14.05.2013 Views

El Vizconde de Bragelonne. Tomo II. Parte Primera.pdf - Ataun

El Vizconde de Bragelonne. Tomo II. Parte Primera.pdf - Ataun

El Vizconde de Bragelonne. Tomo II. Parte Primera.pdf - Ataun

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

portezuela <strong>de</strong> su carroza, diciéndole que la<br />

amaba, pidiéndole su amor, haciéndole jurar y<br />

jurando que nunca pasaría una noche <strong>de</strong> por<br />

medio, en cualquier <strong>de</strong>savenencia, sin que una<br />

visita, una carta o una seña viniese a substituir<br />

el reposo <strong>de</strong> la noche a la agitación <strong>de</strong>l día. Era<br />

el rey quien había propuesto aquello, el que lo<br />

había jurado. Era, pues, imposible que el rey<br />

faltase a la promesa que él mismo había exigido,<br />

a no ser que el rey fuese un déspota que<br />

exigiese el amor como exigía la obediencia, o<br />

fuese un indiferente que el primer obstáculo le<br />

basta para <strong>de</strong>tenerle en el camino.<br />

<strong>El</strong> monarca, aquel dulce protector, que<br />

con una palabra, con una sola palabra, podía<br />

hacer cesar todas sus penas, iba a asociarse a<br />

sus perseguidores.<br />

¡Oh! Su cólera podía durar. Ahora que<br />

estaba solo, <strong>de</strong>bía sufrir todo lo que sufría ella<br />

misma. Pero él no estaba enca<strong>de</strong>nado como<br />

ella; podía obrar, moverse, venir; ella, ella no<br />

podía hacer más que esperar.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!