La “Pascendi Dominici Gregis” (1907) vista desde los ... - CSIC
La “Pascendi Dominici Gregis” (1907) vista desde los ... - CSIC
La “Pascendi Dominici Gregis” (1907) vista desde los ... - CSIC
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
44 CRISTÓBAL ROBLES MUÑOZ [34]<br />
Había tratado siempre de cosas ajenas a la fe y a las costumbres.<br />
Quiso inspirarse siempre en estos dos principios: respeto a la Santa<br />
Sede y consideración hacia la piedad de <strong>los</strong> fieles, por una parte, y<br />
por otra, un “sicuro e profondo e fortissimo amore della Chiesa e desiderio<br />
del suo bene”. Nadie había hallado errores doctrinales, pero<br />
se le tachaba de no estimar la disciplina de la Iglesia 96 . Había tenido<br />
como consigna “Con Roma e per Roma sempre”.<br />
En este punto de su extenso escrito, Murri encara el centro de<br />
problema. ¿Se mantiene el Papa en <strong>los</strong> límites que impone la naturaleza<br />
de la Iglesia cuando interviene en el movimiento social? ¿Los sobrepasa<br />
y crea así una confusión, que perturba radicalmente la actividad<br />
humana, individual y colectiva? ¿No se salía de la esfera en la<br />
que tiene que ejercer su autoridad? 97<br />
Hasta ese momento las directrices sociales de la Iglesia habían<br />
carecido del carácter de “precisas, uniformes y constantes”. Habían<br />
sido variables. “Certo io non nego di aver combatutto una politica<br />
che tutti gli indizzi fanno supporre abbia le preferenze di Pio X, ma<br />
che non fu nè saprebbe in alcun modo essere imposta” 98 . No tenía<br />
conciencia de haber desobedecido a la Santa Sede cuando se le había<br />
transmitido un mandato preciso. No era este el caso 99 . No podía revisar<br />
toda su actividad anterior y rechazarla. Eso le envilecería ante<br />
su conciencia de sacerdote y ante Dios.<br />
habían adueñado de su dirección, silenciando a quienes no pensaban como el<strong>los</strong>.<br />
En Francia deseaban controlar la Jeneusse Catholique. Querían hacer de Marc<br />
Sangnier el Murri francés. Acababa de publicarse en <strong>La</strong> Semaine Religieuse, de<br />
Cambrai, que no había que preocuparse de sus ataques a la Iglesia. “Esos jacobinos”<br />
sólo tocaban, según esta publicación, lo que había envejecido en la Iglesia.<br />
Turinaz-Merry del Val, Nancy 10 de diciembre, ASV Segr.Stato 82 (1908) 8<br />
124-125. Sobre la organización de la juventud católica en Francia, Charles Molette,<br />
L’Association Catholique de la Jeuneusse Française (1886-<strong>1907</strong>). Une prise<br />
de conscience du laïcat catholique, Paris 1968, 807 pp.<br />
96. Mencionaba la acusación del arzobispo Castelli. El 25 de abril lo calificaba<br />
de modernista. ¿Con qué pruebas? No las había. Recordaba que siempre había<br />
combatido <strong>los</strong> errores señalados por Pío X en su alocución consistorial.<br />
97. Fue este uno de <strong>los</strong> puntos tratados en Molveno. Frederich von Hügel sostuvo<br />
que la autoridad estaba sometida a límites en la Iglesia como lo estaba en la<br />
sociedad. “Vísperas de la Pascendi: Il Santo de Antonio Fogazzaro y el encuentro<br />
de Molveno”, Hispania Sacra LVIII/118 (2006) 683-753.<br />
98. Murri indicaba algunos fracasos del movimiento católico en Italia y el ascenso<br />
del anticlericalismo después de 1904, ibídem 48-49.<br />
99. “Una punizione così grave, inflitta in maniera così straordinaria, per colpe<br />
così genericamente e indirettamete indicate, costituisce, a me sembra, un eccesso<br />
di severità del quale non posso non dolermi”. Jamás había faltado al respeto<br />
debido a la autoridad. No podía, por tanto aceptar las acusaciones que el<br />
arzobispo le enumeraba en su carta del 11 de mayo, ibídem 49-57.