REFLEXIONES
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ITAKA - ESCOLAPIOS www.marianistas.org REFLEXIÓN<br />
a fuerza de riquísimos<br />
salarios de sonrisas<br />
por que Dios se caliente<br />
a su amor sus inmensas manos azules<br />
que juntaron<br />
todos los hombres buenos<br />
que hacen del corazón<br />
su hermosamente única tarjeta de visita.<br />
Herminio Otero. “Tiempo de vivir: otoño”, p. 36<br />
138. TENEMOS QUE LUCHAR<br />
Tenemos que luchar hoy más que nunca,<br />
el enemigo agazapado detrás de una sonrisa.<br />
Hay demasiados tigres<br />
acechando detrás de una sonrisa,<br />
debemos conquistar de cualquier modo<br />
la sonrisa de un niño.<br />
Debemos pelear porque las cosas<br />
sean reales, porque las palabras<br />
cobren pleno sentido.<br />
Debemos pelear si es necesario<br />
contra nosotros mismos.<br />
Debemos pelear en los talleres,<br />
en las alcobas, en los lechos,<br />
tal vez en las iglesias<br />
o en los campos de fútbol,<br />
en las oficinas, en las terrazas de los cafés.<br />
Tenemos que luchar, no importa cómo,<br />
morir si es necesario<br />
por un verso, por una flor que crece,<br />
plantando árboles, escribiendo libros,<br />
defender una flor hasta la muerte.<br />
Tenemos que luchar codo con codo, unidos<br />
hasta que ya los partes urgentes<br />
proclamen jubilosos<br />
el estallido de la primavera.<br />
Raimundo Salas<br />
139. TIPOS DE PERSONAS<br />
Existen cuatro tipo de personas:<br />
El justo que habla: “Lo que es mío es mío; lo<br />
tuyo, tuyo”.<br />
El enamorado que exclama: “Lo que es mío es<br />
tuyo; lo tuyo, es mío”.<br />
El egoísta que piensa: “Lo tuyo es mío; lo mío<br />
es mío”.<br />
El santo que actúa: “Lo que es mío es tuyo; lo<br />
tuyo, es tuyo”.<br />
Anónimo judío<br />
140. TODAS LAS MAÑANAS<br />
CUANDO LEO EL PERIÓDICO<br />
Me asomo a mi agujero pequeñito.<br />
Fuera suena el mundo,<br />
sus números, su prisa,<br />
sus furias que dan a una<br />
su zumba y su lamento.<br />
Y escucho. No lo entiendo.<br />
Los hombres amarillos,<br />
los negros o los blancos,<br />
la Bolsa, la escuadras, los partidos, la guerra:<br />
largas filas de hombres<br />
cayendo de uno en uno.<br />
Los cuento. No lo entiendo.<br />
Levantan sus banderas,<br />
sus sonrisas, sus dientes,<br />
sus tanques, su avaricia,<br />
sus cálculos, sus vientres,<br />
y una belleza ofrece su sexo a la violencia.<br />
Lo veo. No lo creo.<br />
Yo tengo mi agujero oscuro y calentito.<br />
Si miro hacia lo alto, veo un poco de cielo.<br />
Puedo dormir, comer,<br />
soñar con Dios, rascarme.<br />
El resto no lo entiendo.<br />
Gabriel Celaya.<br />
141. TODAS SE LLAMAN MARÍA<br />
Todas se llaman María<br />
y es inútil distinguirlas<br />
buscar para cada una el rostro diferente<br />
saber cuál de ellas fue la enamorada<br />
la que supo romper el frasco del perfume<br />
secar con sus cabellos<br />
los pies recién lavados<br />
si es la misma que lloró<br />
cuando Él fue muerto<br />
si ella le alivió el sudor en el camino<br />
o fue la otra María<br />
que corrió detrás de los sepultureros<br />
todas se confunden en ese obediente rebaño<br />
nadie recuerda el día<br />
cuando Él la llamó<br />
le dio un nombre<br />
como si fuera la única<br />
acompañando sus noches<br />
la elegida para vivir por los caminos<br />
anunciando la buena nueva<br />
mas la palabra no les fue otorgada<br />
el día de la confirmación de la fe<br />
cuando el Espíritu Santo<br />
llenó a los elegidos de sabiduría<br />
ellas estaban en la cocina.<br />
Giovanna Pollarolo<br />
142. TODOS A UNA<br />
Cada vez que muere un hombre<br />
todos morimos un poco,<br />
nos sentimos como un golpe<br />
del corazón revulsivo<br />
que se crece ante el peligro<br />
y entre espasmos recompone<br />
la perpetua primavera<br />
con sus altas rebeliones.<br />
Somos millones.<br />
Formamos la unidad de la esperanza.<br />
Lo sabemos.<br />
Y el saberlo nos hace fuertes; nos salva.<br />
Nos sentimos como un golpe<br />
que sin brotar<br />
se ha quedado temblorosamente en vilo.<br />
Nos sentimos sin sentirnos,<br />
fabulosamente dulces, dolorosamente ciertos.<br />
Nos sentimos un nosotros.<br />
Textos para orar y reflexionar 40