3.º Para el consuelo de los creyentes afligidos. - 1~ muestra cuán breves serán sus pruebas.Sus ligeras aflicciones no son sino leves aflicciones que durarán breves momentos. No tenéis, ohafligidos, necesidad de murmurar ni de lamentar. Aún un poquito -como decía Cristo- yestaremos con Él, y Dios limpiará toda lágrima de nuestros ojos. Para este fin consolador fuedada la visión profética a Juan.I. LO QUE JUAN VIO Y OYÓ.1. Una gran multitud de todas las naciones. - Cuando Juan vivía en la tierra vio sólo unospocos creyentes. "Nosotros somos de Dios -decía- y todo el mundo está puesto en maldad". Laiglesia era como un lirio en un desierto, Heno de cardos y espinas, como unos pocos corderos enmedio de lobos; pero he aquí que ahora, en su visión, ve algo completamente diferente. Losespinos han sido desarraigados y echados fuera y los lirios son innumerables. "De todas lasnaciones". Quizá llegó, en su visión, a descubrir a los restantes apóstoles, sus compañeros a sumismo hermano Santiago, al muy santo Pablo, la faz como de ángel de Esteban; el curtidoegipcio, el eunuco, Niger, el de ondulado cabello y tez oscura; también quizá a los lejanoschinos, a los birmanos e hindúes, como así mismo a los germanos de ojos azules, o latinos deojos oscuros, e incluso quizá a numerosas multitudes de distantes islas. Cada país tenía allí surepresentante, algún redimido de cada nación se hallaba allí. Y todos eran semejantes a Cristo,aunque manteniendo sus propias peculiaridades que les permitía distinguirlos.Se nos enseña en el texto que Cristo tendrá una corona gloriosísima. Verá del fruto de sualma y será saciado. A menudo, cuando contemplo una gran ciudad como Dundee. y veo tanescaso número de convertidos a Cristo, mi corazón se entristece; tengo muchas veces lasensación de que estamos trabajando para nada y en vano. Aunque ha habido tanta bendición,¡hay, sin embargo, tales masas de familias lejos de Cristo! Aunque nadie más fuese salvado delos que estamos aquí, sin embargo, Cristo en la gloria---suponiéndola ya llegada- estaríasatisfecho. Cristo tiene la corona completa, sin faltarle a alguna. Así lo contempla Juan en suvisión. Estaremos completamente satisfechos cuando veamos todo. Él tiene misericordia del quetiene misericordia.Contemplemos también el poder de su sangre. Quita el pecado de toda aquella multitud,limpia pecados de todo nombre e índole. ¿Por qué no los vuestros? Oh, habiendo tan glorio8acompañía de pecadores salvados, ¿<strong>por</strong> qué habéis de continuar vosotros perdidos? Si hay tantosque acuden a tan excelso lugar, ¿<strong>por</strong> qué no habéis de ir vosotros?2. Su posición. - La multitud que nadie puede contar "estaba delante del trono" es decir, máspróxima al trono que los ángeles, ya que cada uno de los que la componía, se nos dice másadelante, estaba alrededor del mismo. Los redimidos están cerca del trono; los ángeles alrededorde los redimidos. Es esto una indicación clara de su completa justicia, o <strong>por</strong> mejor decir,justificación Y sabemos que los impíos, que los inconversos no podrán permanecer en el juicio.Si Dios llevase ante su presencia al hombre no regenerado, éste ciertamente moriría ante ni.Erráis grandemente al pensáis que Dios necesita desplegar su omnipotencia para destruiros. Delmismo modo que una nube se desvanece <strong>por</strong> la presencia y calor de los rayos del sol, asívosotros pereceríais en la presencia de Dios, como una mariposa queda consumida ante unallama de fuego. Pero notamos que esta inmensa muchedumbre permanece cerca del trono, ante la
plena mirada de Dios. Ellos permanecen en Cristo, no en al mismos. Están más próximos que losángeles; los ángeles tienen solamente su propia justicia, la justicia que ellos mismos hanguardado; los redimidos tienen sobre si la justicia del Creador. La justicia de Cristo es un millónde veces más preciada que la del más encumbrado ángel. Por esto sus redimidos están más cercadel trono. La justicia de Dios posa sobre ellos, ¿quién los condenará? Si vosotros deseáis serhechos cercanos a Dios, podéis acudir libremente a Cristo ahora. ¿Por qué permanecer lejos?3. Vestidos de ropas blancas y palmas en sus manos. Todos tienen el mismo vestido; no hayentre ellos diferencia. Es el vestido de Cristo. Los hay que fueron más grandes creyentes queotros; que hicieron mayores progresos en la santidad, pero todos llevan los mismos atavíos. Sonvestiduras más blancas que las de los mismos ángeles (vers. 13). Los ángeles son a menudorepresentados con vestiduras blancas, pero su blancura palidece al ser comparada con lainmaculada brillantez de las vestiduras de los redimidos. Esto es lo que a vosotros se os ofreceahora, pecadores. Despertad quienes habéis sido impulsados a exclamar: "¡Oh si nunca hubiesepecado!" pues hay algo infinitamente mejor que el no haber pecado nunca. Las palmas sonemblema de victoria. Los judíos acostumbraban a coger ramas de las palmeras en la fiesta de lostabernáculos y hacer con ellas palmas. Las tales eran un tipo del cielo. Los ángeles no tienenpalmas, pues no han tenido que librar ninguna batalla y no han alcanzado victoria alguna.Naturalmente, en el sentido más amplio, en el sentido de victoria en el terreno de su espíritu, ensu intimidad. Todo aquel que tiene su ropa blanca, tiene una palma. Todo aquel que está enCristo triunfará. No tengáis temor de vuestros enemigos.4. Su canción, su himno. La esencia del mismo y su gran tema es la salvación. - Dan a Diostoda la gloria. En la tierra muchos hay que dicen que no pueden creer en la elección de Dios, enque Dios los escogió sin haber mérito alguno en ellos, pero en el cielo todos lo sienten y dan aDios toda la alabanza. Sobre la tierra muchas personas hablan de lo sabio de su decisión, de loatinado de su propia voluntad escogiendo el cielo, pero en el cielo todos a una entonan:"Salvación a nuestro Dios". En la tierra muchos pretenden establecer su propia justicia; en elcielo todos atribuyen toda su justicia al Cordero, al que dan gloria. Sobre la tierra muchos tomana Cristo para que sea parte de su justicia, la cual pretenden completar con su cumplimiento de lasobligaciones religiosas; en el cielo toda la gloria se da al Cordero. ¿Qué opináis vosotros de esacanción? ¿Es ella un eco de vuestro corazón? Recordad que debéis empezar a entonarla ahora siqueréis cantarla después.Los efectos del cántico. - Enardecía los corazones de los ángeles (vs. 11 y 12). A menudoaquí, cuando un creyente comienza a alabar a Dios <strong>por</strong> lo que Él ha hecho <strong>por</strong> su alma, da gozoen los corazones de otros creyentes. Así, cuando los ángeles oyen en el cielo la voz del cánticode los Pecadores redimidos -pecadores cual tizones arrebatados del fuego- permaneciendo en pieante el trono, obtienen una nueva visión de la gloria de Dios, de su misericordia y gracia y sepostran ante Dios adorándole reverentemente. No envidian en modo alguno el lugar de losredimidos, sino que, <strong>por</strong> el contrario, son colmados de gozo que sé manifiesta en intensaalabanza al oír lo que Dios ha hecho <strong>por</strong> sus almas. ¿Qué experimentas cuando oyes de otrosque, siendo salvados, son además traídos más cerca de Dios que tú? ¿Los envidias y odias, o tepostras ante Dios para alabarle <strong>por</strong> ello?II. SU HISTORIA PASADA (vs. 13, 14)
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podéis acompañar sus funerales de
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llenaba nuestra boca de otras mucha
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egaré en todo momento" -silenciosa
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mucho de todo esto. ¿Qué diré de
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que oran sin el Espíritu Santo. No
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hecho y ver si hemos adquirido una
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gastado toda su hacienda en médico
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Mensaje XXIXPOR QUÉ LOS ADOLESCENT
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