Bibliografía consultada1-Silberberg I, Baer RL, Rosenthal SA. The role of Langerhans cells in allergic contacthypersensitivity. A review of findings in man and guinea pigs. J Invest Dermatol 1989; 92 (suppl4) : 160S2-Aguirre A, Alvarez-Hernandez MI, Vicente Calleja JM, de la Cuadra J. Dermatitis de contactoirritativa. En : Dermatitis de Contacto. JG Camarasa. Ed. Aula Médica 19993- Lamminstausta K, Maibach HI. Contact dermaittis due to irritation : general principles, etiologyand histology. In : Adams RM (eds). Occupational Skin disease. Philadelphia , WB Saunders Co,1990 : 1-154- Ortiz de Frutos J, Giménez Camarasa JM. Mecanismos inmunológicos en la dermatitis porcontacto. En : Dermatitis de Contacto. JG Camarasa. Ed. Aula Médica 19995- Serra-Baldrich E. Dermatitis de contacto alérgica. Fisiopatología. Act.Dermatolog, 2000;5:383-906- Gotthard C ., Ejner K .Current Opinion in Allergy and Clinical Immunology 2008, 8:428–4327- A European multicentre photopatch test study. The European Multicentre Photopatch TestStudy (EMCPPTS) Taskforce. British Association of Dermatologists 2012 166, pp1002–10098- Suitability of patch test allergens for standard series in Thai patients: ten-year retrospectivereview of patch test results. Boonchai W, Kasemsarn P. J Dermatol. 2013 Jan;40(1):6524CONSTRUYENDO NUESTRO FUTUROPonencias
SIMPOSIO NOVARTISMANEJO DE INMUNOSUPRESORES EN DERMATOLOGÍAJosé-Manuel Mascaró GalyServicio de Dermatología. Hospital Clinic de Barcelona y Universitat de BarcelonaLos fármacos inmunosupresores son medicamentos que inhiben o frenan la actividad delsistema inmunológico. Se utilizan en medicina principalmente en el trasplante de órganos sólidosy de precursores hematopoyéticos para prevenir el rechazo o la enfermedad de injerto contrahuésped. Además, se han ido empleando progresivamente en enfermedades autoinmunes oinmunomediadas (patologías inflamatorias no claramente autoinmunes) tanto sistémicas comoórgano-específicas como lupus eritematoso sistémico, artritis reumatoide, enfermedadinflamatoria intestinal, o el asma bronquial. El fármaco inmunosupresor por excelencia son losglucocorticoides sistémicos, aunque en general se suele denominar inmunosupresores aaquellos fármacos que utilizamos como adyuvantes a los corticoides para evitar emplear dosisdemasiado elevadas, o bien su uso prolongado. Aquí se incluyen fármacos citostáticos(ciclofosfamida, metotrexato, azatioprina), fármacos que actúan sobre las inmunofilinas(ciclosporina, tacrolimus, sirolimus), y otros medicamentos (micofenolato, anticuerposmonoclonales, proteínas de fusión). De estos fármacos inmunosupresores, los introducidos másrecientemente (como la ciclosporina y el micofenolato) presentan numerosas ventajas respecto alos corticoides y otros inmunosupresores más “clásicos” como son un mecanismo de acción másespecífico y selectivo, y una menor frecuencia e intensidad de efectos secundarios (sobre todocuando son usados en monoterapia y a corto plazo).El uso de estos fármacos en Dermatología se realiza desde hace tiempo, en múltiples patologíasinflamatorias y autoinmunes. Deben de ser procesos que bien por su extensión o gravedadprecisan de dicho tratamiento, o bien procesos que no responden a tratamientos tópicos u otrosfármacos sistémicos no inmunosupresores. Evidentemente se utilizarán siempre y cuando noexistan contraindicaciones absolutas, aunque existen contraindicaciones relativas que nodeberían frenar su empleo en casos apropiados. Entre estas patologías deberíamos incluir lapsoriasis, dermatitis atópica, otros eczemas y similares cuando son graves (dishidrosis, prurigo),liquen plano y dermatosis liquenoides, pioderma gangrenoso, enfermedades ampollosasautoinmunes (pénfigo, penfigoide), conectivopatías (lupus eritematoso, dermatomiositis,esclerodermia), vasculitis leucocitoclásica, alopecia cicatricial, alopecia areata, urticaria crónicaidiopática, etc.Saber emplear de forma adecuada estos tratamientos es muy importante para los dermatólogosdado que muchos de nuestros pacientes no van a responder a otros tratamientos “menostóxicos”, y eso puede provocar una pobre calidad de vida, y una absoluta falta de control de laenfermedad cutánea por la que somos consultados. Es por dicho motivo que los dermatólogosdeben perder la “timidez terapéutica” que muchas veces caracteriza a nuestra especialidad parapoder tratar a nuestros pacientes más graves.25CONSTRUYENDO NUESTRO FUTUROPonencias