CIENCIA - Revista hispano-americana de Ciencias puras y aplicadas

CIENCIA
MOMENTO D E L O S ORIGENES
Comentario a los "Oríge nes del Conocimiento"
de Don Ramón Turró
por
AUGUSTO PI SUÑER,
Instituto de Medicina Experilllelltal,
FacuILad de Medicina,
Caracas.
Ramón Turró se caracterizaba sobre todo
por su severa formación filosófica. La atribuían
algunos a su paso por el seminario, cosa que
él negó siempre, pero que pennitía barruntar el
. número de eclesi~ísticos de su próxima familia.
Los años de su juventud aparecen confusos.
Afirmaba Turró haber cursado estudios de filosofía
y letras y había pasado bastantes años.
en Madrid, cuando publicó su tan importante
libro "La Circulation du sang" rebatiendo la
tesis exclusivamente mecanicista de Marey y
asentando la noción, después tantas veces comprobada,
de la importancia de la vasomotricidad
para el buen régimen circulatorio.
En sus allOS de Madrid, donde Turró vivía
de trabajos periodísticos, tuvo lugar la célebre
discusión con Letamendi acerca de la fórmula
de la vida que éste había propuesto, y que
Turró consideraba inexacta. Inició más tarde
sus estudios de medicina en Barcelona; estudios
que no llegó a completar, y ya en edad madura
logró fácilmente el título de Doctor en Medicina
Veterinaria.
Pero fue en todo tiempo un autodidacta;
que se interesó con fervor por la fisiología y,
accidentalmente, por la bacteriología. Mi padre,
Jaime Pi Suñer, a la sazón catedrático de
Patología General de la Facultad de Barcelona,
pudo conseguir que en aquella Facultad se instalara
un modesto laboratorio de Bacteriología,
cuya dirección fue encomendada a Turró. Años
después pasó a dirigir el Laboratorio Microbiológico
Municipal de la Ciudad de Barcelona,
y fue por mucho tiempo profesor de Bacteriología
en la Acadelnia y Laboratorio de Ciencias
Médicas de CatalUlla.
Publicó importantes trabajos sobre bacteriología
e inmunología, considerando que la inmunidad
fuese simplemente un proceso fisiológico,
una modalidad más de las operaciones del
metaholismo. Su descubrimiento de las bacteriolisinas
tisulares es de los que forman época.
Pero la fisiología y la psicología continuaban,
en todo tiempo, despertando su mayor interés.
Son notables sus investigaciones acerca de L
los mecanismos de la equilibración del cuerpo
humano, adelantándose también a su tiempo .
y en esta época iban fraguándose sus ideas con
referencia a la inextricable relación entre la
vida fisiológica y la vida psíquica; entre función
y pensamien too
El tránsito del siglo XIX al XX marca un
viraje trascendental en los conceptos fundamentales
de la fisiología. Yo podía escribir en 1911
"Diez años de Fisiología en el Siglo XX": "Los
estudios de Fisiología y, en general, de las ciencias
biológicas, muestran hoy una característica
común, f¡ícil de descubrir. El siglo XIX se preocupó
del estudio de las funciones de los órganos.
Constituída la Fisiología, era lógico que
se descompusiera el organismo en un trabajo
de análisis, inquiriendo los mecanismos de actividad
de las diversas partes del cuerpo. Este
criterio anatómico ha caracterizado los primeros
tiempos de todas las ciencias. El siglo XIX
continúa la tradición del Renacimiento, y se
estudia la Fisiología bajo la influencia del cercano
anfiteatro de disección: cada órgano una
individualidad fisiológica, cada órgano con su
función peculiar. Se ha observado, después, que
cada órgano desempella varias y diferentes funciones
y que, recíprocamente, las funciones que
no se localizan en un solo órgano son caSI
todas".
"i Desde hace unos años va marcándose una
nueva corriente que nos dará una ciencia enteramente
nueva! Y precisamente ahora, al contemplarla
armónica, arquitecturada, en el año
1911, y al reflexionar en lo que esto significa
para la ciencia, y en su trascendencia filO!iófica,
es cuando comprendemos la enorme importancia
de las últimas investigaciones. Nos referimos
al estudio de las relaciones interfuncionales;
estudio comenzado modestamente sin prever
su porvenir, por diferentes sabios: cada cual
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