desarrollo - Covide-Amve

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vocación-misión
servicio oracional
Y a los hombres del campo.
Si yo fuera pan,
no viviría para mí, viviría para los demás,
Sin cosas, sin tiempo,
siempre disponible
para quien me necesitara
si yo fuera pan,
sería humilde
y no figuraría entre los platos exquisitos;
estaría siempre ahí para acompañar,
sin fama, ni privilegios.
si yo fuera pan, tierno y bueno,
anularía todo sentimiento
de violencia y rencor.
Me dejaría triturar en el amor
para dar vida.
Si yo fuera pan…
(Se puede continuar la oración
Con aportaciones espontáneas)
LECTURA BÍBLICA:
Jn. 6, 1-12
“Multiplicación de los panes”
CANCIÓN:
“PADRE NUESTRO DE LA VIDA”
(Cancionero JMV pág. 45)
Padre nuestro de la vida,
mío, de éste y de aquél
que vive en toda criatura
y ello así han de creer.
Quisiera realzar su nombre,
viviendo aquí, bajo el sol
tu mensaje de aquel monte
de pobreza, paz y amor
DANOS PAN PARA VIVIR
SOLO EL MOMENTO PRESENTE
YA QUE EL DÍA DE MAÑANA
QUIZÁS AQUÍ NO TE ENCUENTRE
NO MIRES LO QUE HICE MAL
QUE YO NO VERÉ A MI DEUDOR.
Y EN MI CAMINO HACIA TI
QUE NO CAIGA EN TENTACIÓN.
AMÉN, AMÉN,
QUE NO CAIGA EN TENTACIÓN
AMÉN, AMÉN,
QUE SEA ASÍ SIEMPRE SEÑOR
día tercero
compartir el pan es hacerse hermanos
ORACIÓN:
“MORIR DE HAMBRE”
¡Qué difícil se me hace hablar sobre el
hambre!
¡Qué fácil es hablar cuando no se va a decir
toda la verdad!
¡qué difícil aguantar, si quiera unos instantes
en mi mente, la cruda realidad de que
quizá sea verdad que hay gente que muere
de hambre el siglo XXI!
¡Qué fácil me resulta albergar en mi corazón
sentimientos de solidaridad tan superfluos
que demasiado a menudo no sirven
para nada,!
¡Qué difícil aguantar siquiera un instante,
plantado delante de mí, no ya un niño de
ojos tristes con la mano extendida pidiendo
un trozo de pan, sino más terrible todavía:
un joven, como yo, hambriento, mirándome
fijamente a los ojos y diciéndome:
“tú, ¿qué piensas de esto?!
¡Qué fácil dar una respuesta fácil! ¡Qué
fácil dar una limosna! ¡Qué fácil hacer una
campaña!
¡Qué difícil se me hace remover las telarañas
del corazón y dejar que me duelan los