Informe Técnico del PAC No. 39(Gómez et al., 1994; Guada y Vernet, 1988a). El uso del aceite parece haberse incrementado a partirde 1990 en algunas localidades de la Península de Paria (Guada, 2000). En la isla de Coche, unmédico receta el uso de aceite de tortuga para las afecciones respiratorias (P. Vernet, com. pers.). Lasangre se toma pura, recién sacrificado el animal, en la creencia de que tiene propiedades medicinalesy puede utilizarse para preparar chorizos o morcillas (Guada y Vernet, 1988a,b). En el ArchipiélagoLos Testigos, algunos pescadores indicaron que utilizaban los tortuguillos para hacer sopa (Medina etal., 1987).Los caparazones de C. mydas limpios, barnizados o pintados con paisajes adornan las casas demuchos pescadores y además son solicitados por encargo para personas de pueblos y ciudades másdistantes y para decorar las paredes de restaurantes y tascas. Los caparazones pueden usarse comoreceptáculo para colocar imágenes religiosas (Guada y Vernet, 1998a), como depósito de basura ocomo recipiente para dar de comer a los cerdos (P. Vernet, com. pers.).Las placas del caparazón de la tortuga carey o parape, Eretmochelys imbricata, son utilizadaspara manufacturar espuelas para gallos de pelea, comúnmente conocidas como “cubanas”. Unkilogramo de placas para ser usadas con este objeto puede cotizarse entre Bs. 80.000 y 100.000, o elequivalente a $160-200 estadounidenses en 1997 y hasta en $1000 en 1998 (Guada, 2000). Grandescantidades de espuelas de gallo se elaboran en la Isla de Margarita para ser llevadas a tierra firme, aCumaná o Carúpano (Gómez et al., 1994). La elevada demanda de espuelas de carey para estadiversión altamente difundida en todo el país, es una de las causas que han conducido a que la tortugacarey sea una de las tortugas marinas más perseguidas por los pescadores en las costas venezolanas(Guada y Vera, 1995).Las placas de la tortuga carey también se usan para elaborar sortijas, zarcillos, peinetas, dijesy pulseras de reloj. A veces se venden a mayor precio que las otras placas, las gruesas “puntas” delcaparazón de la tortuga carey, que son las placas marginales postcentrales. En nuestro país este tipode artesanía ha sido tradicionalmente elaborada, principalmente en la Isla de Margarita (Roze, 1955;Gómez et al., 1994) y en los alrededores de Coro y otras ciudades costeras como Puerto La Cruz yCumaná (Guada y Vernet, 1988a,b).Los caparazones muchas veces se obsequian, con excepción de los de tortuga carey. Muchoshabitantes de las playas no capturan intencionalmente a las tortugas por medio de los artes de pescatradicionales, pero si un animal de cualquier tamaño se enreda en los filetes o trenes, no es liberado,aún cuando esté vivo. En el caso que se tiene conocimiento de una hembra que puede salir a desovaro que ya lo hizo, los pescadores o lugareños pueden esperar a la hembra (“velar la tortuga”) paracapturarla junto con los huevos o pueden limitarse simplemente a ubicar el nido en la madrugada o lamañana siguiente, para extraer los huevos. Los pescadores ocasionalmente arponean a las tortugas ytambién pueden capturar a las parejas que copulan en las cercanías de las playas de anidación. Estasmodalidades de captura se han reportado principalmente en la Península de Paria (Guada y Vernet,1988b).Página 16
Tortugas Marinas de Venezuela...El paso del consumo familiar y local a una comercialización local o regional, se produce porel beneficio económico adicional que se obtiene. En muchas ocasiones personas ajenas a lacomunidad motivan a los pescadores hacia la venta de tortugas completas o sus productos. Estaspersonas a veces son amigos, visitantes y en un buen número de ocasiones, simplemente se trata delos intermediarios de la venta de pescado o “caveros”, que se desplazan constantemente entre laslocalidades costeras y los mercados en las ciudades. La captura intencional que abastece el comerciolocal, regional y el internacional, ocurre principalmente en el agua, aunque también sucede en tierra.De acuerdo a referencias históricas, en las cercanías de La Guaira, en el estado Vargas seutilizaban rémoras (Echeneis sp.) para capturar ejemplares de Chelonia mydas (Brassey, 1885, citadoen Pritchard y Trebbau, 1984). En algunas localidades de la Península de Paraguaná y del Golfo deParia, se determinó que algunos pescadores estaban dedicados mayoritariamente a capturar tortugasusando redes con una malla de gran apertura, denominadas “trenes” o “chinchorros tortugueros”(Guada y Vernet, 1988a,b).Los niveles más elevados de captura intencional se producen al norte y noreste de la Penínsulade Paraguaná, desde Boca de Jacuque hasta Tiraya, aunque con mayor intensidad en Cabo SanRomán y sus alrededores (Estado Falcón) (Guada y Vernet, 1988a). Un pescador de Tiraya señalóque podía capturar diariamente hasta unas 20 tortugas de diversos tamaños (Guada y Vernet, datos nopublicados). Desde la Península de Paraguaná, la carne y los caparazones se llevan ilegalmente haciaCurazao y Aruba (Rebel, 1974; J. Sybesma, in litt., citado en Barmes et al., 1993). Desde laPenínsula de Paria, algunos lugareños han reportado el tráfico de tortugas hacia Trinidad, España yMiami (H. Guada, com. pers.). En el Golfo de Paria, se capturan intencionalmente las tortugasmarinas en varias localidades, pero destacan Soro e Irapa, donde para 1998 la captura mensual podíaestimarse en más de 100 ejemplares al mes, principalmente Chelonia mydas juveniles y subadultas(Guada y Vernet, 1988b). Actualmente parece que el principal foco de captura intencional en estazona está concentrado entre Guiria y Las Salinas (Guada, 2000).Al norte de la Isla de Margarita, se han reportado desembarcos de tortugas marinas desdeembarcaciones que utilizan nasas y cordel, lo cual hace suponer que estos ejemplares fueronarponeados o capturados mediante buceo (Medina et al., 1987). En el Parque Nacional ArchipiélagoLos Roques, los estimados de captura ilegal de tortugas marinas por pescadores artesanales son conbastante probabilidad muy superiores a los 500 ejemplares por año, principalmente de Cheloniamydas y Eretmochelys imbricata y esto sin tomar en cuenta las hembras anidadoras que se sacrificanen los cayos y los nidos saqueados (Guada y Vernet, 1992c).Tanto en la Península de Paraguaná como en el área del Golfo de Cariaco y la parte norte de laPenínsula de Araya, es relativamente frecuente que los lugareños mantengan tortugas marinas encautiverio, encerradas en corrales de madera o en redes dentro del agua, denominados comúnmente“corrales de tortugas”, aunque también se han observado dentro de piscinas y bidones metálicos(Guada y Vernet, 1988a, 1988b; Pritchard y Trebbau, 1984). El órgano sexual masculino es muysolicitado, por sus supuestas propiedades afrodisíacas, principalmente el de E. imbricata. Se vendefresco o seco, entero o en pequeños pedazos de unos 2 cm de largo. Para ser ingerido se ralla y sePágina 17