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Quid Numero 71

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Entrevista<br />

ocho<br />

Romper el molde<br />

Cálida, bella y elocuente, INÉS ESTÉVEZ habló con <strong>Quid</strong> de su nuevo proyecto musical, al que definió<br />

como su mayor pasión en el presente. Una actriz y cantante que no teme penetrar en otros géneros<br />

artísticos y que disfruta del paso del tiempo, gracias a una actitud, alguna vez definida como “incatalogable”<br />

–¿Cómo definiría su nuevo proyecto musical? ¿Apunta<br />

a un público determinado o no tiene nicho? Es raro<br />

intentar definir algo en mi vida. En general, el término<br />

definición está demasiado asociado a “definitivo”. Para mal y<br />

para bien, no encajo del todo en ningún casillero. Recuerdo<br />

cuando empecé a actuar, hace casi treinta años, y una periodista<br />

me definió como “incatalogable” (risas). En cuanto a la<br />

POR Nancy Giampaolo<br />

música, obviamente la base es el jazz, que constituye el pilar<br />

desde el cual se generaron todos mis otros gustos musicales.<br />

Lo que hacíamos con el dúo Estévez & Malosetti tenía un<br />

corte más tradicional, que respondía a los standards de jazz<br />

que los padres de ambos consumían. Ese producto atraía<br />

gente grande y muchas parejas, porque estaba apoyado en el<br />

romanticismo. En este caso, me inclino más hacia la sensua-<br />

lidad, lo cual incluye también al público joven, y parto desde<br />

la misma base hacia sitios relacionados al swing, al soul, al<br />

blues, el rock reversionado, además de música de los 70 o de<br />

los 50, que guarda una modernidad increíble. Es música escuchable<br />

por cualquier generación. Para la zona suave voy a<br />

algún clásico complejo armónicamente, la bossa o incluso un<br />

bolero con base de jazz. A veces pienso en bajar un poco por<br />

América Latina y brindarle ese sonido a alguna composición<br />

uruguaya o argentina contemporánea, con delicadeza y respeto<br />

por los originales. En realidad, me gustan mucho el soul,<br />

el jazz mezclado con el funk sin llegar al acid de los 80, el<br />

smooth jazz y todo los 70. Pero podría cantar un fino folclore<br />

también. No hay límites. Quién sabe. Esto recién empieza<br />

y lo más importante es expresarse mediante lo que más me<br />

resuena y ser genuina.<br />

–¿Descubrió la música después de la actuación? Fue<br />

a la inversa. La música formó parte del acervo familiar. Mis<br />

primeras vocaciones fueron la música y la literatura. Solo<br />

pude estudiar danza clásica porque había una escuela municipal<br />

en Dolores comandada por maestras del Teatro Argentino<br />

de La Plata, pero no conseguí a nadie que me enseñara<br />

música de modo eficaz. Y me abrí paso con la actuación<br />

como una manera de plasmar la creatividad. En mi caso,<br />

actuar no necesitaba de técnica, sino que era intuitivo y el<br />

único instrumento necesario estaba muy a mano: yo misma.<br />

Mi padre adoraba el jazz y tocaba instrumentos de oído,<br />

mi madre es amante de la lírica, mis dos hermanos varones<br />

tocaban la guitarra, uno fue DJ, y gracias a la danza yo apreciaba<br />

la música clásica. Los asados del domingo eran con la<br />

trompeta de Louis Armstrong de fondo, lavar los platos<br />

del mediodía era con un programa de radio, donde pasaban<br />

arias de La Bohème entre otras, y las noches de verano en<br />

el Winco sonaban Debussy, Schumann o Bizet. Sumale<br />

a Queen, Beatles y la mejor música brasileña que corría por<br />

cuenta de mi hermana, con Jobim a la cabeza. Mis primeros<br />

premios fueron en teatro por comedias musicales, a los 20<br />

canté en una banda de funk y luego grabé algunos temas<br />

para bandas sonoras de films.<br />

–¿Encuentra grandes diferencias y/o similitudes entre<br />

subir al escenario como cantante y como actriz? Como<br />

actriz tenés la protección de la ficción, no sos vos la que está<br />

allí, es el personaje. Cantar es más expuesto porque sos vos<br />

misma y tu alma a la vista. Se compensan porque actuar<br />

requiere de una disciplina y un rigor supremos, mientras que<br />

cantar conlleva una bohemia hermosa con la que me identifico.<br />

–¿Qué condiciones tiene que reunir una pieza o canción<br />

para que le gusten? ¿Es fan de algún músico? Todas las<br />

buenas composiciones que me hagan erizar la piel o mover la<br />

cadera o la cabeza, no importa el género. No soy fan. No sigo<br />

ciegamente a nadie. Adhiero a composiciones que me hacen<br />

vibrar, unas más que otras. Pero no tengo favoritos.<br />

–Al margen de la relación que tuvieron, ¿qué aprendió<br />

del músico enorme que es Javier Malosetti? Fundamentalmente<br />

me dio confianza en mí misma, apreció mi<br />

estilo antielaborado, me puso al frente de su banda, recorrí<br />

de su mano cincuenta shows en un año y me explicó que no<br />

hacía falta saber música para hacerla. Lo que me percato que<br />

aprendí de cero es cómo producir el propio proyecto y llevarlo<br />

adelante, lo cual era impensable para mí. Yo no planeaba dedicarme<br />

a esto y aquí estoy. Es mi mayor pasión actualmente.<br />

–¿Se ve combinando actuación y canto, por ejemplo, en<br />

una película? ¿Por qué no? En teatro he hecho musicales.<br />

No es el género que más me atrae, pero en cine he cantado<br />

en las bandas sonoras de dos películas que protagonicé. Eso<br />

me gustaría más.<br />

–¿Cómo se conciben sus shows? ¿Qué encuentra alguien<br />

que nunca la haya ido a ver aún? Spell, supongo.<br />

Aquella gracia sincera de la que hecho mano cada vez que<br />

me expongo, algo muy propio de los que somos del interior,<br />

la empatía de mostrarse como uno es, pero abierto por completo.<br />

Y una banda que se suena todo, un trío con personalidad<br />

propia que te hace mover el espíritu y los pies al ritmo<br />

de una onda imparable. Temas fáciles de escuchar, ciertas<br />

sorpresas y un show ágil.<br />

–Saliendo un poco de la música. Muchas veces habló<br />

de no sentir el peso de la edad. ¿Cuál es el secreto o<br />

cuáles son los secretos? No hay secretos. No sé. No tengo<br />

una vida típica. No me recibí a los 20, me casé a los 22, tuve<br />

hijos a los 23 y a los 40. Vivo el nido vacío. Empecé a actuar<br />

a los 19, a sentirme apta para ser madre a los 40. Podría no<br />

haberlo sido y ser feliz igual. He tenido importantes<br />

convivencias, tuve hijas a los 46. En 2005 dejé una carrera<br />

prolífica en la actuación que retomé a fines del 2013. En el<br />

medio, publiqué mi primera novela, este año voy por el<br />

libro de poemas y más adelante me dedicaré a la segunda.<br />

Diseñé un nuevo sistema de aprendizaje de la actuación<br />

que estoy implementando como docente desde hace diez<br />

años. Dirigí teatro, estoy haciendo un unitario para Polka,<br />

El Maestro, que gira en torno al mundo de la danza, voy a<br />

participar de una serie para Netflix, a fin de año haré una<br />

película. En 2015 empecé a cantar jazz y en 2017 me lancé<br />

como solista y productora de mi propio proyecto. No<br />

duermo a horario, no hay un día igual a otro, me alimento<br />

desparejo, me acuerdo de mi aspecto cuando me enamoro o<br />

cuando tengo que pararme frente a una cámara y salgo<br />

corriendo a comprar cremas. El tiempo pasa para todo el<br />

mundo. Lo único que me importa es la armonía, no solo<br />

física sino en todos los planos. Adherir a mi sino. Y ser feliz,<br />

el único deber que tenemos como seres humanos<br />

Inés Estévez se presenta el sábado 19 de agosto<br />

en Bebop. Moreno 364, CABA<br />

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