tuviéramos comunión con Él. Sí, pecador, el perdón te es ofrecido tan libremente como lo fue aJuan. 1* sangre de Jesús, que le lavó de todos sus pecados, está a punto de lavarte a ti y dejartemás blanco que la nieve. Juan tuvo la misma necesidad que tiene el más vil de cuantos estáis hoyaquí. Solamente mirad a un Emmanuel declarado. Limpiad vuestro ojo de la incredulidad ycontemplad al Jesús qué libremente os es presentado y encontraréis el mismo y tan amplioperdón como el que halló el mismo Juan.En el mismo amor de Jesús. - Juan fue el discípulo a quien Jesús amaba. Del mismo modoque Daniel fue el profeta grandemente amado, "varón de deseos" así Juan fue el discípulo a quienJesús amaba. Durante la última cena que Jesús tuvo en este mundo, Juan se reclinó sobre su seno.Tuvo el lugar más cercano al corazón de Cristo, cual nadie más pudo tenerlo en este mundo.Quizá pensáis que es totalmente imposible que vosotros podáis venir a Él. Algunos de vosotrospensáis, temblando, que os está vedado, pero vosotros también, si miráis y hacéis vuestro únicoobjeto de mira a aquél que Juan escogió, disfrutaréis del amor de Jesús, con Juan, pasaréis a seruno de los suyos, amados de forma muy particular. Quienes más creen, más amor obtienen;quienes más cerca de Jesús se llegan, saben mucho de lo que representa para el alma reclinar lacabeza sobre su seno. Además, creyentes, tened <strong>por</strong> cierto que, si realmente sois del Señor, elseno de Cristo es, como lo fue de Juan, vuestra posesión, y lo será plenamente en el cielo. Sipensáis que creéis poco guardaos más cerca de Cristo.En el mismo trato paternal que disfrutó Juan. - Juan experimentó muchos tratos paternales deDios. Tuvo que so<strong>por</strong>tar muchas de las obras del Padre que limpiaron su vida, como el podadorlimpia los pámpanos. Fue una rama llena de fruto y el Padre la podó para que pudiese llevar másfruto. Cuando ya fue viejo fue desterrado a Patmos, una isla del mar Egeo, y se supone que fueesclavo en las ruinas de aquélla isla. Fue un compañero, solitario de los creyentes en latribulación, pero contaba con numerosos rayos del amor del Padre que iluminaban su alma. Tuvodulces revelaciones de Cristo durante el tiempo de su aflicción, y fue librado de todos sustemores. Experimentó de forma muy particular los cuidados paternales de Dios. Y así tú,creyente, puedes hacer igual. Mira adonde miró Juan, cree como creyó Juan y como élencontrarás que tienes un Padre en los cielos, que te cuida, que te corrige sabiamente, queenviará su viento del solano en el día en que sople el viento austral, que te preservará para sureino celestial.2. Para que tengáis comunión con el Padre. - ¡Oh, amados, es tan maravilloso esto, que nopodría creerlo si no lo hubiese visto! ¿Podrá un vil gusano y miserable, que es digno tan sólo dela condenación del infierno, venir y aparecer en la misma presencia del Dios Santo? ¡Ohprofundidad y largura del amor de Dios, que excede a todo conocimiento!En su santidad. - El hombre natural no tiene en él ni un ápice de la santidad de Dios. Existeen el hombre natural una clase de bondad que definiremos. Podéis ser amables, agradables,bondadosos, amigables; hay quizá también cierta integridad de carácter en vosotros, de talmanera que no habéis caído en la mentira y os habéis mantenido íntegros en vuestro hablar, peromientras estéis en vuestro estado natural, sin haber nacido de nuevo, no hay en vosotros ni ungramo de la santidad de Dios. No tenéis ni un ápice de aquel odio absoluto y perfecto que Diostiene contra todo pecado; carecéis también de aquel ardiente y vivo amor que Él tiene para contodo lo que es amable, puro, santo y que mora de manera innata en el corazón de Dios. Pero tan
pronto como creéis en un Cristo manifestado, recibís el Espíritu y el mismo Espíritu que habitaen el seno infinito del Padre, habita en vosotros; as! venís a ser participantes de la santidad deDios, participes de la naturaleza divina. No seréis tan santos como lo es Dios, pero la mismacorriente que recorre el corazón de Dios fluirá en vosotros. ¡Ah! ¿no tenéis el corazónquebrantado en vuestro deseo de ser más santos? Entonces mirad a Jesús y habitad en Él, yparticiparéis del mismo Espíritu de que participa Él mismo.En su gozo. - No hay gozo semejante al gozo divino. Es infinito, pleno, eterno, puro einalterable. Es como la luz sin brisa alguna que la turbe. Las nubes y las tinieblas desaparecenante Él, la tormenta y el fuego huyen en su presencia; y, en cambio, en Él todo es paz inefable einmutable. Los creyentes participan de forma muy peculiar de este gozo.Mencionemos algunos de los elementos del gozo de Dios. Primeramente, todas las cosassuceden según el beneplácito de su voluntad. Él ordenó cuanto tenía que suceder. Nada de cuantosucede deja de estar preparado <strong>por</strong> Dios. Muchas de las cosas que suceden le son odiosas,aunque, consideradas globalmente, puede hallar deleite en todas. Si habéis acudido a Cristo,tendréis algunas gotas de su gozo. Podéis contemplar todos los acontecimientos con calma, congozo santo, sabiendo que todos los propósitos y la voluntad de vuestro Padre tendrán felizcumplimiento. Segundo, la conversión de las almas. Hay gozo delante de los ángeles de Dios <strong>por</strong>cada pecador que se arrepiente, más que <strong>por</strong> noventa y nueve que no tienen necesidad dearrepentirse. Estoy cierto que éste es uno de los principales elementos de su gozo, ver que lasalmas pasan a disfrutar de su favor. Desea salvarlas, se complace en la misericordia; se deleitacada vez que puede ser al mismo tiempo un Dios justo y Salvador. Si vosotros habéis acudido aCristo, tendréis el mismo gozo.S. Para que vosotros podáis tener comunión en su Hijo. En su justificación. Sólo una vezapareció Cristo como no justificado; en una ocasión los pecados fueron depositados sobre Él, lospecados de muchos. Tal hecho fue el que motivó su agonía en el huerto y sobre la cruz. Su únicoconsuelo fue saber que el que le justificaba estaba cercano a él. Sabía que el tiempo sería breve.Pero en aquel momento toda la ira de Dios se descargó sobre él. Los truenos de la ira de Diosdescargaron todos sus relámpagos sobre su cabeza. Los vasos de la ira de Dios fueronderramados hasta su última gota sobre él. Ahora, sin embargo, está completamente justificado detodos los pecados de que se hizo cargo. Los enterró dejándolos junto con los lienzos que lecubrieron en la sepultura. Sus hermanos, los hombres, le imputaron todos sus pecados dejándolosa su cargo y Él calló. ¿Crees tú este testimonio relativo a su Hijo? ¿Has puesto sobre Él lostuyos? En ese caso tienes comunión con Él en su justificación. Estás tan justificado como lo estáel mismo Cristo. Hay sobre ti tanta culpa como la que hay en Cristo, que no tiene absolutamenteninguna. Los vasos de la ira justa de Dios no tienen ninguna gota más de aquel amargo contenidopara Cristo, como tampoco la tienen para ti. Estás completamente justificado.En su adoración. - Cuando Jesús ascendió a los cielos, dijo., "Voy a mí Padre". Cuando entróen los cielos, la palabra de recepción de Dios fue: "Tú eres mi Hijo, siéntate a mi diestra en tantopongo a tus enemigos <strong>por</strong> estrado de tus pies". i Oh, fue un bendito cambio el, realizado cuandoabandonó los odios y maldiciones de nuestro mundo para recibir la bienvenida de los brazos desu Padre, cuando trocó la corona de espinas <strong>por</strong> la corona de gloria, cuando pasó de la ira deDios al amor paterna¡ de Dios 1 Tal es vuestro cambio, el cambio que os aguarda quienes creéis
- Page 1 and 2: SERMONESDEAVIVAMIENTORobert Murray
- Page 3 and 4: A partir de entonces, su tierna con
- Page 5 and 6: santificación. En las cartas de Sa
- Page 7 and 8: En la primavera de 1843, al regresa
- Page 9 and 10: templo se aparecía entre los queru
- Page 11 and 12: cambio, si permitimos que Cristo se
- Page 13 and 14: Mensaje IICRISTO, EL APÓSTOL Y PON
- Page 15 and 16: con Dios en su cuerpo glorificado y
- Page 17 and 18: éxtasis de amor y gozo que latió
- Page 19 and 20: Quizá algunos de los que me oyen s
- Page 21 and 22: sucede con el alma despertada por D
- Page 23 and 24: esto constituye una bendición, aun
- Page 25 and 26: espíritus encarcelados", esto es,
- Page 27 and 28: en ningún momento del infierno, si
- Page 29 and 30: una gran matanza, ¿habéis de aleg
- Page 31 and 32: la inconsciente ciudad? ¿Derramó
- Page 33 and 34: uscar a los perdidos como vosotros.
- Page 35 and 36: si tuviéremos en poco una salvaci
- Page 37: esplandeciesen los rayos de su divi
- Page 41 and 42: significado lo comprenderéis a la
- Page 43 and 44: canción sobre ti.Un jardín en el
- Page 45 and 46: 1. En el desierto. - Para un hijo d
- Page 47 and 48: 3. No puede ser comprado. - "Si die
- Page 49 and 50: plena mirada de Dios. Ellos permane
- Page 51 and 52: tiempo se padece, no es de comparar
- Page 53 and 54: eternamente a Dios a causa de que
- Page 55 and 56: veces que la faz de Dios les es enc
- Page 57 and 58: providencia. Os dará todo el consu
- Page 59 and 60: fue la fortaleza de Jeremías (1:8)
- Page 61 and 62: Éstos son los grandes asuntos obje
- Page 63 and 64: de lo que lo estamos para salvar su
- Page 65 and 66: del Espíritu Santo! No olvides que
- Page 67 and 68: Vuestro pastor viene con la trompet
- Page 69 and 70: Quinto' - Otra cosa que atormenta h
- Page 71 and 72: alma no cristiana no podrá mantene
- Page 73 and 74: Mensaje XIIINUESTRO MOTIVO DE GLORI
- Page 75 and 76: para poder aparecer a al mismo buen
- Page 77 and 78: miraba desde el terrado de -su casa
- Page 79 and 80: probado vosotros esta bendición? D
- Page 81 and 82: como Salvador. "¡oh, hombre, Él t
- Page 83 and 84: Mensaje XVLA EXPERIENCIA INTERIOR D
- Page 85 and 86: el mandamiento santo, y justo y bue
- Page 87 and 88: Jesús, sólo Él te puede sobrelle
- Page 89 and 90:
uno de vosotros, quienes habéis ha
- Page 91 and 92:
separa de Dios, abre entre Dios y
- Page 93 and 94:
ueno, ¿qué haré para poseer la v
- Page 95 and 96:
siempre el nombre del Señor? Cuand
- Page 97 and 98:
Jerusalén- en el infierno y sus hi
- Page 99 and 100:
estando sentados a los pies del Red
- Page 101 and 102:
nos dice: "Lo que a ellos hacéis,
- Page 103 and 104:
todos los diezmos al alfolí y haya
- Page 105 and 106:
3. La oración. - Jacob en Betel. "
- Page 107 and 108:
justo valor el tiempo.Ve la eternid
- Page 109 and 110:
vuestra esperanza es vana, es una s
- Page 111 and 112:
nutren, nuestros amigos nos ofrecen
- Page 113 and 114:
Los redimidos de Dios que aún esta
- Page 115 and 116:
a los pecadores. -Cristo es el refu
- Page 117 and 118:
que seáis buenos y santos, no pide
- Page 119 and 120:
su divinidad era demasiado intenso
- Page 121 and 122:
matrimonio, el unir las diestras si
- Page 123 and 124:
IV. MENSAJE AL CERRAR EL CULTO DE L
- Page 125 and 126:
Mensaje XXIIILA VOZ DEL AMADO“¡L
- Page 127 and 128:
amado es mío y yo soy suya; él ap
- Page 129 and 130:
¡Ah, mis amigos!, ¿sabéis algo d
- Page 131 and 132:
Del mismo modo cuando el alma está
- Page 133 and 134:
precio; los que viven disipada y al
- Page 135 and 136:
hecho de haber sido perdonados, per
- Page 137 and 138:
manifieste-, si la puerta está cer
- Page 139 and 140:
I. SON LAS PALABRAS DEL PADRE REPET
- Page 141 and 142:
podéis acompañar sus funerales de
- Page 143 and 144:
llenaba nuestra boca de otras mucha
- Page 145 and 146:
egaré en todo momento" -silenciosa
- Page 147 and 148:
mucho de todo esto. ¿Qué diré de
- Page 149 and 150:
que oran sin el Espíritu Santo. No
- Page 151 and 152:
hecho y ver si hemos adquirido una
- Page 153 and 154:
gastado toda su hacienda en médico
- Page 155 and 156:
Mensaje XXIXPOR QUÉ LOS ADOLESCENT
- Page 157 and 158:
Hijo de Dios y É1 así lo reveló
- Page 159 and 160:
vivir y morir felices, acudid ahora
- Page 161 and 162:
este espíritu persuasivo en los pa
- Page 163:
corazón y clame a Dios: ¡ Oh, esp