Juan Francisco Martínez PeriaHaití: La revolución olvidadaa Toussaint en su meteórica carrera hacia el poder. Así, al poco tiempo de arribar a la colonia buscóimponer una política de desunión entre los negros y los mulatos, intentando sembrar cizaña entre losdos hombres fuertes de la isla, Toussaint y Rigaud. Su plan fracasó, pero el mayor de sus errores fuehaber promovido el trabajo forzado entre los ex esclavos, ya que le granjeó la animosidad de losnegros y fue la excusa que finalmente le permitió a Toussaint acusarlo de esclavista y expulsarlo de lacolonia. Así, para fines de 1798, la única autoridad francesa que quedaba en la isla era el viejodelegado Roume, pero éste se encontraba en Santo Domingo y su poder era puramente formal.La expulsión de los ingleses por los ejércitos comandados por Toussaint y Rigaud no trajo lapaz tan anhelada. Al poco tiempo de esta enorme victoria internacional que costó a Inglaterra 60.000hombres y la perdida de cientos de miles de libras, la guerra volvió a estallar, pero esta vez comoconflicto civil entre la región del Norte, hegemonizada por la nueva elite negra liderada porToussaint, y la de los mulatos en el Sur, comandada por Rigaud. Este durísimo enfrentamiento,conocido por su crueldad como la Guerra de los Cuchillos, se originó a mediados de 1799, cuandoLouverture acusó a Rigaud de querer re-esclavizar a los negros y de imponer un régimen promulatos.Fueron muchas las causas del conflicto, pero, sin lugar a dudas, las ambiciones políticas delos dos líderes y la histórica rispidez existente entre los sectores sociales que ambos comandaban sonlas que merecen destacarse. Así, Jean Jacques Dessallines, al frente del ejército de 40.000 ex-esclavos,comenzó la ofensiva contra el Sur y la guerra rápidamente se propagó por toda la isla. Durante másde un año se libraron durísimos combates que acabaron en agosto de 1800 con la derrota del Sur ycon el exilio de los líderes de la élite mulata. De esta manera, Rigaud Petion, Beauvis, Pinchinat, etc.partieron hacia Francia, con la esperanza de encontrar allí el apoyo suficiente para en un futuropróximo derrocar a Toussaint. 33El nuevo orden de ToussaintA pesar del estado de convulsión y de guerra en el cual había estado sumido Saint Dominguedurante todo estos años, lo cierto es que Toussaint en el Norte y el Oeste, por lo menos desde 1797,había comenzado a reorganizar poco a poco a la sociedad y la economía, con ciertos éxitos parciales.Sin embargo, fueron las victorias sobre los ingleses y finalmente sobre los mulatos en el Sur las quelo coronaron como líder indiscutido y le permitieron extender, en 1800, sus planes de reconstruccióna todas las regiones de Saint Domingue.Como líder revolucionario de los ex esclavos, su preocupación fundamental era evitar a todacosta el restablecimiento de la esclavitud. Toussaint estaba convencido de que la única manera dealcanzar dicho fin era recobrando la prosperidad de la Isla y demostrándole a la Metrópoli que los exesclavos podían trabajar como campesinos libres y su élite administrar la colonia. Así, tomó uncamino moderado y en vez de parcelar las plantaciones dando a cada familia su tierra, mantuvo susextensiones originales, intentando que éstas volvieran a su antigua prosperidad. Toussaint buscaba atoda costa evitar que la colonia cayera en la pobreza y en una economía familiar deautoabastecimiento, su proyecto entonces era el de retornar a una fuerte economía de exportación,pero ahora sin esclavitud. Para llevar a cabo este fin, como primer medida impuso legalmente unférreo régimen laboral, por el cual se les imponía a los ex esclavos el trabajo en las plantaciones acambio de un salario que representaba un ¼ de lo que ésta producía. Como vemos, este régimen detrabajo implicaba ciertas limitaciones evidentes a la libertad, pero estaba lejos de ser identificable alesclavista, ya que ahora no sólo cobrarían un salario, sino que la ley los consideraba sujetos jurídicos,limitaba el poder del dueño de la plantación, quien ya no era el viejo amo omnipotente y le otorgabaprotección en casos de enfermedad y de embarazo. Como segunda medida, Toussaint a contrapelode las teorías librecambistas de la época, estableció un fuerte control estatal sobre la economía y lasplantaciones. De esta manera, el Estado louvertiano administraba haciendas, impedía la partición33 Véase Wanda Parkinson (1978: 31-38).16 e-<strong>l@tina</strong>, Vol. 7, núm. <strong>27</strong>, Buenos Aires, abril-junio de 2009 – http://www.iealc.fsoc.uba.ar/elatina.htm
Juan Francisco Martínez PeriaHaití: La revolución olvidadaindiscriminada de la tierra, cobraba fuertes impuestos a los dueños de los ingenios y controlabamilitarmente el régimen laboral. La tercera medida que llevo adelante Toussaint fue la de promover elregreso de los viejos plantadores blancos para que retomaran sus posesiones y aplicaran susconocimientos técnicos al servicio de la prosperidad económica de la colonia. Muchos de ellosrecibieron el perdón del gobernador y efectivamente regresaron a sus plantaciones, aunque tuvieronque hacerlo en calidad de propietarios y no de amos esclavistas. Louverture no era racista ni abrigabaodio hacia los blancos, por ello consideraba esencial la ayuda técnica de estos en la reconstrucción dela economía isleña. Empero, no era ingenuo y desconfiaba de la lealtad de muchos de ellos, aunquecreía que, en última instancia, frente a un conflicto armado con Francia, era mejor que estuvieran enla isla, siendo posibles rehenes, antes que en el exilio complotando para derrocarlo. Los mulatos, porsu poder económico y por su participación en el proceso revolucionario, también ocuparon un rolrelevante en el nuevo orden multirracial, pero la nueva élite se conformó con un alto porcentaje deex esclavos negros que a partir de la rebelión y de su desempeño como oficiales del ejercitolouvertiano lograron ascender meteóricamente en la escala social. Los hombres militar, política yeconómicamente más poderosos de esta nueva elite eran, entre otros, Henri Cristophe, Jean JacquesDessalines, Maurepas y Moyse, todos importantes generales del ejército que habían acompañado allíder desde los comienzos de su lucha revolucionaria. 34Toussaint no solo se ocupó de revitalizar la economía, sino que también trabajó en función demejorar las condiciones de vida de los ciudadanos. Reorganizó el poder judicial para garantizar lajusticia y fundó un número importante de escuelas, para promover la cultura entre los ex esclavos. Asu vez, reconstruyó las viejas ciudades que como Le Cap y Port au Principe habían perdido suesplendor luego de años de duros combates. Dichas empresas tuvieron un éxito fenomenal: laeconomía volvió a crecer rápidamente al mismo ritmo de años anteriores, logrando en poco menosde dos años llegar a casi a la mitad del nivel de producción que existía en la etapa pre-revolucionaria.El gobernante era venerado por la amplia mayoría de la sociedad y hasta admirado por los propiosblancos y la masa de ex–esclavos veía en él a su líder indiscutido, llamándole "Papa Toussaint".Louverture, envalentonado por sus éxitos, decidió llevar adelante dos medidas cruciales ypolémicas: la conquista de Santo Domingo y la promulgación de una Constitución. Por el Tratado deBasilea de 1795, la porción occidental de la isla pertenecía a Francia, si bien ésta todavía no habíatomado posesión efectiva de ella. En 1800 decidió que era hora de dar ese paso y se lo informó aldelegado Roume, el cual se opuso aduciendo que la Metrópoli no había dado ninguna orden alrespecto. Pero a esta altura, Louverture ya actuaba con plena autonomía y decidió apresar alcomisionado y llevar su empresa adelante. Así, ese mismo año conquistó pacíficamente SantoDomingo, aboliendo la esclavitud en esa región e imponiendo su gobierno, ahora sí, a toda la isla.Toussaint, a pesar de que no había declarado formalmente la independencia, actuaba como siefectivamente fuese el gobernador de un país independiente. Y en 1801 dio otro paso crucial en esadirección autonomista. Apelando a que Napoleón había decretado en 1799 que las colonias seregirían por leyes especiales, convocó a una Asamblea que promulgó una Constitución específicapara Saint Domingue. Este texto constitucional, imbuido de una ideología liberal, republicana, perocon ciertos ribetes autoritarios, establecía la libertad y la igualdad para todos los habitantes,decretando explícitamente que estaba abolida para siempre la esclavitud (art.3) y la segregación racial(arts. 4,5). A su vez, legalizaba el orden económico y político, creando una asamblea parlamentaria ynombrando a Louverture como gobernador vitalicio, con la potestad de elegir a su sucesor. A partirde su muerte el cargo sería elegido por la Asamblea y duraría cinco años (arts. <strong>27</strong>-32). 35 LaConstitución era la expresión legal de nuevo orden social, de la ideología política del líder y de la élite34 Véase Dubois (2004: 243-250).35 Véase Constitución de Haiti 1801, en Aristide y Nesbitt (2008: 43-61).e-<strong>l@tina</strong>, Vol. 7, núm. <strong>27</strong>, Buenos Aires, abril-junio de 2009 – http://www.iealc.fsoc.uba.ar/elatina.htm 17
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