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Familiares de las víctimas del Yak-42, junto al mural inaugurado en Castrillo del Val con el nombre de los militares fallecidos en el accidente.
HOMENAJE
a los fallecidos en el Yak-42
Inaugurado un monumento en su
memoria en la base Cid Campeador
de Castrillo del Val
C INCO
años después del accidente
del avión Yakovlev 42, el 26 de mayo
de 2003, los 62 militares españoles
que murieron en Turquía cuando regresaban
de Afganistán han recibido un
homenaje en la base militar Cid Campeador
de Castrillo del Val (Burgos). En el
patio de armas que comparten el Regimiento
de Transmisiones nº1 y el de Ingenieros
nº1 se ha erigido un monolito y
un mural con los nombres de los fallecidos.
Cerca de 200 familiares recibieron
el calor y el cariño de quienes fueron
compañeros de sus allegados así como
de las autoridades civiles y militares que
asistieron a la inauguración de este mo-
numento. Entre ellas se encontraban el
jefe de Estado Mayor de la Defensa, general
de ejército Félix Sanz; la subsecretaria
de Defensa, Mª Victoria San José;
el jefe de la Fuerza Terrestre, teniente
general Virgilio Sañudo, y el jefe del
Mando de Fuerzas Pesadas, general de
división José Mollá.
Veinte de las víctimas del accidente
pertenecían al Regimiento de Ingenieros
con sede en Castrillo del Val. A sus allegados,
a los de todos los fallecidos, a sus
compañeros de armas, se dirigió el general
Sanz durante este homenaje para recordarles
que el sacrificio de los 62 militares
«está sirviendo para que muchos
hombres, mujeres y niños tengan una vida
más digna; para que otros hombres
puedan tener una vida en paz; para que
este mundo, cada vez más alejado de los
horrores de la guerra, siga progresando».
Y con ellos compartió el dolor que
sintió hace cinco años y que aún recuerda
como la fecha «más triste en mis más
de 46 años de militar». El jefe de Estado
Mayor de la Defensa también les pidió
que tuvieran «fe en que la justicia brillará
y con ella brillará la paz de todos».
Las muestras de dolor de los familiares
de los fallecidos en el accidente del
Yak-42 se hicieron patentes durante este
sencillo acto de homenaje. Especialmente
cuando militares y familiares depositaron
una corona de laurel en memoria de
los que dieron su vida por España. En
medio de este sentimiento, el portavoz
de la asociación que agrupa a la mayoría
de las familias afectadas por el accidente,
Pacho González Castilla, leyó un comunicado
en el que recordaba que «hoy, 5
años después, sabemos que no se hizo
nada por evitar la mayor tragedia del
Ejército español en tiempos de paz. Y no
se hizo nada pese a que existían quejas e
informes previos al accidente que llegaron
a políticos y mandos militares».
El monumento instalado en Castrillo
del Val es el primero que se levanta en
30 Revista Española de Defensa Mayo 2008