2008 - Festival Internacional de Música y Danza de Granada

76magnífica interpretación […], sino el esfuerzo ypoder de concentración que el director desplegódurante las tres noches memorables en las quehemos escuchado lo más sincero y profundode Bruckner, no el de una inspiración fácil, quenunca tuvo, sino el que hay que buscar muy enel fondo, a veces entre infinidad de referenciaswagnerianas, entre citas de temas muy largosademanes y siempre desprovistos del más mínimodesasosiego».El sábado 12 de julio encontramos en El Mundola crítica del segundo concierto de los CursosManuel de Falla. Aparece bajo un titular que sirvepara eso, para llamar la atención: «Barbarie enel paraíso». Resume así el porqué Juan MaríaRodríguez: «Un exorcismo del máximo dolor y1 2 3 41. a 4.Imágenes de los cuatroconciertos celebrados en elPatio de los Arrayanes en elmarco de los Cursos Manuelde Falla. Cor de Cambradel Palau de la MúsicaCatalana y Stadler Trio (1.),Trío Kandkisnky y elclarinetista invitadoHarri Mäki (2.),Maggie Cole al clave (3.)y el tenor Gerd Türk,la oboista Alayne Lesliey el clavecinistaJordi Reguant (4.).Fotografías: Carlos Choin5.Fotografía: Fernando Daniel Fernández6. y 7.Fotografías: Carlos Choiny exhaustivos, de repeticiones innecesarias».Por lo que respecta al «esfuerzo y poder deconcentración», sólo comentar que DanielBarenboim dirigió las tres sinfonías sin partitura.Situándonos en el 8 de julio, estamos ante elprimero de los conciertos que van a llevar «aescena la actividad pedagógica de los CursosManuel de Falla», pues profesores de estos cursosson, a su vez, los intérpretes de los variadosprogramas que se nos ofrecen en el Patio de losArrayanes. Hoy el Stadler Trio (de clarinetistas)y el Coro de Cámara del Palau de la MúsicaCatalana abordan buena parte de la producciónmozartiana escrita no para los escenarios, sinopara el círculo de los íntimos, entre ellos lafamilia vienesa Jacquin, masones, al igual que elcompositor, según nos recuerda en las notas alprograma Gonzalo Roldán: «La presencia del cornodi bassetto [clarinete contralto] está precisamenterelacionada con las circunstancias de composiciónde estas obras. Al pertenecer [los Jacquin] ala órbita masónica de Mozart, la elección delcorno di bassetto le pareció apropiada, ya que seconsideraba un instrumento ligado a la masonería».Según vamos a leer el 10 de julio en Ideal,la ecuación Patio de los Arrayanes/corni dibassetto/Mozart funcionó a la perfección. EscribeAndrés Molinari: «Y no sólo existió avenencia enlo visual y metafórico, también la sonoridad delPatio, a pesar del avión que pasa, la lechuza queulula o la paloma que revolotea, era la adecuadapara estos tres instrumentos en su diálogo,placenteros en sus arpegios, juguetones en susdegradación humana [el Cuarteto para el fin de lostiempos que Messiaen compusiera y estrenara en elcampo de concentración en el que estaba recluidoen 1941] sonando en el marco del máximo gusto yrefinamiento [el Patio de los Arrayanes]. La culturaes una violenta paradoja». La interpretación corrióa cargo del Trío Kandinsky, con el acompañamientodel clarinetista Harri Mäki. Figuraron también enel programa otras dos obras bien distintas («Enuno de los kamikazes saltos de repertorio que lescaracterizan», dirá el crítico): el Nocturno op. 148de Schubert y Between Tides, de Toru Takemitsu.El mismo 12 de julio ya podemos leer en La Opiniónuna crítica del tercero de los conciertos de esteciclo, dedicado íntegramente a Johann SebastianBach y elaborado en torno a obras de su repertorioinstrumental con una característica común: «[…]tratarse de música idiomática; es decir, que explorael timbre y las posibilidades técnicas de cadainstrumento», según apunta Gonzalo Roldán enlas notas al programa. Los instrumentos en estaocasión son la flauta, el violín, el violonchelo y elclave. Lo que viene a decirnos Jorge Córdova enlas páginas de su periódico puede condensarse enlo que sigue: «Aquí no hay necesidad de sesudos,crípticos o burdos comentarios, que no es que nopuedan hacerse, pero cuando la atmósfera creadaes la de un acogedor nido, o si quieren, refugiofamiliar, uno se queda inerte».«Extraño, muy extraño» es el curioso título queda el mismo Jorge Córdova a la crítica del últimoconcierto incluido en el ciclo de los Cursos Manuelde Falla. Ofrecido el viernes 11 de julio, contó