MESA 012

| DESTILADOS del mundo |
Fue en Florencia donde tuvo lugar la creación
de nuestro querido NEGRONI, entre 1920 y
1925, época en la que esta bella ciudad italiana
daba cobijo a la aristocracia de la alta sociedad
del país que se reunía en los más espléndidos
locales para pasar la tarde y conversar de política.
Uno de los aristócratas más fieles a tales
reuniones era el conde Camilo Negroni, un elegante
señor de gustos fijos que tenía por rutina
tomar cada tarde su americano, preparado y servido
por el barman del café casoni, el señor Fosco
Scarselli. Después de varios años tomando
la misma refrescante bebida, el conde decidió
que era hora de variar su bebida sin perder la
esencia de aquellos sabores primarios que tanto
hacían disfrutar a su paladar, así que lo comentó
con su barman al cual se le ocurrió agregar una
parte igual de gin a las dos anteriores del americano.
Al probarlo el conde quedó satisfecho ya
que Fosco había logrado aquello que él buscaba;
había logrado una mayor graduación alcohólica
en su bebida sin endulzarlo y respetando la mayor
parte del sabor del tan adorado cóctel que
durante muchas tardes le hizo compañía en sus
reuniones. El barman Fosco Scarselli puso el
nombre de su mejor cliente e inspiración a su
nueva creación: el NEGRONI.
INGREDIENTES:
1/3 de Campari
1/3 de Vermout Rojo
1/3 de Gin
Soda al gusto (opcional)
Una rodaja o corteza de naranja
(opcional: una guinda de marrasquino)
PREPARACIÓN:
Utilizamos un vaso de tipo old fashion en el que
pondremos tres piedras de hielo, antes de agregar
alguno de los ingredientes y utilizando una
cuchara preferiblemente de coctelería; removemos
el hielo para enfriar el vaso, desechando el
agua resultante. Una vez el vaso frío, ponemos
campari, vermout rojo y gin a partes iguales, removemos
de nuevo con ayuda de la cucharilla y
agregamos la corteza de naranja (y la guinda si
hemos decidido utilizarla). Lo servimos con soda
aparte y un removedor.
Rubens García
Maestro Coctelero