2008 - Festival Internacional de Música y Danza de Granada

fIMydMEMORIA200861contundencia, inteligencia escénica —¡no habiendoescena!—, musicalidad y dramatismo». Y AlbertoGonzález Lapuente, desde Abc, confirma laimpresión de que «todo fluía con una naturalidadsorprendente», concluyendo: «No cabe mejorcalificativo para una obra cuya sustancia tieneinmediatez y un poso de emoción».Al abordar en las páginas de Ideal la obra paraniños La encina, Andrés Molinari hace bieninteresándose por su vertiente musical, «motivo—creo— por el que este espectáculo se estrenaPero abandonemos, mientras se nos permita,los ámbitos de tumbas y estatuas y volvamos anuestra colina de la Alhambra (aunque coronadatambién por un cementerio).En las tardes del Hotel Alhambra Palace elFestival nos ofrece café conciertos, y hoyarranca el dedicado a la familia García, aunqueen el programa la familia no sea propiamente lade lazos de sangre sino la artística establecidaentre Manuel García, Vincenzo Bellini y GioacchinoRossini y las obras para los salones de la época5 6 7 8en el Festival de Música y no en otro tiempo».Composición de Álvaro Guijarro defendida alpiano por Mar Serra, es, según el crítico, «unapartitura vivaz y muy conseguida, con alusionesclásicas, a veces muy explícitas y otras enforma de variación casi imperceptible, pero quedejan su impronta». Hay, sin embargo, un pero:«No siempre se aviene a la acción y ahí, comoen terminar de pulir el guión, le queda trabajoa La Maquiné», algo, por otra parte, naturaltratándose de una obra que inicia su andadura ydebe tener todo un recorrido por delante.De Manuel García (Sevilla, 1775-París, 1832)podríamos escribir varias páginas sólo pararecoger lo más señalado de su biografía,personal y artística. Tenor, compositor,pedagogo, padre de la legendaria mezzosopranoMaría Malibrán y de la no menos fascinantePauline Viardot… Nuestro hombre fue enterradoen el celebérrimo cementerio parisino del Père-Lachaise, que tres años más tarde acogeríalos restos de Vincenzo Bellini y en 1868 los deGioacchino Rossini. Hoy permanece en aquellugar Manuel García y tiene multitud de nuevoscompañeros, tan dispares como los escritoresOscar Wilde y Marcel Proust, las cantantes MariaCallas y Edith Piaf, los compositores FrédéricChopin y Georges Bizet, los artistas Gustave Doréy Max Ernst…, llegando hasta el eterno joven,rockero, poeta y algo visionario Jim Morrison.escritas por ellos. La soprano Helena Orcoyen yel pianista Joseba Candaudap defenderán piezascomo el celebérrimo Yo que soy contrabandistade García, donde se canta aquello de: «¿Quién memerca algún hilo negro? / Mi caballo está cansadoy yo me marcho corriendo. / ¡Ay! ¡ay! que viene laronda y se movió el tiroteo».Esta noche debemos franquear el portón queda acceso al Patio de los Arrayanes y penetraren la aparente quietud de las aguas de sugeométrica alberca para ver toda imagen y luzreflejadas. Se trata de un ámbito misterioso,como respira misterio el cuadro de CasparDavid Friedrich (Hombre y mujer contemplandola luna) reproducido en el programa demano del Petersen Quartett, que actúa conla participación de la soprano ChristianeOelze. Obras de Robert Schumann y FelixMendelssohn, pero al tratarse de canciones ylieder aparece el compositor y pianista AribertReimann, quien en los años 90 del reciénpasado siglo realizó los correspondientesarreglos para cuarteto de cuerda. Así,escucharemos, por ejemplo, … oder soll esTod bedeuten? [… o es sólo un anuncio de lamuerte?], cuyo subtítulo aclara: «Ocho lieder yun fragmento de Felix Mendelssohn-Bartholdysobre poemas de Heinrich Heine para sopranoy cuarteto de cuerda arreglados y combinadoscon seis intermedios de Aribert Reimann».