MESA 012

| nutrición y balance saludable |
En el trono
de las plantas
l a s b o n d a d e s d e l a l o e v e r a
Desde tiempos ancestrales el aloe
vera ha sido venerado por sus poderes
curativos y cosméticos. Procedente
de África, a lo largo de los siglos
sus provechosas aplicaciones han
surcado todo el globo terráqueo
sin dejar atrás ningún continente,
hasta asentarse en los hogares en
la actualidad e incluso inmiscuirse
sigilosamente en las cocinas…
Mágica, mística, y… polivalente. Así es el aloe vera, una
planta con una energía que parece celestial y que la convierte
en multifunción. En cosmética, es magnífica para el
cuidado de la piel y el cabello; en salud, es un remedio muy
efectivo en la cura de diversos trastornos; en decoración,
alegra las sensaciones de cualquier habitación, mientras
que en gastronomía aporta nuevos matices que animan a la
experimentación culinaria. El aloe vera crece de forma natural
principalmente en zonas desérticas de África, ya que
no necesita excesiva agua para sobrevivir, aunque también
se manifiesta en regiones secas de otros continentes. Puede
alcanzar los dos metros de altura, aunque la media se sitúa
entre los 60 y los 90 centímetros. Sus hojas, entre unas 12 y
16, llegan al medio metro de largo y contienen púas. Su olor,
muy característico, es cándido y placentero.
Un poco de historia
El valor medicinal y cosmético del aloe vera fue identificado
en épocas pretéritas de la humanidad. Los egipcios la
denominaban la ‘planta de la inmortalidad’ y la utilizaban
para embalsamar a los faraones, mientras que Cleopatra la
introducía en sus terapias de belleza. Los romanos extendían
gel de aloe vera sobre las heridas de los guerreros para
mejorar la cicatrización, misma razón por la que Cristóbal
Colón siempre llevaba un cargamento de esta planta en sus
duraderos viajes. Dioscórides, médico griego que vivió hace
unos 2000 años, habló en un tratado sobre farmacología de
las divinidades del aloe vera para el tratamiento de las heridas,
insolaciones, inflamación de encías, dolores articulares,
problemas estomacales e intestinales, alopecia, acné,
etc. A pesar de lo anterior, el poder terapéutico del aloe