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Por otra parte, <strong>en</strong> el caso mexicano es muy claro el efecto de imitación<br />
de lo que sucede <strong>en</strong> otros lugares, como Arg<strong>en</strong>tina y la propia Inglaterra.<br />
Los medios de difusión ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un papel c<strong>en</strong>tral <strong>en</strong> este efecto de imitación.<br />
Por lo que dic<strong>en</strong> los sociólogos ingleses, lo mismo sucedió <strong>en</strong> Inglaterra<br />
de acuerdo con sus propias circunstancias: unos grupos apr<strong>en</strong>dieron de<br />
otros a través de los que vieron <strong>en</strong> los medios y fueron invitados a imitar<br />
los comportami<strong>en</strong>tos tomando poco a poco los estadios y, después, otros<br />
contextos urbanos asociados al juego <strong>en</strong> el estadio, como parques y bares.<br />
Los valores subyac<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> la conducta de los hinchas viol<strong>en</strong>tos <strong>en</strong><br />
Inglaterra durante los partidos de fútbol y <strong>en</strong> contextos relacionados con<br />
este juego son rasgos relativam<strong>en</strong>te constantes, arraigados y duraderos de<br />
las comunidades pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a determinados sectores de los sectores<br />
populares urbanos. Una parte significativa de los aficionados que se hac<strong>en</strong><br />
merecedores <strong>del</strong> título de hooligans parec<strong>en</strong> estar tanto o más interesados<br />
<strong>en</strong> pelear que <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>ciar el partido de fútbol. Para ellos el juego consiste<br />
<strong>en</strong> la expresión de su machismo, ya sea <strong>en</strong> los hechos, derrotando a<br />
sus rivales o haciéndolos huir, ya sea simbólicam<strong>en</strong>te vía las canciones y<br />
temas que <strong>en</strong>tonan o mediante gestos y posturas intimidantes, llegando<br />
al <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to físico <strong>en</strong> casos extremos. Es probable que estos juicios<br />
sean también adecuados para describir el caso mexicano y otros casos.<br />
Lo cual lleva a p<strong>en</strong>sar que la relación fútbol y masculinidad es de un ord<strong>en</strong><br />
universal urbano contemporáneo. En el contexto <strong>del</strong> concepto <strong>del</strong> proceso<br />
civilizador nos permitiría hacer la hipótesis de que <strong>en</strong> México y otros países<br />
latinoamericanos el proceso civilizador no ti<strong>en</strong>e las cualidades que<br />
se supone pres<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> Inglaterra, según la lectura de Elias y Dunning.<br />
Y por otra parte, el fútbol no está asociado con la misma sociogénesis<br />
inglés, allá fue una construcción de clubes de caballeros <strong>en</strong> búsqueda<br />
de una sociedad igualitaria que permitiera el diálogo sin viol<strong>en</strong>cia. No<br />
es el caso mexicano, acá la sociogénesis <strong>del</strong> fútbol es distinta, nac<strong>en</strong> los<br />
clubes como empresas religiosas, comerciales, gremiales. Todo un tema<br />
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INGENIERÍA EN COMUNICACIÓN SOCIAL DEL DEPORTE<br />
LUIS JESÚS GALINDO CÁCERES