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peligrosos, pero el habitante del barrio B sólo ve peligrosos a los del C<br />
y no se identifica a sí mismo como peligroso. A su vez, los habitantes<br />
del barrio C verán que sólo son peligrosos los del barrio D, si existiera<br />
ese barrio, o verá peligrosos a algunos de sus vecinos o sentirán como<br />
inseguros algunos de los espacios de su barrio. La categoría de<br />
peligroso como nueva clase a combatir, tiene como particularidad que<br />
siempre existe un otro al cual adscribirle la identidad deteriorada y<br />
como tal, genera un estigma del que nadie se quiere hacer cargo. Ser<br />
imaginado y etiquetado como peligroso apareja como consecuencia en<br />
estas sociedades de control, ser digno de castigo. El estigma funciona<br />
como un tizón ardiente, quien lo encuentra sobre sí, intenta deshacerse<br />
arrojándolo a otro grupo de personas.<br />
Esto guarda relación con la presencia del miedo, la percepción<br />
de la criminalidad como un tema culturalmente importante y que<br />
requiere ser tematizado y analizado independientemente de la tasa real<br />
de delitos.<br />
La (in)seguridad entendida en este sentido fetiche que<br />
hegemónicamente se ha construido, tiene una estrecha vinculación con<br />
el control de grupos potencialmente peligrosos. Esta nueva clase es<br />
aquella que bebe en la vía pública y de manera escandalosa, merodea<br />
sin motivos, ejerce la vagancia, se prostituye, no puede justificar su<br />
presencia en el lugar, en definitiva, la que realiza las conductas<br />
castigadas por el Código de Faltas. 17<br />
Junto con el de seguridad, se ha distorsionado también el<br />
término prevención. En el debate parlamentario del Código de Faltas,<br />
los legisladores justificaban su uso como forma de prevención del<br />
delito. En la práctica funciona como un mecanismo de control y<br />
encerramiento de las clases etiquetadas como peligrosas, haciendo de<br />
la prevención una forma de castigo.<br />
53<br />
17 Las relaciones entre nuevas racionalidades punitivas como la teoría de las ventanas<br />
rotas y el Código de Faltas es directa, ya que la teoría de las ventanas rotas plantea la<br />
necesidad de castigar, severamente, las pequeñas incivilidades, y el código de faltas<br />
hace exactamente ello.