El altiplano

“El albergue de Tomarapi está bajo el modelo
de gestión comunitaria. Es una empresa donde
los comunarios al mismo tiempo son socios
y trabajadores. Claro que hay ayuda del
exterior, pero ahora la comunidad tiene más
aportes, y en efectivo. Es una empresa comunal
donde ganancias y pérdidas se reparten
entre todos por igual.”
Rómulo Alconz Huarachi
ALCALDE DE CURAHUARA DE CARANGAS (2005)
9.3 DESAFÍOS: nuevas
tensiones climáticas
El cambio climático
en una región vulnerable
Los fenómenos climáticos se traducen en sequías,
inundaciones y tormentas que provocan
la pérdida de cultivos, ganado, infraestructura
e incluso vidas humanas. Hoy
en día se producen de manera más frecuente,
precipitada, imprevisible y extrema.
En Bolivia, el sector agrícola es particularmente
vulnerable a los efectos del
cambio climático, especialmente en las regiones
del altiplano y los valles interandinos,
debido a que dependen constantemente
de variables climáticas 43 . El riesgo
de heladas y granizos, la defi ciente capacidad
de prevención y la falta de sistemas de
riego repercuten directamente en el abastecimiento
interno de productos agrícolas
y de exportación, afectando la estabilidad
económica nacional. Por ello, existen diversos
proyectos de mitigación y adaptación
al cambio climático y de aplicación de
mecanismos de desarrollo limpio 44 .
Las ecorregiones del país tienen distintos
grados de sensibilidad ante al cambio climático.
El agro-ecosistema más vulnerable
es el altiplano boliviano. El altiplano
es una meseta alta que, de norte a sur,
abarca aproximadamente 800 kilómetros
y tiene 200 kilómetros de ancho. A pesar
de que el 75% de esta región se encuentra
entre los 3,600 y los 4,300 metros sobre
el nivel del mar y de las condiciones climáticas
que esto implica, el 65% de la
población económicamente activa se dedica
a la agricultura. La altura en la que se
encuentra la meseta altiplánica determina
un alto riesgo de ocurrencia de heladas
en los meses de abril a octubre, e imposibilita
las actividades agrícolas durante
este período. De noviembre a marzo la
región está libre de heladas, pero este
tiempo coincide con la estación lluviosa
que genera un riesgo elevado para la práctica
de la agricultura de secano 45 .
Según el Programa Nacional de Cambios Climáticos
(2007), en el altiplano se ha incrementado
la sequía por el cambio de temperatura,
generando condiciones adversas.
Por razones aún no comprendidas, durante
el evento de El Niño, el centro de baja
presión sobre el oeste del Pacífi co llega a
ser más alto que lo normal y el centro de
alta presión sobre el este del Pacífi co llega
a ser más bajo que lo normal. El debilitamiento
de los vientos trae como consecuencia
un incremento de la temperatura
del agua del Pacífi co que rodea a Sudamérica,
lo que ocasiona no sólo la muerte de
la fauna marina sino que también afecta a
la atmósfera inmediata causando una convección
que provoca lluvias intensas en
una región que normalmente es seca. Por
el contrario, la región andina experimenta
intensas sequías. El fenómeno de El Niño
no posee un ciclo fi jo y su dinámica aún es
objeto de estudio, sin embargo un promedio
de ocurrencia es reportado cada cuatro
años convirtiéndose en parte del patrón de
lluvias del altiplano boliviano 46 .
Las fuertes sequías y heladas que enfrenta la
región del altiplano, junto a otros efectos del
calentamiento global, como el acelerado retroceso
de los glaciares que incide directamente
en el suministro del agua para diver-
43 PNCC, 2007, “El cambio climático en Bolivia: análisis, síntesis de impactos y adaptación”, Ministerio de Planifi cación del
Desarrollo, Viceministerio de Planifi cación Territorial y Ambiental, La Paz.
44 Ibíd.
45 Ibíd.
46 PNCC, 2007, op.cit.
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INFORME SOBRE DESARROLLO
HUMANO EN BOLIVIA