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Literatura

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Salvador Allende y Fidel Castro<br />

En aras del intelectual-revolucionario Fidel Castro, los intelectuales arrearon<br />

sus banderas: “no veo otra salida para nosotros, en este continente y en un proceso<br />

revolucionario de este tipo, que el de colaborar, con la máxima eficiencia y la<br />

adecuada modestia, en un proceso que no está en nuestras posibilidades dirigir”.<br />

Lo cual implica “cierto renunciamiento a una libertad de maniobra sin límites<br />

prefijados y, por lo menos en forma transitoria, el reconocimiento de una disciplina<br />

total donde las dudas queden postergadas por la confianza”. “Un intelectual,<br />

ahora, no tiene más posibilidades de poder que un machetero, un conductor de<br />

camión o un soldado”.<br />

Así, los intelectuales inventaron a Castro y le ofrendaron su poder creativo a<br />

los objetivos terrenales de la revolución. Lo dijo sin dobleces Carlos Fuentes en<br />

los sesentas, cuando los escritores progresistas mexicanos quedaron deslumbrados<br />

con la revolución cubana como una extensión posible de las banderas radicales<br />

de la revolución mexicana. Cuenta el escritor chileno José Donoso en Historia<br />

personal del boom que Fuentes le dijo en un viaje a Concepción —a una reunión<br />

de intelectuales latinoamericanos que cubanizó la creación literaria— que “después<br />

de la revolución cubana él (Fuentes) ya no consentía hablar en público más<br />

que de política, jamás de literatura; que en Latinoamérica ambas eran inseparables<br />

y que ahora Latinoamérica sólo podría mirar hacia Cuba. Su entusiasmo (de<br />

Fuentes) por la figura de Fidel Castro en esa primera etapa, su fe en la revolución,<br />

enardeció a todo el congreso de intelectuales”.<br />

El entusiasmo que refirió Donoso llevó a Fuentes, junto con Pablo Neruda, a<br />

convencer a Alejo Carpentier que no leyera en el congreso su ponencia “Elementos<br />

mágicos en la literatura del Caribe” sino que en su lugar “improvisara algo<br />

bastante soso sobre las reformas educativas de Fidel Castro”. Para Donoso, una de<br />

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