Relatos campesinos del Plan Chontalpa - Colegio de Postgraduados
Relatos campesinos del Plan Chontalpa - Colegio de Postgraduados
Relatos campesinos del Plan Chontalpa - Colegio de Postgraduados
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
De la selva a la frontera. <strong>Relatos</strong> <strong>campesinos</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Plan</strong> <strong>Chontalpa</strong><br />
un parque, fuera <strong><strong>de</strong>l</strong> ambiente, porque así es el reglamento que<br />
hay ahí. El dueño <strong>de</strong> esa casa es un gringo, Marcos, todavía<br />
recuerdo su nombre, es muy católico ese señor y ahí en esa<br />
casa no pue<strong>de</strong> entrar migración, no sé a qué se <strong>de</strong>be, saben<br />
que existe esa casa y que ahí encuentra uno brasileños, <strong>de</strong><br />
argentina ¡Bueno, <strong>de</strong> todo hay! .<br />
Ya <strong>de</strong> ahí fue que nos dieron trabajo, ahí fue que completamos<br />
pa’ irnos con el muchacho que era el contacto, el que según<br />
nos iba a pagar la pasada. Nos movimos hasta Georgia, hasta<br />
allá fui a parar. Entré a trabajar en una que se llama “Ki and Pi”,<br />
una camaronera. Ahí los trabajadores, casi la mayoría, eran<br />
puros indocumentados. Saca uno una cre<strong>de</strong>ncial chueca y el<br />
seguro, ya con eso entra uno a trabajar, pero creo que esa<br />
compañía fue multada. Ahí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que llegué en esa me quedé.<br />
Tardé un año y siete meses, con eso compré este solar, aquí<br />
armé una casita <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. Cuando yo me fui, mi niña apenas<br />
iba a tener el año. Cuando me fui compré este lugar. Aquí<br />
ganaba yo poco, ganaba yo doscientos sesenta, doscientos<br />
setenta, variaba. Le <strong>de</strong>cía yo a Bartola,<br />
- Ya tengo la casa pues, mi casita <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra - era <strong>de</strong><br />
ma<strong>de</strong>ra- ya con esa, pues hay que ser conformista, ya me<br />
voy.<br />
- Pues vente - dice.<br />
El segundo viaje<br />
Regresé aquí y me quedé como dos años o más, pero ya no<br />
me empezó a gustar la casa que tenía yo. A tiempo otro amigo<br />
me dice un día, él era soldado,<br />
- ¿Qué onda huesos? Vámonos pa’ el otro lado. Yo tengo<br />
unos amigos allá en California ¡Vámonos para allá! - dice.<br />
66