ESPAÑOLA - Portal de Cultura de Defensa - Ministerio de Defensa

20
AÑOS
de
misiones
de paz
Durante 15 años los cascos azules españoles desarrollaron una importante labor de pacificación en Mostar, una de las ciudades más castigadas
por la guerra en Bosnia-Herzegovina entre 1992 y 1995.
Uno de los mayores problemas de
este lugar es la existencia de una zona
insurgente impenetrable, que constituye
casi la mitad de la provincia. El
trabajo del contingente español se
centra en la capital —Qala i Naw— y
en otros tres distritos colindantes.
En la actualidad se está llevando a cabo
un plan de expansión, para estabilizar
más distritos, dando apoyo a la policía y
al Ejército afgano. Y también se están
dedicando muchos esfuerzos a cortar el
paso talibán por el sur de la provincia.
Los resultados, tras cinco años de
presencia española en la zona, son muy
significativos. Se han mejorado las
condiciones sanitarias notablemente; se
han acondicionado vías de comunicación,
construido carreteras, escuelas,
una clínica, redes de saneamiento. Además,
se ha implantado una red de comisarías
para la policía afgana, con quienes
trabajan los efectivos españoles.
El futuro, los niños. «Hay que invertir
mucho en los niños de Afganistán
porque son el futuro, y la única esperanza,
de ese país —concluyó el ex jefe del
PRT—, y a pesar de que el mañana es
incierto, se ha evolucionado de verdad».
RETOS
A cerca de las posibilidades y límites de
las operaciones internacionales, y de los
retos que se deben abordar en un futuro,
hablaron el analista Jorge Aspizua y el
profesor Florentino Portero. Este último
afirmo que «España ha ido adquiriendo
compromisos con distintas organizaciones
internacionales, y que la sociedad
a veces no es consciente de ello». Estos
compromisos conllevan una dimensión
multinacional del concepto de Seguridad
y Defensa, e implican que se lleven a
cabo operaciones en el exterior y que sea
necesario tener recursos armamentísticos
y preparación para poder acometerlas.
A medida que los contingentes armados
han ampliado sus cometidos originarios
—que antes se limitaban a la coordinación
militar—, y han comenzado a coordinar
acciones humanitarias, se ha creado
una gran confusión entre los destinatarios
de esa ayuda y las agencias civiles
que antes se encargaban en exclusiva de
estas acciones, algo que apuntó también
el ex ministro Gustavo Suárez Pertierra.
La multiplicación de las misiones y la
multiplicación, a su vez, del número de
actores que intervienen en ellas es otro
reto que ya se tiene en cuenta desde el
planeamiento de las acciones. Igual que
la prolongación en el tiempo de las operaciones,
que, a día de hoy, se sabe cuándo
empiezan pero no cuándo acaban.
Para hacer frente a todos estos retos
ya se han tomado medidas. las Naciones
Unidas está ensayando nuevos modelos
de gestión de misiones. Y se están estudiando
todos los instrumentos globales
con los que se cuenta a día de hoy, para
ver cuáles serían más eficaces a la hora
de dar respuesta a cada crisis concreta.
Esto permitiría no recurrir siempre al
empleo de contingentes armados.
Fomentar la cooperación entre
agencias civiles y militares también se
perfila como algo vital ante los nuevos
escenarios internacionales. En el planteamiento
estratégico de cada misión
se tiene cada vez más en cuenta una
gestión «multiagencias».
36 Revista Española de Defensa Mayo 2008