CIENCIA - Revista hispano-americana de Ciencias puras y aplicadas

CIENCIA
dante en el Estero Grande de Cabo Rojo, y uno
de ellos habl() de la captura de la especie en
Tuxpan. El autor no ha podido observar ninguna
durante su residencia de ocho meses en
Veracruz, y un texano que conocía bien esta
especie, le informó que no había visto ninguna
en una estancia de aIio y medio en Tecolutla.
Los datos obtenidos por el autor están de
acuerdo con lo dicho por Pearson (1929) sobre
el ciclo vital de la corvina. Los informes persistentes
.de la cría de esta especie en la Laguna
Madre de Tamaulipas no han sido comprobados.
Tan sólo uno de los ejemplares obtenidos
en la Laguna durante estas investigaciones sobrepasó
el mínimo de longitud de Pearson de
75 cm para el pez maduro, Este ejemplar medía
92 cm de longitud total y fue capturado
el 15 de. noviembre, 1953. Los pescadores comerciales,
que han pescado tanto en Texas como
en México, han solicitado del autor que
les explicara por qué han encontrado corvinas
maduras que sólo medían 46 cm de longitud
total en la Laguna MacJre de Tamaulipas, pero
no en Texas, y en atenci('m a ello se hizo un
esfuerzo particular para encontrar pequeIias corvinas
maduras aunque sin. éxito.
Las capturas mayores, según muestran las estadísticas,
ocurren durante los meses de septiembre
y octubre cuando se congregan las corvinas
cerca de los pasos en su camino al Golfo, y
durante marzo, cuando entran de nuevo a la
Laguna. Se ha observado que algunas corvinas,
por lo general jóvenes, permanecen en la Laguna
durante todo el invierno, pero su disponibilidad
para los pescadores deportivos varía,
y son m~ís r;ípidamente atrapados cuando buscan
los agujeros más profundos durante una
ola fría. Grandes machos de corvinas se capturan
a lo largo del litoral en todas las estaciones
del año, y en los años pasados la mejor zona
para su pesca deportiva fue a lo largo de la costa
occidental del Golfo de acuerdo con pescadores
bien informados, desde Punta Jerez al Río
Soto ]a Marina.
Leioslolll1/s XalllltllrllS, no es importante comercialmente
ni tampoco abunda en la Laguna
Madre; sin embargo, una visita a Barra
del Tordo en mayo 1956 proporcionó la captura
de un· ejemplar en el Río San Rafael, ]0
que constituye al. parecer el: punto más meridional
conocido de esta esp~cie en aguas protegidas.
Hildebrand (1954) notó que nó·es raro
en los pesqueros de camarón café conocidos en
Texas. como de 24° 10' y Springer y- Bullis
(1956) la mencionan de diversas estaciones de
la Sonda de Campeche. Los pescadores mexicanos
no tienen nombre para este pez m;ís que
el de "croaker flat" pronunciado con un acento
espaiíolizado. El 17 de noviembre, 1953 el
autor examinó 20 ejemplares que variaban de
longitud total de 25 a 31 cm, y t()(los ellos
tenían las gónadas maduras y hubierandesovado
en muy corto tiempo.
El ronco, iUiéropogon undulalus, es uno de
los peces comerciales de importancia de la laguna,
pero dehido a su corta talla y las demandas
espoddicas de mercado no ·es utilizado
totalmente. Aun no est~í aclarado si es una
sóla, -o son dos, las especies que viven en la
Laguna. Todos los roncos examinados detenidamente
por el autor resultaron ser iVI. undu·
lallls, pero la gurrubata, M. fllmieri, puede existir
también. .
Durante esta investigación, los A1enticirrhus
spp. fueron raros. Carecen de importancia comercial
en la laguna, sin embargo, la presencia
del gran 1'1. littoralis en la. hahía fue inesperada
al hallarlo lejos de su nicho ecológico
usual en costas batidas por la marejada. El 17
de noviembre; 1953 se hall() un kI. americanus
con hueva casi madura, en el canal de Punta
Piedras.
Posiblemente el tambor, Paganías cramis, es
m;ís numeroso que la corvina y la trucha de
mar, si bien los desembarcos de este pez no
han excedido nunca a los de la trucha de mar.
El tambor, sin embargo, tiene tan poca venta,
que los desembarcos an uales reflejan el estado
del mercado mejor. que la abundancia de
esta especie. El tambor fue capturado con chinchorro
en lós llanos someros del 1aguito posterior
de Punta Piedras más que en el canal adyacente
o laguna principal durante el mes de noviembre
de 1953.
La trucha de mar, C)'llosciall l1eblllosllS, a juzgar
por el volumen de los desembarcos comerciakses
m;ísabundante en Punta. Piedras que
en ningún otro lugar de su ;írea de distribución.
Los datos publicados sobre su existencia a lo largo
de la costa oriental de México son escasos.
MacDonald, el dueño del campo deportivo de
pesca situado en Barra del Tordo señala que
la especie es abundante en la Laguna de San
Andrés, donde él mantiene un campo secundario
para los texanos a los que les gusta· pescar
estas truchas. También se la captura comúnmente
en la Laguna. de Tamiahua, pero en
opinión del autor la pesca no merece el par-
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