MESA 014
Dedicamos nuestro próximo número a las legumbres, tan importantes en la nueva cocina y en la culminación de un gran plato, y tan olvidadas por los consumidores. Su riqueza nutricional, las mejores formas de cocción y las recetas de los grandes chefs.
Dedicamos nuestro próximo número a las legumbres, tan importantes en la nueva cocina y en la culminación de un gran plato, y tan olvidadas por los consumidores. Su riqueza nutricional, las mejores formas de cocción y las recetas de los grandes chefs.
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| reportaje |<br />
Representan<br />
este año el tema<br />
principal de la<br />
Organización de<br />
las Naciones<br />
Unidas para la<br />
Alimentación y la<br />
Agricultura (FAO)<br />
en el esfuerzo<br />
para paliar la<br />
desnutrición y la<br />
pobreza.<br />
Lentejas, guisantes, garbanzos, judías... ¿Qué<br />
tienen en común? Son semillas guardadas en<br />
los vegetales que forman parte de la familia<br />
de las leguminosas y, por tanto, son conocidas<br />
como legumbres. Comenzaron a cultivarse<br />
hace unos 10.000 años, allá por el Neolítico,<br />
cuando el ser humano inventó la agricultura<br />
como complemento de la caza para la obtención<br />
de alimentos.<br />
Desde su aparición, diversas culturas mostraron<br />
interés por la siembra de las legumbres.<br />
Por ejemplo, la civilización egipcia adoraba<br />
las lentejas y las trataba con esmero, tendencia<br />
que más adelante fue adquirida por los romanos.<br />
De hecho, algunos escritos narran que,<br />
durante la época del emperador romano Calígula,<br />
un barco que trasladó un obelisco desde<br />
Egipto a Roma también cargaba unas 800<br />
toneladas de lentejas. Por otra parte, en las<br />
culturas precolombinas de México y Perú, las<br />
judías eran empleadas en los trueques como<br />
moneda de cambio, además de como sustento<br />
alimenticio. Asimismo, las judías se trasladaron<br />
a Europa tras la llegada de Cristóbal Colón<br />
a América.<br />
En España<br />
Desde su introducción en la Edad Media y<br />
hasta la actualidad, las legumbres son fijas en<br />
la lista de compra de los españoles. Siempre<br />
hay en la despensa un paquete de garbanzos,<br />
judías o lentejas, con los que se cocinan algunos<br />
de los platos españoles más tradicionales;<br />
los que llevan impregnados en su olor<br />
y sabor aquello que enuncia ‘como en casa<br />
en ningún lado’. Y es que el potaje, el cocido<br />
o las lentejas estofadas son creaciones culinarias<br />
hogareñas con el sello made in Spain,<br />
cuya personalidad es difícil de encontrar más<br />
allá de nuestras fronteras. Las legumbres se<br />
han convertido en titulares indiscutibles de<br />
la famosa dieta mediterránea debido a su alto<br />
contenido en nutrientes y su bajo aporte de<br />
grasas (poco más del 1% en la mayoría de los<br />
tipos). Además, su porcentaje de proteínas<br />
(aproximadamente el 25%) las afianzó en el<br />
pasado como alternativa proteica en poblaciones<br />
donde escaseaba la carne. Son una importante<br />
fuente de energía, al estar compuestas<br />
en un 60% por hidratos de carbono. Por otro<br />
lado, las proteínas de origen vegetal son uno<br />
de sus fuertes, y también contienen fibra, minerales<br />
(hierro, magnesio y calcio) y vitaminas<br />
(niacina y ácido fólico en los garbanzos y<br />
B6 en judías y lentejas). Con lo anterior, los<br />
especialistas aconsejan tomar dos o tres raciones<br />
por semana de legumbres.<br />
Tipos<br />
En nuestra pirámide alimenticia se han abierto<br />
paso un amplio abanico de legumbres: guisan-