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tillería, inscrita en los actos del bicentenario.
En su intervención, no faltaron palabras
de agradecimiento a la Junta Calificadora
responsable de la designación
del galardón, con el que «me equiparan
a esos grandes artilleros que me han
precedido», entre los que citó a su
inmediato antecesor el general de ejército
Pardo de Santayana, ex JEME.
Agradeció el apoyo de su familia y a
Su Majestad el haberle hecho entrega
de tan preciado honor, del que aseguró
«jamás soñé que me lo
concederían».
También un año más se
dio lectura a la Lección del
2 de mayo, a cargo del capitán
con mayor antigüedad
de los profesores de la
Academia, en esta ocasión,
Alejandro Herrero.
Conforme al Decreto
de la Regencia del 7 de
julio de 1812, el capitán
Herrero leyó: «nos reunimos
aquí [...] para conmemorar
los sucesos
ocurridos en Madrid,
donde el pueblo español
[...] se levantó en armas
contra el ejército francés
que ocupaba nuestras
Mayo 2008
EL Premio Daoiz fue creado en 1908,
año de la efeméride del I Centenario de
la Guerra de la Independencia, por Real
Orden Circular de 27 de junio.
El promotor del galardón fue el capitán
de Artillería Francisco Villalón, vizconde
del Parque, quien quiso rendir de ese
modo un homenaje a su antepasado el
capitán Luis Daoiz y Torres, uno de los
héroes del levantamiento del 2 de mayo
madrileño y protagonista de la defensa del
Parque de Artillería de Monteleón.
CIEN AÑOS DE EXISTENCIA
A lo largo de sus cien años de existencia,
tiempo en el que ha experimentado cambios
para adaptarse al Ejército de cada
momento, los premiados han recibido un
sable de honor reglamentario en 1862 con
la inscripción Premio Daoiz al ...
El primero en ver su nombre en el acero
fue el comandante Antonio Garrido y suman
plazas y nuestros pueblos con el salvoconducto
del poder constituido».
«Sintamos este homenaje cercano
—continuó— y honremos de corazón
a nuestros héroes [...] que defendieron
a su Pueblo y a su Patria con fervor y
murieron con honor».
La lección continuó con las semblanzas
de los ilustres artilleros, antecedentes
históricos de lo acontecido y los
sucesos acaecidos hasta llegar a las
Un sable de honor
El alcalde de Segovia, el delegado del Gobierno y el presidente de Castilla y
León, el JEMAD y el JEME acompañaron al Rey entre otras autoridades.
[ cultura ]
ya una veintena los oficiales del Real Cuerpo
los distinguidos con tan preciado premio que,
cada cinco años, recompensa a los oficiales
del Arma que hayan destacado por sus servicios
a España, inventos, estudios o trabajos
directamente relacionados con la Artillería.
El Daoiz no puede quedar desierto y la
entrega, acto solemne con mayúsculas, se
celebra cada cinco mayos en el Alcázar de
Segovia, antigua residencia real de —por
ejemplo— los Reyes Católicos y cuna de la
Artillería española. Las primeras ceremonias,
no obstante, tuvieron lugar en el
Parque o en el Museo de Artillería.
Para costear el galardón el capitán Villalón
donó 25.000 pesetas. Una cantidad que
depositó con el fin de que los intereses acumulados
en los cinco años habidos entre
convocatorias permitieran comprar el
correspondiente sable y obtener un dinero
extra que se entregaría al premiado para
adquirir libros y otros elementos de estudio.
lecciones aprendidas. Un epílogo que resalta
las «grandes virtudes que les adornaron
[a Daoiz y Velarde] en aquellos difíciles
días»: «valor, responsabilidad y
amor a España». Tres principios presentes
en la formación actual de los cadetes
y que Herrero animó a cultivar a semejanza
de tan insignes predecesores.
Y el último consejo de la lección fue:
«Recordad como lo hicieron todos los
héroes del 2 de Mayo. Que cuando la voz
de mando no es lo bastante
clara, nuestro amor a
España sí ha de ser lo
suficientemente fuerte
para saber, cual es nuestra
misión y así poderla
cumplir con eficacia».
El homenaje a los caídos,
la interpretación del
himno de Artillería y un
pequeño desfile pusieron
el punto final a la ceremonia,
recortada debido
al luto oficial decretado
por la muerte del ex
presidente del Gobierno
Leopoldo Calvo Sotelo,
enterrado el día anterior.
E. P. M.
Fotos: M. A. Romero/DECET
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