Cubierta completa Salir Marcha - Plan Nacional sobre drogas
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de que el nivel educativo de los jóvenes que participan<br />
en la vida recreativa de fin de semana tiene un nivel de<br />
estudios alto, puesto que el 43,4% tienen nivel universitario<br />
y, además, buena parte de ellos se consideran<br />
a si mismos como buenos estudiantes.<br />
En este sentido, parece interesante traer a colación las<br />
conclusiones de un estudio que llama la atención <strong>sobre</strong><br />
los problemas de consumo de los buenos estudiantes<br />
(Evans 1992). Empieza recordando que existen consumos<br />
en todos los niveles de rendimiento escolar, por lo<br />
que se debe ser cauteloso en sólo querer ver la relación<br />
consumo versus bajo rendimiento escolar. En la práctica<br />
los alumnos brillantes conseguirían, por lo menos a<br />
corto plazo, mitigar los problemas causados por el uso<br />
de sustancias debido a factores o habilidades tales<br />
como poseer mayores aspiraciones educativas, nivel de<br />
estudios de los padres o una mayor estabilidad emocional.<br />
Esta mayor capacidad de lidiar con los problemas<br />
derivados del consumo tendría diversas consecuencias<br />
prácticas como que tanto ellos mismos como los demás<br />
no serían tan conscientes de los problemas que el consumo<br />
puede generar y, en segundo lugar, el problema<br />
preventivo que generan al ver a otros compañeros como<br />
ellos que son capaces de ‘compatibilizar’ el consumir<br />
<strong>drogas</strong> y el estudiar. Esta última cuestión se complica<br />
todavía más al ser estos estudiantes brillantes bastante<br />
participativos en actividades extracurriculares, más<br />
incluso que los no consumidores, lo que les sitúa en una<br />
posición de modelos sociales.<br />
Jóvenes y adultos<br />
Parece desprenderse claramente de los datos expuestos<br />
la idea de que los jóvenes en nuestro estudio afirman<br />
recibir más bien poco control por parte de sus<br />
padres. El control de los padres, junto con muchos<br />
otros temas familiares, ha sido un tema de estudio<br />
recurrente en la investigación <strong>sobre</strong> la etiología del<br />
consumo, dado que ha sido considerado uno de los<br />
factores de riesgo o protección claves por la literatura<br />
especializada.<br />
Sea como sea es evidente que se están produciendo<br />
grandes cambios en los sistemas de socialización de los<br />
jóvenes españoles. La supervisión de padres, escuela y<br />
otras instituciones ha cambiado mucho y falta por ver de<br />
qué forma llegan estas instituciones a cumplir en la<br />
actualidad con las necesidades educativas de los jóvenes.<br />
Los espacios sociales en que se socializan los jóvenes<br />
también se han ampliado de tal manera que la televisión<br />
y los elementos del mundo recreativo se han convertido<br />
en agentes socializadores de primer orden.<br />
Sean cuales sean las circunstancias que rodean a este<br />
clima de tolerancia generado alrededor de los jóvenes,<br />
el resultado es que los jóvenes de hoy en día pueden<br />
expresarse y participar de la diversión sin parangón con<br />
épocas anteriores, en las que los valores morales condenaban<br />
muchas de las prácticas actuales relacionadas<br />
con la vida recreativa.<br />
La transformación de los valores sociales es un elemento<br />
que adquiere enorme significado en la relación<br />
intergeneracional. En algunas ocasiones son los propios<br />
padres y la población adulta en general quienes<br />
estimulan a los jóvenes hacía un estilo de vida propicio<br />
a la evasión y un estilo de diversión que favorece<br />
el consumo de <strong>drogas</strong>. Algunos autores consideran<br />
que los jóvenes actuales son un proyecto convertido<br />
en realidad del imaginario de la población adulta,<br />
aunque es posible que siempre haya sido así. La actitud<br />
de los adultos no se queda en la pasividad tolerante,<br />
más bien son propulsores de la diversión. Por<br />
supuesto la actitud de los adultos está orientada<br />
hacía un fin positivo e idealista donde el consumo de<br />
<strong>drogas</strong> no estaba previsto y ha surgido como una<br />
consecuencia perversa. Sin embargo, la importancia<br />
de la familia y del contexto familiar continúa siendo<br />
crucial para explicar la actitud que adoptan los jóvenes<br />
frente a las <strong>drogas</strong>.<br />
<strong>Salir</strong> de marcha sale caro a estos jóvenes. Es la actividad<br />
donde más dinero se gastan de su asignación<br />
semanal y principalmente en el consumo de <strong>drogas</strong>,<br />
legales e ilegales. En promedio los jóvenes se gastan<br />
9.915 pesetas cada semana, de las cuales 2.556 se