| 5 cosas que me gUstan de... | 5 cosas que me gustan del... ACEITE DE OLIVA El aceite de oliva es una de las principales señas de identidad de la cocina española. Su sabor es más que reconocible más allá de nuestras fronteras y es protagonista en nuestros fogones día a día, de una forma u otra. En el pasado, hace milenios, se consideraba a su árbol máter, el olivo, símbolo de sabiduría, paz y prosperidad… Así que con eso está todo dicho… Bueno, casi todo…
| 5 cosas que me gUstan de... | Su historia Erudito y pacífico. Manantial de bienestar, alimento y prosperidad. Así conceptúa la mirada humana al olivo desde hace milenios, cuando sus hojas comenzaron a moverse en los cultivos de las primeras civilizaciones mediterráneas y de Oriente Próximo. Primero fueron los fenicios los que extendieron la plantación de este árbol ancestral hacia Italia, Grecia y la Península Ibérica por medio de las vías comerciales. Siglos después, los romanos se toparon con vastos cultivos de olivo, y como buenos comerciantes que eran, no desaprovecharon la oportunidad de producir aceite y venderlo desde Hispania hacia el resto de su territorio occidental. Lo hacían por medio de los ríos (Ródano, Alto Danubio, Garona y Rin) como así confirman las ánforas empleadas para su transporte. Desde entonces el olivo quedó arraigado a la agricultura mediterránea y comenzó a desarrollarse, con la sucesiva incorporación de avances en la producción del aceite de oliva, hasta convertirse en uno de los principales productos del comercio actual. Su polivalencia culinaria El aceite de oliva tiene la matrícula de honor en el campo de los aceites vegetales y es una pieza clave en el engranaje de la dieta mediterránea. Se podría decir que es imprescindible. Por ejemplo, no se entiende el aliño de una buena ensalada sin su correspondiente chorrito de aceite de oliva. Además, se aplica en la elaboración de diferentes salsas como la mayonesa o el alioli, en vinagretas y también se toma untado con pan… ¡Hay que felicitar al inventor de esa combinación tan deliciosa que tanto gusta a los españoles! Por otro lado, las cuatro principales variedades de aceites son: hojiblanca, picual, arbequina y cornicabra. Cada una tiene sus rasgos distintivos. Como orientación, la hojiblanca, por ejemplo, es intensa e ideal para consumir en crudo, mientras que el aceite picual es más adecuada para freír o guisar. Sus favores a la salud ¡Atención! Que si por casualidad (porque tendría que ser mucha casualidad) no confiamos en el aceite de oliva, aquí van algunas muestras de su generosidad con nuestro organismo. Previene las complicaciones cardiovasculares, baja el colesterol, lucha contra el estreñimiento y facilita la digestión, mineraliza los huesos… Un stop aquí. Al fortalecer los huesos, su consumo es importante tanto en la etapa infantil (para crecer sanos) como en la etapa adulta (para evitar la pérdida de calcio). Una vez hecho el inciso, concluyamos con el último de sus grandes beneficios: su alto valor antioxidante que alarga la vida de las células y dificulta la aparición de cáncer. Cabe tener en cuenta que los tipos de aceite virgen y virgen extra son los que menos alteraciones reciben en su elaboración, por lo que mantienen una alta carga de sus propiedades iniciales. Por último, se recomienda tomar tres cucharadas de aceite diarias, lo equivalente a 50 gramos. Que nos pone guapos Tu cabello resplandecerá y se mantendrá saludable si te aplicas una mascarilla a la semana de aceite de oliva. Sirve para borrar el maquillaje y aplicado tras una depilación nutre la piel, dando un aspecto más fresco. Si se mezcla con zumo de limón y se extiende por las uñas, verás como las fortalece. También tiene propiedades antisépticas, por lo que puede curar algunos leves daños en la piel. Sus truquillos Sí, el aceite de oliva es un poco ‘pilla’ y puede solucionarnos algún que otro problema casero. Por ejemplo, al cocer la pasta, un poquito de aceite de oliva ayuda a que no se pegue, por lo que, aquellos que llevan años y años intentando que esto no ocurra, ya tienen un remedio. Por otro lado, a la hora de aliñar una ensalada, primero se deben echar la sal y el vinagre, y luego el aceite. Esto se explica porque es más denso, así que si lo añadimos en primer lugar no dejará pasar de la superficie a los otros invitados al aliño. También, la carne marinada en aceite de oliva quedará más sabrosa a la hora de cocinarla, además de facilitar la combinación de hierbas aromáticas y especias. Asimismo, el aceite de oliva le tiene mucho cariño a la lechuga y cada vez que la ve la abraza, así que usa este vegetal para limpiar los excesos de aceite en un plato. Por último, algo que deberías recordar para siempre: no hay nada mejor que un aperitivo untado con un poco de ajo y aceite. Mesa Abierta