La avutarda hubara - SEO/BirdLife
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Prólogo<br />
poblaciones de Fuerteventura y <strong>La</strong> Graciosa se podrían considerar como más o<br />
menos estables. <strong>La</strong>s estimaciones sobre el número total de <strong>avutarda</strong>s existentes<br />
(778-1.282 individuos), y sus respectivas densidades por islas, pueden parecer<br />
elevadas, pero no debemos olvidar que habitan en medios insulares cuyo hábitat<br />
presenta una superficie relativamente limitada. En este sentido, a pesar de que<br />
con la estimación poblacional global no podemos considerar a la <strong>avutarda</strong> como<br />
en alto riesgo de extinción, esta especie sigue padeciendo importantes problemas<br />
de conservación, como la destrucción del hábitat, la elevada mortalidad por<br />
colisión con tendidos eléctricos, el sobrepastoreo, etc.<br />
Por último, y a pesar de que hemos de considerar que en la actualidad el futuro de<br />
la <strong>avutarda</strong> <strong>hubara</strong> canaria no está seriamente comprometido, el rápido crecimiento<br />
de la población humana en las islas orientales, en la última década, ha llevado<br />
consigo una importante expansión urbanística y de infraestructuras de todo<br />
tipo. Por este motivo, sí que me preocupa el hecho de que el hábitat óptimo de<br />
esta ave tan emblemática haya sufrido una regresión del 10,5% en los últimos 10<br />
años, lo que indica la rapidez y el alarmante grado de deterioro que están sufriendo<br />
los ecosistemas semidesérticos de las islas orientales. Además, junto a la <strong>avutarda</strong><br />
<strong>hubara</strong> habitan otras especies de gran valor natural, como corredores, alcaravanes,<br />
gangas, terreras marismeñas, bisbitas camineros, camachuelos<br />
trompeteros, etc. Este importante deterioro ambiental exigiría una profunda<br />
reflexión por parte de las instituciones competentes en estas islas. No obstante,<br />
me temo que esto no sea más que un modesto ejercicio de reflexión personal ya<br />
que, en general, en la mayoría de círculos políticos, la idea de conservar el medio<br />
natural para las futuras generaciones solamente suena a mera música celestial.<br />
Esperemos que los resultados que aquí se presentan sirvan para enderezar esa<br />
dinámica, puesto que aportan datos fiables y rigurosos que ayudan en la gestión<br />
de un ambiente natural cada vez más alterado por la mano del hombre.<br />
Tagoro, 22 de marzo de 2008<br />
Manuel Nogales<br />
Grupo de Ecología y Evolución en Islas<br />
IPNA-CSIC<br />
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