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MAQUETACION ABRIL - Diverdi

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Jordi Savall y Ton Koopman: una nueva referencia absoluta para Bach<br />

Que veinte años son nada<br />

Bien, helos aquí de nuevo reunidos al calor del venerable<br />

Bach. Se les esperaba. La primera vez ante el micrófono fue<br />

hace casi cinco lustros, y su fruto ha sido durante este tiempo<br />

en nuestras discotecas un polo luminoso, un tibio céfiro latino frente<br />

a los rigores implacables de Wieland Kuijken y Leonhardt, sin los<br />

cuales, ay -ese oscuro mecanismo comprensivo de la emoción, que<br />

se burla del principio de no contradicción-, tampoco sabríamos<br />

pasar. Unos con otros, desmintiéndose mutuamente, como alguien<br />

ha dicho, se complementan y ensanchan nuestro horizonte. Por no<br />

entrar en las versiones «tradicionales»: cuántas a violonchelo y -<br />

horror- piano, empezando por aquella de Casals y Baumgartner.<br />

Estas Sonatas en trío para viola de gamba con clave obbligato, de<br />

incierta procedencia, netamente flautística (!) en alguna ocasión, se<br />

prestan tanto a la viola como a lo más insospechado: dentro de un<br />

orden, claro está, lo admiten prácticamente todo. Y lo del violonchelo<br />

no es sólo una extravagante traición anti-historicista: oigan,<br />

óiganlas también en el grandísimo chelo piccolo de Bylsma y el<br />

órgano positivo de Van Asperen.<br />

Aquellos chiflados con sus viejos cacharros eran in illo tempore,<br />

mediados los setenta, unos jovenzuelos casi (pantalones de campana<br />

el catalán, en quien hoy se acentúan sus rasgos de talla románica;<br />

«lisérgico» a lo Timothy Leary el holandés, con pinta ahora de<br />

científico loco) que celebraban felices el descubrimiento de sus afinidades<br />

musicales, plasmadas con los años en hitos discográficos<br />

imposibles de olvidar: Marais, Couperin, Ortiz... La historia queda<br />

evocada a través de una serie fotográfica y una doble entrevista de<br />

la radio francesa, recogidas en el libreto del digipack.<br />

Las discretas melenas que lucían no impedían ya por entonces<br />

«ver la oreja» sin equívoco a su talante como intérpretes: enemigo<br />

de cualquier anquilosis, volcado en el canto y el color, generoso<br />

con el ornamento. Siempre vital, cálido, atrevido como una improvisación.<br />

Un espíritu al que siguen siendo fieles. Carácter es desti-<br />

Misa Non sine quare, de Johann Caspar Kerll (1627-1693), en SYMPHONIA<br />

El siniestro jinete de la peste cabalga de nuevo<br />

Como espoleadas aún por los ecos del<br />

revuelo suscitado por los originales<br />

puntos de vista sobre la creación<br />

musical y su relación con los procesos infecciosos,<br />

brillantemente expuestos por los<br />

doctores Manuel Gomis y Beatriz Sánchez<br />

en su recién aparecido libro Las enfermedades<br />

infecciosas y la música (Círculo<br />

Médico/Bristol-Myers Squibb), a cuya presentación<br />

en el Teatro Real de Madrid tuve<br />

la fortuna de asistir hace unas semanas, las<br />

casas discográficas parecen haber coincidido<br />

en poner en circulación referencias que<br />

vinculan música y peste. Si en el mes de<br />

febrero reseñábamos en este querido boletín<br />

nuestro la reconstrucción de una misa de<br />

Gabrieli en el sello RICERCAR en acción de<br />

gracias por la finalización de la peste en<br />

Venecia (207412), hoy es la casa SYMPHO-<br />

NIA quien nos brinda la oportunidad de destacar<br />

desde estas páginas las concomitancias<br />

entre la Yersinia pestis (antes<br />

Pasteurella), bacilo causante de este terrorífico<br />

azote de la humanidad, y la bellísima y<br />

escasamente conocida producción vocal de<br />

Kerll.<br />

La interesante vida de este brillante compositor<br />

y virtuoso organista sajón nos daría<br />

pie para escribir varias páginas. Siendo aún<br />

muy joven, su talento fue recompensado<br />

con el privilegio de recibir las enseñanzas<br />

de Valentini, entonces maestro de capilla en<br />

Viena. Fue enviado luego a Roma para estu-<br />

diar con Carissimi y quizá con Frescobaldi.<br />

Encontramos su primera obra publicada en<br />

la Musurgia Universalis de Kircher.<br />

Pachelbel, y probablemente Fux, fueron<br />

alumnos suyos. Desgraciadamente, no se<br />

conserva la partitura de ninguna de sus 11<br />

óperas, pero sí sabemos que la primera,<br />

L’Oronte, fue un encargo para la inauguración<br />

de la Ópera de Múnich. Aunque casi<br />

todos los aficionados a la música antigua le<br />

recordamos por su Capriccio sopra il cucu,<br />

la calidad de su música sacra es incuestionable.<br />

La Missa non sine quare («no sin<br />

razón») es la primera de la colección Missae<br />

Sex a IV.V.VI Vocibus, cum Instrumentis concertantibus<br />

et vocibus in Ripieno, Adjuncta<br />

una pro Defunctis cum seq. Dies Irae (1689),<br />

dedicada a Leopoldo I. El propio Kerll nos<br />

explica en un larguísimo prefacio que las<br />

( 5 )<br />

no. El clave expansivo de<br />

Koopman es lo contrario de<br />

una inerte «dama de compañía»,<br />

sin por ello comprometer<br />

a su partenaire ni<br />

frivolizar el discurso. No<br />

han envejecido un ápice,<br />

pero la estupenda toma<br />

sonora les sirve hoy mejor.<br />

El juego de la transcripción, que está implícito en el origen de<br />

las obras, se prolonga -esto es novedoso- al adoptar como preámbulo<br />

del disco la quinta Triosonata para órgano (BWV 529), en la<br />

que la viola (una altus Andreas Doerffel para el caso) asume la voz<br />

intermedia, en sandwich entre las dos manos del teclado, con<br />

resultados perfectamente «naturales», como si así se hubiese conocido<br />

toda la vida. A fin de cuentas, logros bachianos de la rotundidad<br />

de la tercera de las sonatas (en sol menor, BWV 1029), o cualquiera<br />

de las maravillas que pueblan las tres de este ciclo tan querido<br />

del aficionado, tampoco se sabe con qué excusa instrumental<br />

vieron primitivamente la luz.<br />

Ya que ha salido a colación, el instrumentarium usado merece<br />

quizá nota expresa. Además de la Doerffel citada y la inseparable<br />

siete cuerdas Barak Norman de Savall, aún puede escuchársele una<br />

Pellegrino Zanetti de 1550. Koopman, por su parte, se sirve de un<br />

Christian Zell, joya del Museo de la Música de Barcelona. Un señor<br />

clave asimismo, para una señora grabación. Señora y señera.<br />

Jesús S. Villasol<br />

J.S. BACH: Las Sonatas para viola de gamba y clave / Sonatas I-IV, BWV 1027, 1028,<br />

1029 y 529 / Jordi Savall (viola de gamba); Ton Koopman (clave) / ALIA VOX / Ref.: AV<br />

9812 (1 CD) D2<br />

cinco partes del ordinario de esta misa están<br />

basadas en un versículo para órgano de la<br />

colección Modulatio Organica super<br />

Magnificat, escrita en trágicas circunstancias,<br />

durante la epidemia de peste en Viena<br />

de 1679-82.<br />

La exquisita exhibición de recursos estilísticos<br />

expuestos en esta grabación nos ayudarán<br />

a entender por qué este compositor<br />

fue tan admirado por Pasquini o el gran<br />

Bach, y por qué el propio Haendel usó alguno<br />

de sus motivos melódicos para teclado<br />

en obras de la categoría de El Mesías.<br />

Para este registro (cuyo único inconveniente<br />

es quizá su escasa duración: no supera<br />

los 54 minutos), el grupo La Risonanza,<br />

de Fabio Bonizzoni, ha escogido una acertada<br />

instrumentación a base de cornetto y<br />

grupo de cuerdas, cuyos razonamientos para<br />

la elección se incluyen en las notas del<br />

libreto (traducidas al español, como ya<br />

viene siendo habitual en los discos de este<br />

sello). Para el propio de la misa se han<br />

empleado tres Sacrae Cantiones y unas deliciosas<br />

sonatas instrumentales obtenidas de<br />

manuscritos inéditos en vida del compositor<br />

y que por primera vez han sido llevadas al<br />

disco.<br />

Rafael del Fresno<br />

J.C. KRELL: Missa «Non sine quare» / Franzetti, Bianchi,<br />

Cecchetti, Foresti / La Risonanza / SYMPHONIA / Ref.: SY<br />

99171 (1 CD) D2

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