Relatos campesinos del Plan Chontalpa - Colegio de Postgraduados
Relatos campesinos del Plan Chontalpa - Colegio de Postgraduados
Relatos campesinos del Plan Chontalpa - Colegio de Postgraduados
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
De la selva a la frontera. <strong>Relatos</strong> <strong>campesinos</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Plan</strong> <strong>Chontalpa</strong><br />
suegro, nos dijeron que para afuera <strong>de</strong> las montañas vendían<br />
un terreno. Entonces dijo mi esposo que él lo quería comprar,<br />
pero como no teníamos las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comprarlo habló<br />
con mi papá, porque mi papá sí tenía sus posibilida<strong>de</strong>s, y le<br />
dijo que sí lo iba a apoyar para comprar el terreno. Porque nos<br />
queríamos salir <strong>de</strong> las montañas, entonces le dijo mi papá que<br />
sí, qué lo iba a apoyar. Lo vendían en mil quinientos. En<br />
aquellos tiempos ¡Mil quinientos era un dineral! Entonces mi<br />
suegro vendió dos reses <strong>de</strong> las vacas que tenía y le dio el<br />
dinero a mi esposo, mi papá puso el resto. Ya entonces<br />
compramos el terreno y fue entonces cuando nos salimos para<br />
acá. Ese terreno tenía cacao sembrado, todavía estaba el<br />
cacao pequeño y lo empezamos a cultivar. Cuando vino el <strong>Plan</strong><br />
<strong>Chontalpa</strong>, el cacao era “soltero” [plantación nueva],<br />
cosechábamos bastante cacao, bastantísimo, cuando nos<br />
dijeron que compartiéramos la tierra y ese terreno <strong>de</strong> nosotros<br />
le quedo a otro. Ya <strong>de</strong>spués nos dieron terreno acá, pero nada<br />
más nos dieron doscientas matas <strong>de</strong> cacao. Nosotros teníamos<br />
antes ochocientas matas pero cuando nos dieron solo dos<br />
hectáreas, nada más nos tocaron doscientas matas <strong>de</strong> cacao.<br />
El terreno era puro terreno bajío, sin nada. Entonces mi esposo<br />
empezó a tumbar esos acahuales que le dieron ¡Eran puros<br />
gigantales! Puro monte que se mal enyerba. Lo empezó a<br />
tumbar mi esposo y le empezó a sembrar cacao, es el cacao<br />
que tiene ahorita.<br />
26