MAQUETACION ABRIL - Diverdi

Música orquestal y vocal de
Johann Friedrich Fasch (1688-1758), en CPO
Ampliando el
repertorio
Poco a poco y sin alardes, el sello CPO se ha convertido
en uno de los más serios promotores europeos de
la música renacentista y barroca. Raro es el mes que
no presenta novedades en este campo, casi siempre con
novedosos programas centrados preferente, pero no exclusivamente,
en el área germánica, y no pocas veces con
intérpretes poco o nada conocidos en el mundillo discográfico,
pero con un encomiable nivel de calidad. Simple
cuestión de política editorial que, por lo visto, no todas las
empresas del sector están dispuestas a asumir. Porque materia
prima existe, y no poca. Abundan, en Europa y fuera de
ella, los grupos y orquestas
barroquizantes que piden su
oportunidad. Y renovar el
repertorio no es excesivamente
difícil: según los datos
publicados en la época por
Johann Nikolauss Forkel,
sólo en el territorio germano
había en 1784 más de 340
compositores en activo que,
lógicamente, se transformarían
en una cifra mucho más
elevada al ampliar el período
y el espacio considerados.
No eran -no podían sertodos
de primera fila, ni siquiera de segunda, pero aun así
hay montañas de excelentes partituras, publicadas o inéditas,
esperando recibir el aliento vital de la interpretación.
Lo demuestra bien a las claras este disco dedicado al
más afamado en su tiempo que en nuestros días (aunque no
sea precisamente un desconocido) J.F. Fasch, durante casi
cuarenta años maestro de capilla de la corte de Anhalt-
Zerbst, desde donde organizó un activo intercambio de partituras
con Telemann, Pisendel y Graupner, entre otros, para
estar al tanto de las novedades estilísticas que se iban produciendo.
Su interés por los instrumentos de viento y las
combinaciones tímbricas audaces (chalumeaux, oboes y, en
su caso, fagot, además de la cuerda) queda patente en tres
de las obras seleccionadas: una espléndida obertura en que
los inevitables ecos franceses se adornan con multitud de
toques personales y movimientos de danza de acusado
ritmo; una página concertante justamente famosa (es la
única del disco grabada con anterioridad) por su originalidad
y belleza melódica; y una Cantata de Pentecostés para
bajo que pone de relieve las más que notables cualidades
del compositor en el campo de la música vocal. Algo que
se remacha con la Cantata de Año Nuevo, también para
bajo, de estructura algo más arcaica que la anterior (lo que
no va en detrimento de sus cualidades estéticas), y con la
grácil miniatura sobre el Salmo Laetatus sum para soprano
y bajo, donde es la cuerda quien proporciona el soporte a
los solistas. Klaus Mertens, el gran protagonista vocal del
registro, nos deleita una vez más con su bello timbre y matizada
emisión, resolviendo con su habitual seguridad los
pasajes virtuosísticos, que no faltan en estas páginas. Le
acompaña en el Laetatus la soprano Deborah York, de quien
sólo lamentamos la brevedad de su intervención. La parte
instrumental corre a cargo de la Academia Daniel, joven
grupo israelí fundado y dirigido por Shalev Ad-El, cuyos
integrantes están curtidos en otras renombradas orquestas
europeas y que exhibe un envidiable nivel técnico -por destacar
a alguno de sus solistas lo haremos con Gili Rinot
(chalumeaux)-, una cabal comprensión de las gradaciones
estilísticas y una sonoridad redonda y refinada. Buena toma
de sonido. Y, en consecuencia, plena satisfacción para el
aficionado.
Mariano Acero Ruilópez
J.F. FASCH: Obertura en re menor; Concierto en si bemol mayor; Cantatas /
Klaus Mertens (barítono); Deborah York (soprano) / Accademia Daniel. Dir.:
Shalev Ad-El / CPO / Ref.: 999674-2 (1 CD) D2
Il Complesso Barocco presenta la primera grabación mundial de
Assalonne Punito, oratorio de Pietro Andrea Ziani (1616-1684)
La grandeza del
oratorio barroco
La composición de oratorios se convirtió durante el Barroco en objetivo
prioritario para la mayoría de los compositores, que encontraron
en esta forma musical todo un filón que les permitía aunar el nuevo
lenguaje operístico, la brillantez de la música instrumental y los reflejos
de la polifonía sacra. Aunque ciertamente durante el último tercio del
siglo XVII los oratorios pasaron a ser
auténticas óperas encubiertas -valiéndose
de un «libreto» sacro-, fueron
muchos los años del Seicento en los
que se cultivó la forma más ortodoxa
del oratorio, siguiendo los modelos de
Carissimi. Así se desarrolló una frenética
actividad musical en la Italia de
mediados de siglo, con una legión de
compositores que ponían música a las
historias bíblicas, con frecuencia
adaptadas por los poetas barrocos,
que oportunamente acercaban la
hagiografía a la estética del momento.
Un hito extraordinario de este panorama
lo constituía la música veneciana, dominada primero por los influjos
de las obras de Monteverdi -que tantos años duraron- y luego, en la década
de 1670, por las de Giovanni Legrenzi. Es en este contexto donde
emergió un excelente compositor, hoy apenas conocido, llamado Pietro
Andrea Ziani (1616-1684) -tío de Marco Antonio Ziani, otro formidable
compositor contemporáneo de Corelli-, quien desplegó una intensa actividad
musical por toda Italia, siendo maestro de capilla en Bérgamo,
organista de la basílica de San Marcos y maestro de música de la capilla
real de palacio en Nápoles, ciudad en la que encontró la muerte. Con
todo, aún tuvo tiempo para pasar un fructífero periplo (1663-1667) en
Austria, al servicio de la casa real en calidad de maestro de capilla de la
emperatriz Eleonora. Allí compuso Assalone Punito, un oratorio en dos
partes para cinco voces, cuerdas y bajo continuo, que se ejecutó en Viena
en la capilla de la emperatriz, sobre la adaptación poética del Padre
Lepori. Es esta una joya del Barroco central que atesora todos los elementos
del repertorio y que atestigua la soberbia maestría de Ziani en la
pintura de la palabra en música, valiéndose de una riquísima sabiduría
contrapuntística -cristalizada en el entretejido de voces e instrumentos- y
de una apasionada vena lírica con la que describe las emociones de la
historia. Música que, basada todavía en el idioma monteverdiano, acaricia
ya los nuevos procedimientos de Legrenzi, Stradella o Pasquini, y nos
brinda toda una suerte de barroquismo exuberante, con arias y madrigales
de incesantes ideas melódicas y tensiones polifónicas. Il Complesso
Barocco, el veterano conjunto historicista que dirige el clavecinista Alan
Curtis, con renovada plantilla, ofrece en primicia la grabación mundial
del Assalone Punito de Ziani, complementado con un bellísimo
Magnificat del propio compositor veneciano; y lo hace con todas las
garantías de la autoridad musicológica de Curtis, que dispone un enfoque
sumamente camerístico para los instrumentos -uno por parte, más un florido
bajo continuo- y un planteamiento vocal muy clarificador de texturas
y planos. Así, las partes polifónicas, como cuando intervienen todos
los cantantes e instrumentistas, quedan transparentemente expuestas y
empastadas, con afinación impoluta y pleno conocimiento estilístico. La
labor de los cantantes resulta por completo adecuada a la estética y retórica
de la obra, con gran cuerpo sonoro y nulo vibrato. Hay que destacar
a la soprano Roberta Invernizzi en el papel protagonista de Assalone, que
canta con dramatismo y elegancia, exhibiendo grandes agilidades.
Muy bien también el contratenor Roberto Balconi, caracterizando con
mucho calor y color vocal a Architofele, así como el excelente tenor Gian
Paolo Fagotto, que logra un expresivo magnetismo desempeñando el consabido
papel del teatral Testo barroco de la historia. Furio Zanasi -barítono-
y Carlo Lepore -bajo- redondean con sus sobrias intervenciones esta
nueva y excelente producción de STRADIVARIUS, a la que sólo le podríamos
reclamar una cosa: la inclusión como apertura del oratorio de una
sinfonía instrumental original de Ziani, de quien se conservan magníficos
ejemplos instrumentales a tres y cuatro partes, lo cual hace incomprensible
que para el CD se haya recurrido a la composición actual -una sinfonía
al estilo del período, por otra parte muy filológica y meritoria- del violinista
barroco Alessandro Ciccolini.
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Pablo Queipo de Llano
P.A. ZIANI: Assalonne punito [Oratorio en 2 partes]; Magnificat / Invernizzi, Balconi, Fagotto,
Zanasi, Lepore, Ciccolini / Il Complesso Barocco. Dir.: Alan Curtis / STRADIVARIUS / Ref.: STR
33548 (1 CD) D2