Territorios colectivos de indígenas y afroamericanos

y Ecuador. Resulta claro que en estos el manejo que se dé a aquellas materias de alto interés para los
indígenas, puede jugar un papel determinante en la estabilidad social y política futuras. Sin embargo,
haciendo caso omiso del peso demográfico que tengan los pueblos indígenas en las respectivas sociedades
nacionales, algunas consideraciones de otro orden resultan útiles para medir el significado de la presencia
indígena en los países:
• Por su presencia milenaria en el territorio de los países, los pueblos indígenas han tenido una
participación activa en la formación de las actuales sociedades que los habitan. Participando en la historia
de cada país, han contribuido a otorgar identidad étnica y cultural a las sociedades nacionales en su
conjunto. Y habiendo mantenido, como mantienen muchos de estos pueblos, parte importante de su
acervo histórico y cultural, está claro que aún representan un valioso apoyo para el avance de estas
sociedades en su búsqueda de estabilidad e identidad.
• Por la conservación de formas propias de organización social, fundadas en los principios de
solidaridad y reciprocidad, seriamente quebrantados en el sistema de vida de otros sectores sociales de la
nación, los pueblos indígenas y sectores muy importantes de las comunidades afroamericanas representan
unos valores indispensables para la reflexión y la rectificación de los modelos de convivencia social en
uso.
• Por su presencia milenaria en los espacios geográficos que habitan los indígenas de la Gran
Región de Centro, Sudamérica y Caribe, en su inmensa mayoría, mantienen un rico acervo de
conocimientos y de técnicas que les permiten la relación y el aprovechamiento del medio, haciendo un
mantenimiento equilibrado del mismo. Un estudio del TCA del año 96 acreditaba la población actual de
la Región Amazónica por un número de 386 pueblos indígenas. Cada una de estas agrupaciones (muchas
con poblaciones que no superan las 500 personas) ha desarrollado y mantenido una serie de estrategias
que les ha hecho posible la supervivencia en medios insalubres. Empresas que investigan con fines
comerciales la riqueza de la biodiversidad y del conocimiento tradicional indígena avanzan en la
búsqueda de este saber, frecuentemente al margen de los gobiernos y sin acatar un orden legal que haga
justicia a los países y a los pueblos indígenas.
• También por la dimensión y las características geopolíticas de los territorios que ocupan, los
pueblos y comunidades indígenas tienen y están llamados a tener en el futuro una presencia trascendente
en la vida de los países. No existe una información precisa sobre el tamaño de las tierras ocupadas por los
pueblos indígenas en los países de Centro, Sudamérica y el Caribe. El estudio antes citado del TCA,
señalaba para 1996 en los 8 países firmantes del Tratado un avance de legalización de tierras que cubría
una superficie de 109 millones de hectáreas en la Región Amazónica y beneficiaba sólo a un 56% de la
población. Una estimación muy aproximada del avance actual, señalaría una superficie no inferior a los
155 millones de hectáreas para la misma región, quedando aproximadamente un 35% de la población
indígena pendiente de la legalización. Si se considera que un altísimo porcentaje de tierras reconocidas
(aproximadamente el 86%) correspondería a sólo dos países (Brasil y Colombia), que algunos han
avanzado muy poco en las tareas de legalización y que otros aún no han iniciado este trabajo, se puede
presumir la inmensidad del espacio físico ocupado por los pueblos indígenas, con título o sin él. Se sabe
también que gran parte de las tierras indígenas corresponde a regiones limítrofes de los países o a grandes
espacios de las cordilleras, importantes en ambos casos para la seguridad de los Estados y la protección de
valiosos recursos naturales.
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