mujeres y espacio público en Lima Sur - Desco
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daniel ramírez corzo / gustavo riofríoComo hemos dicho ya, la implem<strong>en</strong>tación de <strong>espacio</strong>s públicos se realiza las más de lasveces de manera progresiva, como parte del proceso de consolidación del barrio. En elcontexto descrito para nuestros distritos, los <strong>espacio</strong>s públicos se inician como terr<strong>en</strong>osbaldíos, lotes libres que de público ti<strong>en</strong><strong>en</strong> ap<strong>en</strong>as su carácter abierto (sin cercar) y unaubicación reservada <strong>en</strong> el plano de zonificación:En el c<strong>en</strong>tro de cada grupo de vivi<strong>en</strong>das se reunían para hacer deporte, las asambleascotidianas donde se planeaba el trabajo comunal y cómo no, los <strong>espacio</strong>s de tertuliadiaria. El trabajo comunal que consigue construir las veredas y levantar el local comunal,<strong>en</strong> una extraña posición oblicua respecto a la octogonalidad (correspondía a los planosbrindados por SINAMOS -la organización de movilización social del gobierno militar<strong>en</strong>ese primer mom<strong>en</strong>to aliado con la organización) y la cancha de fulbito demarcadapor cordeles de colores. Precariedad y limitación, el poco valor que se le asigna a los<strong>espacio</strong>s comunes, a esa especie de plaza del Grupo resid<strong>en</strong>cial. 4Los primeros usos que se otorgaron al <strong>espacio</strong> público como la organización para losasuntos colectivos o los trazados para la cancha de fútbol que precedieron a las losasde hoy, at<strong>en</strong>dían a una población predominantem<strong>en</strong>te jov<strong>en</strong>: familias pequeñas, parejascon uno o dos hijos que iniciaban su experi<strong>en</strong>cia urbana o quizá continuaban unaexperi<strong>en</strong>cia urbana reci<strong>en</strong>te.Con los cambios <strong>en</strong> la composición de edades <strong>en</strong> la población, las necesidades tambiénhan variado. Los testimonios que expresan las necesidades e inquietudes, hoy, de lasy los vecinos hac<strong>en</strong> evid<strong>en</strong>te que ya no se trata únicam<strong>en</strong>te de parques que acojan elequipami<strong>en</strong>to comunitario o un local para la asociación de pobladores. También dejaclaro que no puede tratarse sólo de losas deportivas para jugar al fútbol. La preguntaque empieza a asomar es qué <strong>espacio</strong>s ofrece la ciudad –<strong>en</strong> el propio barrio y eldistrito- para las <strong>mujeres</strong> y hombres que la fundaron y para aquellos que la continúan,que natural y legítimam<strong>en</strong>te difier<strong>en</strong> de sus antecesores <strong>en</strong> expectativas, necesidadesy aspiraciones.ModelosRelacionando los <strong>espacio</strong>s implem<strong>en</strong>tados con las descripciones hechas por los y las<strong>en</strong>trevistadas, <strong>en</strong>contramos, confrontándose con esta pregunta una serie de modelosrecurr<strong>en</strong>tes:•La plaza c<strong>en</strong>trada, con caminos que la cruzan por sus diagonales, una zona cívica(monum<strong>en</strong>to) o de descanso al c<strong>en</strong>tro, rodeada de áreas verdes (Figura 1).4TOKESHI, Juan. Espacio público e imaginario popular Monografía pres<strong>en</strong>tada <strong>en</strong> la Maestríade r<strong>en</strong>ovación urbana. Sección de Postgrado. Facultad de arquitectura, urbanismo y artes.Universidad Nacional de Ing<strong>en</strong>iería, Agosto de 2003.64