MAQUETACION ABRIL - Diverdi

paseando con Carlo Bergonzi por Villa Agata, residencia de Verdi, le
propuse una grabación en la que interpretara todas las romanzas para
tenor habidas en la obra verdiana y cuya edición coincidiría con el 75
aniversario de su muerte (1976). Aceptó y puse manos a la obra.
Cuando todo estaba a punto, tuve que cancelarlo porque la envergadura
económica y el riesgo que comportaba era superior a nuestras posibilidades.
Afortunadamente, una gran empresa retomó el proyecto y lo
llevó a cabo tal y como Carlo y yo lo habíamos planeado. Ahí está, y
eso es lo importante. Algo parecido me ocurrió con los conciertos de
Liszt proyectados con Jorge Bolet y la New Philharmonia; un Retablo de
Falla al que le faltó un último detalle, etc.
D.: ¿Cómo afrontó ENSAYO la transición al CD? ¿Cuáles han sido las
premisas de su relanzamiento actual?
A.A.: Sin entrar en las sutilezas que han venido cuestionando las cualidades
del CD, he de confesar que fui un decidido partidario desde su
aparición, convencido de que venía a solventar milagrosamente
muchos problemas del vinilo que siempre me habían perturbado. Tuve
la suerte de que un distribuidor y amigo en Holanda tuviera buenas relaciones
con las fábricas (en 1983, en los inicios, no sobraba la producción),
y eso nos permitió que ENSAYO fuera una de las pioneras en la
edición en CD. En cuanto al actual relanzamiento, éste significa el
punto de partida, el arranque de una etapa, en un contexto de nueva
savia, de nuevas aportaciones y expectativas acordes con los tiempos
que corren, ¡tan distintos!, pero sin traicionar el talante de ENSAYO. Este
relanzamiento nos ha permitido editar aquellas producciones del fondo
de ENSAYO que consideramos vigentes y hacerlo en las mejores condiciones.
A la vista del catálogo alcanzado, creo que es una buena credencial
para acometer futuras ambiciones.
D.: ¿Qué discos importantes de la etapa anterior están aún pendientes
de lanzamiento? ¿Cuáles son las novedades discográficas más significativas
de la nueva etapa?
A.A.: Con los anunciados para este año 2000 creo que ya hay poco por
reeditar. Quedarán grabaciones que sí fueron muy importantes y significativas
en su momento, pero que por diversas razones han perdido
actualidad. De la nueva y aún breve etapa, viniendo de hablar de la
anterior, en la que el tiempo ya ha hecho su criba y selección, se me
hace difícil e incluso inoportuno destacar nada. Sólo desear que todo lo
hecho esté justificado y tenga un digno nivel de calidad.
D.: ¿Qué distribución internacional tiene actualmente ENSAYO? ¿Está
usted satisfecho de los dos años transcurridos desde el relanzamiento
del sello?
A.A.: ENSAYO se distribuye en Francia, Benelux, Alemania, Japón,
Estados Unidos, Suiza... con las esperanzas y dificultades que comparte
la industria discográfica en general. Estoy satisfecho (o todo lo satisfecho
que puede estar un perenne insatisfecho) del trabajo realizado en
esta nueva etapa. He de reconocer que ENSAYO, por razones personales
que no vienen al caso, languidecía, y tengo que agradecer los nuevos
entusiasmos personalizados en la juventud de David Martí, ¿eco de
los de 1968?, que han venido a reconducir la situación.
D.: Y, por último, las preguntas obligadas: ¿Cuáles son los futuros planes
del sello? ¿Cuáles los anhelos que espera ver satisfechos?
A.A.: Esta es la pregunta que me resulta más difícil de contestar. En
treinta años largos de actividad hace uno acopio de mucho escepticismo
o, como mínimo, de mucha prudencia hablando del futuro. Mi
talante natural ya era ése, y las experiencias vividas me han reafirmado
en él. Déjeme que le diga, simplemente, que los hay, y que algunos me
recuerdan sensaciones pretéritas un tanto olvidadas.
Entre los próximos lanzamientos del sello se encuentran la reedición
de su primer disco, publicado en 1968 y ampliamente comentado en
la entrevista que antecede (Trío, op. 50, de P.I. Tchaikovsky), y dos
novedades dedicadas, respectivamente, a obras de autores catalanes
contemporáneos con la London Sinfonietta bajo la dirección de
Edmon Colomer, y a un monográfico de Manuel Castillo (n. 1930),
con Ana Guijarro al piano y la batuta de Juan Luis Pérez al frente de
la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.
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Junto con el presente boletín, el lector encontrará un catálogo
completo de la marca. Los códigos de precio correspondientes
a los discos que lo integran son los siguientes:
De ENY 9701 a ENY 9738: D10(salvo el ENY 9710 [Iberia], un
disco doble a precio sencillo D2)
De ENY 9770 a ENY 9806: D3
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ONDINE prosigue su recorrido por la obra
del finlandés más actual, de la mano de Ashkenazy
Recientísimo
Rautavaara
Estamos ante dos obras recientísimas de Einojuhani Rautavaara,
el compositor finlandés nacido en 1928 al que estas páginas
le han dedicado ya considerable atención. Rautavaara, pese a
su fecha de nacimiento, no tiene nada que ver con los compositores
vanguardistas de su generación.
Obras como el Concierto para
piano nº 3 (1998), aquí incluido,
podrían hacernos deducir que se
trata de un creador apegado a la tradición.
En efecto, este Concerto en
tres ortodoxos movimientos y con la
carga enfática y dramática de las
grandes obras del repertorio, desde
Grieg a Rach-maninov, desde
Schumann a Chai-kovski (e incluso
parodias cinematográficas como el
Concerto macabro de Herrmann o
el Concerto de Varsovia de
Addinsell). Pero los niveles de conciencia sonora e histórica no
admiten marcha atrás así como así. El tenso discurso de
Rautavaara no responde en esta obra concertante a las referencias
heroicas de sus modelos, ni siquiera a sus demandas virtuosísticas,
y mucho menos a la lucha que, pretendiéndolo o no, retratan
aquellos artistas y retrata éste. El Concerto de Rautavaara es muy
fin de siglo, y en su desarrollo a partir de acordes plenamente
tonales hay al menos uno de los hallazgos de la música del siglo
XX, la desolación. Y la desolación, descubierta por Mahler y desarrollada
por compositores tan distintos como Shostakovich y unos
cuantos soviéticos más; como Bernd Alois Zimmermann o Luigi
Nono, es marca de una época, de una conciencia y de una crisis
que va más allá del derrumbamiento de la tonalidad clásica y la
generalización del serialismo (lo integral: ¿lo integrista?). El lirismo
del Concerto es desbordado, pero esto no es noticia en
Rautavaara. Como tampoco lo es que ese lirismo se convierta en
abierto drama. Y hasta en sugerencia de tragedia, si es que la tragedia
es posible en música no teatral.
El Concerto nº 3 es encargo de Ashkenazy, como pianista y
director. Si sabemos esto, descubriremos un sentido profundo en
el discurso de estos tres movimientos, un sentido más allá del simple
divismo, del puro virtuosismo.
Por título, por planteamiento y por modelos, Jardines de otoño
(1999) tiene presente nombres como Debussy, el maestro que
desmiente el monopolio vienés; como Messiaen, incomprensible
sin la comprensión espiritual de los materiales; como Takemitsu,
el de los sueños sonoros. Pero el cromatismo de los acordes básicos
y la reorganización del material sitúan a Rautavaara en otra
línea, la de un lirismo ajeno a Debussy; la de un sinfonismo extraño
a Messiaen y a Takemitsu; la de una tradición que tiene a gala
reivindicar las modernidades del pasado, que no son muerte, sino
vida que transcurre por caminos paralelos. Por eso, de nuevo está
aquí el gran finlandés, Sibelius, con el poderío de sus frases
inmensas y desmentidas, inspirador de ideas y episodios que se
abren, culminan y decrecen, que viven y se extinguen, inquietos
y se diría que sin fin y sin solución de continuidad. Pero hay gesticulaciones
británicas en esta obra en tres movimientos cercana
a la ópera del compositor La casa del sol: Delius, pero también
Vaughan-Williams. En rigor, Jardines de otoño, que parece menos
tradicional que el Concerto nº 3, muestra un apego más cerrado
con los modelos tradicionales de los que saca inspiración y fuerza.
La belleza sonora de este CD la consigue Vladimir Ashkenazy
en lo que sin duda es uno de sus mejores discos como director, al
margen de su espléndido cometido como pianista en el Concerto.
El CD se cierra con una jugosa conversación en inglés entre el
compositor y su intérprete, que es algo más que una propina
(como el encargo era algo más que lo de siempre).
S.M.B.
E. RAUTAVAARA: Concierto para piano nº 3, Regalo de sueños; Jardines de otoño /
Entrevista de Einojuhani Rautavaara por Vladimir Ashkenazy / Vladimir Ashkenazy
(piano) / Orquesta Filarmónica de Helsinki. Dir.: Vladimir Ashkenazy / ONDINE /
Ref.: ODE 950-2 (1 CD) D2