Super Memoria Alfa - Super Aprendizaje Alfa

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BASES ORGÁNICAS DE LA MEMORIA
El modelo más simple de la memoria orgánica son los reflejos primitivos.
Los reflejos primitivos proceden de una disposición innata. En un principio
eran imperfectos y se fueron perfeccionando y fijando a través de muchas
repeticiones hasta convertirse en una propiedad del organismo. Estos
reflejos son hereditario su finalidad es la supervivencia. Gracias a la
memoria organizada el cuerpo humano funciona en forma automática,
sincronizada y eficaz.
El ser humano adulto funcionan con facilidad, debido a movimientos
adquiridos y coordinados que constituyen la memoria de cada cuerpo. Esta
memoria hace que los seres humanos realicen en forma automática y
eficaz innumerables actividades necesarias para sobrevivir, adaptarse y
crecer. Un niño recién nacido no puede sentarse, ni levantarse ni caminar.
Necesita de un largo entrenamiento, durante el cual sus músculos
“aprenden” a funcionar en forma coordinada. Este aprendizaje queda
grabado en la memoria corporal general, de la cual, cada célula, cada
músculo, cada órgano... forma parte. En adelante, ante un estímulo, se
activará la memoria y se desencadenará el movimiento corporal adecuado.
La base primaria de la memoria son los reflejos primitivos a partir de los
cuales se producen asociaciones; con el ejercicio se van eliminando los
movimientos innecesarios y se adquieren conductas más perfectas que se
graban en la memoria, convertidas en costumbres automáticas.
Cuanto más largo y perfecto es el entrenamiento, más fiel y perfecta es la
memoria y la conducta correspondiente.
Este principio es bien conocido, especialmente por los entrenadores de
deportes; quienes centran su esfuerzo en lograr que sus alumnos
perfeccionen su habilidad, mediante el desarrollo de reflejos cada vez más
perfectos. De esta forma adquieren una memoria corporal superior que
genera movimientos más fluidos y eficaces.
La memoria corporal depende del desarrollo del sistema nervioso, por lo
cual, se llama memoria psicomotriz.
Existen movimientos más artificiales y sofisticados, como son las
habilidades propias de cada juego, oficio, profesión. Estos movimientos
exigen, al principio, un entrenamiento consciente y constante, hasta que
terminan por convertirse en automatismos, gracias a que la experiencia
queda fijada en la memoria. Con el tiempo, la persona realiza los
movimientos en forma fluida, perfecta y sin esfuerzo.
Los mecanismos de la memoria psicológica son iguales a los de la memoria
orgánica, excepto en un punto: La memoria psicológica es consciente.
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