Super Memoria Alfa - Super Aprendizaje Alfa

El cerebro significa aproximadamente el 2% del peso del cuerpo, pero
consume el 20% de la energía del organismo, debido a su intensa
actividad.
El cerebro no descansa de día ni de noche; está siempre activo,
procesando la información y realizando nuevas conexiones.
Cuando existe un proyecto importante y atractivo, el cerebro dirige la
información y la energía de todas las neuronas en la dirección indicada
para convertir el proyecto en realidad.
El interés activa el cerebro y unifica toda la energía, lo que facilita la
concentración, la comprensión y la creatividad.
Cuando existen diversos intereses, las neuronas se ven obligadas a
trabajar en distintos frentes, con lo cual la energía mental se dispersa y
carece de poder para lograr objetivos importantes.
Aunque las leyes que rigen el cerebro son universales, cada cerebro es
único y funciona de forma muy personal. Es un sistema cerrado que se
conecta con el mundo a través de los sentidos.
El cerebro es exclusivo de los seres vivos que necesitan moverse. Por
ejemplo, existen unos animalitos marinos llamados tunicados; cuando
nacen tienen un cerebro elemental que les sirve para moverse y
desplazarse hasta llegar a una roca, a la cual se adhieren por el resto de su
vida. Como ya no necesitan el cerebro lo devoran.
El cerebro tiene como función captar y procesar información sobre el
mundo que le rodea para adaptarse a él y sobrevivir. En lo animales
inferiores el objetivo fundamental es percibir al enemigo y huir de él;
conseguir alimento y sobrevivir. En el caso de los seres evolucionados
(seres humanos) la vida es muy compleja y por tanto, el cerebro ha
necesitado desarrollarse en muchos aspectos para adaptarse a una
sociedad que evoluciona. Su capacidad para procesar y adaptarse,
depende de la programación mental recibida a través de la educación. En
principio, todo niño nace con un cerebro poderoso, pero necesita ser
programado para que se active. Los estímulos y el afecto son requisitos
indispensables para su desarrollo.
El cerebro no es un robot, es humano y, por tanto, sensible a todo lo que
ocurre dentro y fuera de él. Los estímulos pueden activarlo o bloquearlo;
por lo cual, es conveniente aprender a seleccionar ideas, personas y
sentimientos. El cerebro aprende, se adapta y puede reprogramarse.
El conocimiento de la estructura, del funcionamiento y de las leyes que
rigen la actividad del cerebro está abriendo caminos a nuevas formas de
aprendizaje y de creatividad.
Por ejemplo, se sabe que el ritmo del cerebro de un bebé es el doble del
ritmo del cerebro del adulto; que los estímulos incrementan en un 25% las
sinapsis y por tanto, la capacidad e aprendizaje. Esta experiencia sugiere la
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