REFLEXIONES
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ITAKA - ESCOLAPIOS www.marianistas.org REFLEXIÓN<br />
Quería libertad y me han dado un automóvil.<br />
Quería un sentido<br />
y me han dado una carrera.<br />
Quería esperanza y me han dado miedo.<br />
Quería cambiar y me han dado compasión.<br />
Quería vivir...<br />
Bruno Ferrero. “La silla vacía...”, p. 42<br />
109. ¿QUIÉN ES JESUCRISTO?<br />
Nació en una pequeña aldea, hijo de una mujer<br />
del campo. Creció en otra aldea, donde trabajó<br />
como carpintero, hasta que tuvo treinta años.<br />
Después, y durante tres años, fue un predicador<br />
ambulante.<br />
Nunca escribió un libo. Nunca tuvo un cargo<br />
público. Nunca tuvo una familia o una casa.<br />
Nunca fue a la universidad. Nunca viajó a más<br />
de trescientos kilómetros de su lugar de nacimiento.<br />
Nunca hizo nada de lo que se asocia<br />
con grandeza. No tenía más credenciales que él<br />
mismo.<br />
Tenía sólo 33 años cuando la opinión pública se<br />
volvió en su contra. Sus amigos le abandonaron.<br />
Fue entregado a sus enemigos, e hicieron mofa<br />
de él en un juicio. Fue crucificado entre dos<br />
ladrones. Mientras agonizaba, sus verdugos se<br />
jugaron sus vestiduras, la única posesión que<br />
tenía.<br />
Cuando murió, fue enterrado en una tumba<br />
prestada por un amigo.<br />
Han pasado veinte siglos y hoy es la figura<br />
central de nuestro mundo, el dirigente del progreso<br />
de la humanidad.<br />
Ninguno de los ejércitos que marcharon, ninguna<br />
de las armadas que navegaron, ninguno de<br />
los parlamentos que se reunieron, ninguno de<br />
los reyes que reinaron, ni todos ellos juntos, han<br />
cambiado tanto la vida del hombre en la tierra<br />
como esta vida solitaria.<br />
De la revista chilena “Servicio”<br />
110. REBELAOS, JÓVENES<br />
Dentro de poco será el año 2.000. Hemos llegado<br />
al crepúsculo del que veces es llamado el<br />
siglo veinte del cristianismo. ¿Qué lección, qué<br />
recuerdo ha dejado a la historia este siglo? Yo<br />
os digo: ha hecho 78 guerras.<br />
Estas 78 guerras han extendido sobre el suelo,<br />
a los largo de fronteras inciertas e ilusorias cien<br />
millones de cadáveres, cien millones de hombres<br />
jóvenes que no pedían otra cosa que vivir y<br />
trabajar. Pero el hombre se ha encarnizado<br />
contra el hombre en la guerra.<br />
El Instituto de Investigación por la Paz afirma<br />
que las grandes potencias del mundo poseen un<br />
stock de bombas atómicas capaz de destruir<br />
cuarenta veces la humanidad.<br />
El Correo de la UNESCO nos informa que en el<br />
año 1980 el mundo gastará para suicidarse más<br />
de cuatro billones de dólares. Se entiende entonces<br />
que los pobres tengan hambre: no se<br />
puede al mismo tiempo preparar el fin del mundo<br />
y dar a todos los medios para vivir.<br />
Cada año el hambre amontona más cadáveres<br />
que la última guerra mundial en cinco años. La<br />
OMS nos informa que en 1972 el 20% de los<br />
niños del Tercer Mundo han muerto antes de<br />
cumplir un año de edad. La miseria, el hambre y<br />
la muerte acechan sobre ellos.<br />
De 3.000 millones de hombres, 2.000 millones<br />
no comen lo suficiente y entre esa inmensa<br />
muchedumbre de hambrientos el 60% tiene<br />
menos de veinte años. Si un inmenso movimiento<br />
no despierta pronto la conciencia universal, el<br />
hambre de la humanidad hará que se precipite<br />
el fin del mundo.<br />
Y por esto, jóvenes, os habéis levantado. Por<br />
esto, vosotros, hijos de vuestra patria, os proclamáis<br />
ciudadanos del mundo.<br />
Arquímedes decía: “Dadme un punto de apoyo y<br />
levantaré el mundo”. Y el punto de apoyo es el<br />
amor.<br />
No un amor blandengue que se conforma con<br />
llorar sobre las miserias del mundo, sino un<br />
amor combativo, de lucha contra todas las injusticias<br />
y las hipocresías, contra la servidumbre de<br />
los pobres, aceptada tan fácilmente por aquellas<br />
almas que se ponen esmoquin para reformar el<br />
mundo.<br />
Sí, rebelaos al saber que el precio de un bombardero<br />
atómico equivale a tres millones de<br />
toneladas de trigo, que un misil vale cien mil<br />
toneladas de azúcar, que un submarino más<br />
supone cincuenta mil toneladas de carne menos<br />
para nuestros hermanos hambrientos.<br />
Es la hora de cerrar para siempre la historia<br />
inhumana de la humanidad.<br />
Una revolución, pero en la fraternidad, en el<br />
respeto al hombre, de su dignidad. No os dejéis<br />
atrapar por los “terroristas” de la inteligencia, de<br />
los sofistas, de los maníacos del rechazo sistemático.<br />
Estos os conducirán por senderos sin<br />
flores que germinan en la nada.<br />
La única cosa de la que estamos seguros aquí<br />
abajo es que los demás tienen necesidad de<br />
nosotros.<br />
¿Para qué la vida? ¡Para servir! El cristianismo<br />
es la revolución del mundo, por medio de la<br />
caridad.<br />
Ahora repitamos a los responsables de nuestros<br />
destinos; menos carros armados y más arados...<br />
para todos. Menos bombarderos y más hospitales...<br />
para todos. Menos bombas y más pan...<br />
para todos.<br />
Para poder amar, comparte todo lo tuyo. Para<br />
poder ser, ama.<br />
Raoul Follereau.<br />
111. EL REBELDE<br />
En aquel tiempo (como en todos los tiempos)<br />
los elefantes sagrados de los ricos<br />
dominaban el mundo<br />
Textos para orar y reflexionar 32