REVISTA PESCA FEBRERO 2015

da y, en función de la misma, deben recomendarse varias
alternativas de gestión
Del Enfoque de Precaución al objetivo de Rendimiento
Máximo Sostenible
En la década de los 90, tienen lugar eventos internacionales
que influyen en la evaluación de pesquerías y en
su gestión. Se desarrolla el cálculo de los llamados puntos
biológicos de referencia, en el marco del enfoque de
precaución. Su objetivo es mantener en el mar unos niveles
de los stocks de reproductores que aseguren con
una alta probabilidad buenos reclutamientos y no sobrepasar
una mortalidad por pesca que sitúe al stock fuera
de los límites biológicos de sostenibilidad.
Los puntos así calculados, al compararse con los actuales
del stock, recomiendan las medidas a tomar, bien vía
mortalidad por pesca (esfuerzo de pesca autorizado para
el año siguiente), o bien vía captura total permitida
(TAC), que no es sino una medida indirecta del esfuerzo.
La ausencia de datos lleva a medidas de gestión más
restrictivas, o, como decía mi profesor E. Cadima en los
años 70 ―O crimen nao compensa‖.
Posteriormente se acepta como objetivo el Rendimiento
Máximo Sostenible. Para ello es preciso cuantificar el estado
del stock y la tasa de mortalidad pesquera que
produce el máximo rendimiento, a partir de la cual habría
menos rendimientos y se obtendrían menores reclutamientos.
La transparencia en la evaluación y la gestión
La relación entre investigadores, administraciones y pescadores
es una necesidad contemplada desde antiguo.
La incertidumbre de las evaluaciones debe ser cuantificada
y, en función de la misma, deben recomendarse varias
alternativas de gestión. Ahí pueden y deben entran
en juego los factores socio-económicos. Desde 2004 se
han puesto en funcionamiento en la UE los Comités Regionales
Asesores de la Comisión, en el que participan
representantes del sector pesquero, administraciones,
ONGs, Comisión. Pero la verdad es que no parece
que los pescadores estén muy satisfechos con los resultados.
Las organizaciones medioambientalistas han alcanzado
una notable influencia en la Sociedad y en las
Administraciones, no siempre con razón. Como hemos
señalado en artículos anteriores de esta Revista, el pescador
debe ser considerado como un ser vivo más que
interacciona en el ecosistema marino, con el que debe
encontrar un equilibrio sostenible. No en balde, además
de riqueza, proporciona decenas de millones de toneladas
anuales a la alimentación mundial.=
Fuente:
http:/ /www.in dustrias pes queras. com/no ti cias/
o p i n i o n / 3 7 8 2 9 /
la_investigacion_y_la_gestion_de__la_actividad_pesquer
a_evolucion_historica.html
―Quienes han decidido qué especies domesticar y cuáles dejar en estado salvaje han sido, durante demasiado tiempo,
los empresarios. Sus decisiones se han basado en las reglas de mercado y del beneficio, e históricamente no han
consultado con los gestores ni los biólogos que estudian la dinámica de los peces salvajes. No tiene sentido. Si seguimos
por ese camino, destruiremos un sistema alimentario y los sustituiremos por otro, inferior, como ya lo hemos
hecho en la mayor parte de los lagos de agua dulce y los ríos del mundo. Por consiguiente, necesitamos un conjunto
de principios que nos orienten en la domesticación y que contemplen los impactos sobre los mares salvajes.
En un mundo donde cada vez se reducen más las fuentes de alimentos, no nos podemos permitir peces que para
producir 1 kilo de carne comestible necesiten más comida que la que necesitan nuestros animales terrestres más eficientes.
Los peces, por su propia naturaleza, deben ser más eficientes que los animales terrestres: no tiene necesidad
de calentarse ni de luchar contra la gravedad‖
Paul Greenberg
Cuatro Peces
Revista Pesca Febrero 2015 60