiente servicio de contestador automático.<br />

No estaban en casa. Les he dejado el mensaje:<br />

que lo sentía, que no podía ir, que tenía algo de<br />

fiebre pero que esperaba recuperarme para la<br />

próxima semana, que teníamos que hablar de...<br />

Y, de repente, he pensado que lo que estaba<br />

haciendo se parecía a muchas de mis oraciones.<br />

Entonces también dejo mis mensajes. Sé<br />

que serán escuchados, y aunque no recibo<br />

respuesta inmediata, confío en tenerla cuando la<br />

necesite.<br />

Como en el contestador de un teléfono, Dios<br />

está al otro lado sin dejar que se pierda ninguno<br />

de mis mensajes. Algunos tan simples como el<br />

de esta mañana... tan cotidianos... tan desvalidos.<br />

Celia Fernández<br />

Vida Nueva nº 2124 de 7/2/98<br />

197. EL DIÁLOGO<br />

El fanático, para que no se le escape la verdad,<br />

la agarra tan fuerte que la mata. Quien no quiere<br />

dialogar es un fanático, quien no sabe dialogar<br />

es un tonto, y quien no se atreve a razonar es<br />

un esclavo. Sin el tú y el yo unidos, el saber<br />

degenera en patologías de un ideal tiránico e<br />

impersonal.<br />

Carlos Díaz<br />

Diez palabras clave para educar en valores<br />

198. LA ARISTOCRACIA MORAL<br />

DEL DEBER<br />

Aristócrata moral es el sentimiento del deber,<br />

plebeyo el sentimiento de que yo sólo tengo<br />

derechos. Por eso:<br />

a. El aristócrata moral siente que libertad y deber<br />

van juntos, pues sólo el libre puede asumir<br />

el deber de ser libre; el plebeyo ve en todo deber<br />

una forma de esclavitud, y en el mero derecho<br />

la única libertad.<br />

b. El aristócrata moral reconoce: "yo debo, y de<br />

lo que yo debo hacer soy el único responsable";<br />

el plebeyo masculla: "yo sólo tengo derechos".<br />

c. El aristócrata moral valora el papel del esfuerzo,<br />

del riesgo y de la aventura; el plebeyo se<br />

retranquea defendiendo al enano de sus temores<br />

con mil y un cerrojos.<br />

d. El aristócrata moral asume la responsabilidad<br />

que se deriva de su acción; el plebeyo endosa al<br />

otro las responsabilidades propias, pero procura<br />

arrebatarle el fruto de su esfuerzo.<br />

e. El aristócrata moral se regala incluso a sí<br />

mismo; el plebeyo únicamente sabe arrimar el<br />

ascua a su propia sardina, estando siempre a<br />

las maduras pero prácticamente nunca a las<br />

duras.<br />

f. El aristócrata moral sabe agradecer sus mercedes<br />

a aquellos respecto de los cuales se<br />

siente en deuda; el plebeyo moral sólo sabe<br />

amontonar, y no entiende otra deuda que las<br />

deudas que a él le adeudan.<br />

g. El aristócrata moral se sabe en deuda con los<br />

otros ¡incluso por amarles! y por eso asume<br />

agradecido el deber ante sus rostros; el plebeyo<br />

reduce todos los rostros al suyo propio, porque<br />

ignora que sólo se posee lo que se entrega.<br />

Carlos Díaz<br />

Diez palabras clave para educar en valores<br />

199. LA BUENA NOTICIA HOY<br />

+ Querer vivir, querer ser tú mismo, querer ser<br />

protagonista de tu vida. Que nadie te viva tu<br />

vida.<br />

+ Vivir unificando cabeza, corazón y acción;<br />

fruto de lo cual es gozar con intensidad el momento<br />

presente, sin ser esclavo del pasado ni<br />

del futuro.<br />

+ Vivir tu vida con intensidad, como algo único y<br />

privilegiado, irrepetible. Es al mismo tiempo<br />

valorar las pequeñas cosas de cada día.<br />

+ Gozar del amor, la libertad, la utopía, los valores.<br />

Todas esas realidades que cada día te<br />

ayudan a levantarte y vivir con nueva ilusión. Es<br />

apostar por lo que realmente merece la pena.<br />

+ Fundamentar tu vida en cuatro valores básicos:<br />

ámate a ti mismo, ama a los demás como a<br />

ti mismo, ama a Dios más que a ti mismo y más<br />

que a los demás, ama la creación para ti y para<br />

los demás según el plan que Dios quiso para<br />

ella.<br />

Textos para orar y reflexionar 57

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