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Encaje, Cultura y Tradición - Universitat per a Majors

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pudieran enseñar a las jóvenes campesinas. Años más tarde, sobre 1712 llegan también<br />

bolilleras de Brabante.<br />

Estas iniciativas pros<strong>per</strong>an y dan el fruto es<strong>per</strong>ado, la producción de puntillas<br />

de bolillos de Tönder mejorará en calidad. Extendiéndose su producción por el sur este<br />

de la península y a la isla de Romö. También contribuyó al desarrollo del encaje de<br />

bolillos el hecho que el año 1643 desde la corona se publica un Acta de protección de la<br />

producción de puntos autóctonos y se grava el uso de los puntos extranjeros.<br />

Las puntillas danesas tienen mucho en común con los géneros denominados de<br />

Amberes. Sus principales características son: puntos de hilos seguidos de anchura entre<br />

4 y 8 cm; de diseños geométricos, llevan hilo siguiendo los motivos y están trabajados<br />

en hilos de lino de calibre entre fino y fino. Dentro de la producción de puntos Tönder<br />

había muchas variedades, <strong>per</strong>o en general las piezas tenían un buen nivel técnico y de<br />

acabado. Por otra parte, en el siglo XIX en Dinamarca, llegan a trabajarse con éxito<br />

modalidades de puntillas de bolillos siguiendo modelos franceses clásicos de los<br />

géneros Lille y Muslín.<br />

El año que marca el mejor momento de desarrollo de las puntillas danesas es<br />

allá por el año 1801, época en la que se dedican a hacer puntillas en Dinamarca más de<br />

20.000 <strong>per</strong>sonas entre hombres y mujeres. Y como ocurre en cualquier proceso, pasados<br />

unos años de rendimiento óptimo, la actividad empieza a decaer y ya bien entrado el<br />

siglo XIX, las puntillas de Tönder pasan una crisis, estando abiertos alrededor del año<br />

1840 tan sólo 6 talleres de producción de encajes. Por otra parte, las bolilleras de<br />

Dinamarca también llegaron a trabajar puntos a la aguja del tipo veneciano y siguiendo<br />

el estilo nórdico de trabajar aprovechando los propios hilos de la tela, puntos del género<br />

macramé de buena calidad.<br />

En la actualidad la situación es parecida a la del resto del continente, o sea que<br />

la producción de encajes de bolillos se mantiene como actividad de tiempo libre.<br />

Por si alguien le interesa hacer una visita hay colecciones de encajes<br />

interesantes en el Museo de Koge, Museo del Greve y Museo Nacional de la tradición<br />

danesa de Copenhague.<br />

Como resumen puede decirse que desde el punto de vista del encaje de<br />

bolillos, no hay “un país pequeño”. Cada uno desarrolla unos géneros que a lo largo del<br />

tiempo toman unas características y novedades que lo hacen singular.

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