Cubierta completa Salir Marcha - Plan Nacional sobre drogas
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durante una temporada los viernes por la noche se<br />
acercaban parejas jóvenes en moto a cambiar un par<br />
de jeringuillas. En cualquier caso parece que la droga<br />
preferida para compensar los efectos de las <strong>drogas</strong><br />
estimulantes es el cánnabis, los tranquilizantes y los<br />
somníferos.<br />
La única nueva droga mencionada por los entrevistados<br />
es la ketamina, aunque ninguno de ellos la ha probado,<br />
la conocen por los medios de comunicación o<br />
porque alguien les ha comentado su existencia. De ella<br />
se dice que “es un tranquilizante para elefantes”, “te<br />
deja hecho polvo, crea mucha inseguridad, vas volado<br />
todo el tiempo”, “Special K es dinamita para los pollos”.<br />
En cuanto a la actitud de los consumidores a la hora<br />
de comprar y consumir <strong>drogas</strong>, la opinión general es<br />
que no tienen mucho cuidado en conocer lo que consumen,<br />
<strong>sobre</strong>todo en lo que se refiere a <strong>drogas</strong> de síntesis:<br />
“compran lo que sea. Si alguien va con pastillas<br />
de un complejo vitamínico a los cinco minutos hace<br />
una pequeña fortuna”(Policía). Parece que tampoco<br />
son demasiado selectivos: “Se consume lo que hay, no<br />
hay fidelidad hacia un tipo de droga, como hacen los<br />
yonquis. Cuando la capacidad económica es más floja<br />
se consume cualquier cosa. Además de los laboratorios<br />
holandeses sale una pastilla nueva cada tres<br />
meses. Mucha gente no sabe lo que toma” (Policía).<br />
Problemática relacionada con la vida nocturna.<br />
Tal y como ocurre en los otros apartados, cada informante<br />
tiene una opinión de las problemáticas que surgen<br />
en la vida nocturna desde su propia relación subjetiva.<br />
Los propietarios de los bares destacan como la<br />
principal problemática aquellas que tienen que ver con<br />
las restricciones horarias o los problemas con los vecinos<br />
por la cuestión de los ruidos. Ambas cuestiones<br />
pueden traerles problemas legales o restricciones al<br />
negocio. Uno de ellos se quejaba de que los horarios<br />
de cierre no se controlan por igual en todas las zonas<br />
sino que hay unas donde el control es más intensivo y<br />
otras más relajado, lo cual crea una competencia desleal.<br />
Los propietarios de los locales hacen frente a las<br />
quejas de los vecinos por los ruidos argumentando<br />
que los locales están insonorizados, trasladando el<br />
problema a los clientes que al salir se quedan charlando<br />
e incluso gritan en la calle.<br />
Los entrevistados pertenecientes a las fuerzas de<br />
seguridad del Estado consideran que las borracheras<br />
y las peleas son los problemas más frecuentes ligados<br />
a la vida nocturna. Cada noche deben intervenir para<br />
atender casos de personas con comas etílicos, o bien<br />
disolver peleas, que normalmente no son demasiado<br />
graves porque no se utilizan armas. Las zonas de<br />
mayor intervención son las más frecuentadas por la<br />
población más joven: “las agresiones se dan por el<br />
estado de euforia en que se encuentra la gente. En<br />
Gomila sabemos que tres, cuatro o cinco veces hemos<br />
de ir por agresiones: botellazos, cortes por vasos, etc.<br />
Quizá en la zona del Arenal el tipo de agresión sea un<br />
poco más delicada por el tipo de gente que va”<br />
(Policía).<br />
De todos, quizás, el problema más agudo y creciente<br />
sea el de los accidentes de tráfico. Según la opinión<br />
general, ello se debe a que para moverse entre zonas<br />
separadas y para volver a casa se utiliza, principalmente<br />
el coche particular. La existencia de servicio<br />
público nocturno (excepto taxis) es prácticamente<br />
nula. Mucha gente conduce tras haber bebido o consumido<br />
cualquier tipo de <strong>drogas</strong>, todavía en estado de<br />
embriaguez y euforia, por lo que se confían y les resulta<br />
fácil perder el control.<br />
La medida de prevención adoptada recientemente por<br />
la policía con respecto al consumo de alcohol es la<br />
colocación de controles de alcoholemia en las carreteras<br />
más frecuentadas. Sin embargo con respecto al<br />
consumo de <strong>drogas</strong> todavía no se han tomado medidas<br />
de control. De momento, el conocimiento que se<br />
tiene de la relación entre conducción y consumo de<br />
<strong>drogas</strong> viene dado por las autopsias realizadas a personas<br />
fallecidas en accidentes de tráfico. Los agentes<br />
de seguridad argumentan que todavía no hay suficiente<br />
alarma social que obligue a elaborar políticas de<br />
intervención y control. En sus palabras: “parece que se