Quid Numero 71

Turismo
internacional
Miami
En la eterna primavera
POR Horacio de Dios
Noble español, nacido en 1460 al norte de Valladolid en Castilla,
se destacó como militar y participó en la reconquista de
Granada y luego, como natural consecuencia de su espíritu
aventurero, llegó a América cumplidos los 40 años, recalando
primero en el actual Puerto Rico y descubriendo, más tarde,
La Florida. Los 52 años lo encontraron casado y dueño de
una fortuna. Entonces, comenzó a buscar la Fuente de la
Eterna Juventud, objetivo que dejaría de lado por falta de
datos. Mientras muchos perseguían el oro, él deseaba lo que
no tiene precio: retroceder el calendario.
Don Ponce De León, explorador empecinado, pasó también
por las Islas de Bikini, en Las Bahamas. Se anticipó así
a los cruceros que parten hoy del Puerto de Miami, a solo 53
millas, casi la mitad de la distancia que la separa de Cuba.
Durante los años de la Ley Seca (1920-1933), esa zona fue el
destino más concurrido por los contrabandistas de alcohol y
por pescadores audaces, como Hemingway, o románticos,
como Gary Hart, quien perdió su candidatura presidencial
por una escapada de fin de semana en un tiempo que no
existían las redes sociales ni Instagram.
El castellano, aunque no aceptara el Copyright de la Fuente
de la Juventud, acertó en la promoción de Florida. En tierra
firme pudo ser un adelantado, cuando recorrió lo que es hoy
nos llevaban a Roma y ahora, a Miami. En términos demográficos,
es el cuarto estado en Estados Unidos, con dieciocho
millones de habitantes, solo superado por California, Texas
y Nueva York. En superficie es un poco mayor que nuestra
provincia de Córdoba, también “siempre de temporada”. La
clave está en el insaciable camino de la juventud, como lo sabía
su descubridor intuitivamente. El horizonte se adelanta al movernos
y en Miami el movimiento se despierta andando. Por
esa razón siempre hay algo nuevo para ver y experimentar. Un
ejemplo es la propia fisonomía de la ciudad, donde se multiplican
sus versiones de renacimiento y transformación.
¿Quién recuerda lo que era South Beach, cuando se estrenó
Miami Vice (1984-1989)? Era un lugar ruin, con hoteles que
se caían solos. Con las peripecias de Don Johnson y sus
trajes de moda lo mismo que sus autos, se transformó en el
paraíso del Art Deco y en el escenario adecuado para Gianni
Versace y su increíble casa sobre el mar.
No muchos años antes, a consecuencia de la Revolución
Cubana, nació la Little Havana, donde los exiliados siguen
jugando al dominó, armando sus legendarios cigarros y
tomando el pocillo del café tan pequeño como dulce y
cargado. Estaba muy próxima a los jardines de Vizcaya y a la
pequeña Venecia, que hoy perdió su encanto devorada por
las gigantescas torres de Bickell que también amenazan con
dejar de lado el valor turístico de la calle Ocho y sus tradiciones.
Aunque Gloria, la nieta recién nacida de unos inmigrantes
asturianos en La Habana, se convirtiera en una de las
mayores estrellas musicales y con su marido Emilio Stefan
hiciera internacional el Miami Sound Machine.
Del SOM al condominio y mucho más
Los recientes cambios, del presidente Obama al sucesor
Trump, no alteraron esas corrientes constantes y el fenómeno
musical, que reflejó el documental del director alemán Wim
Wenders, ha crecido. Un ejemplo de esa vitalidad es el Pamm
(Perez Art Museum) inaugurado en el 2013 frente a la Bahía
de Biscayne, que es una obra de Herzog y De Meuron,
también ganadores del Premio Pritzker, considerado equivalente
al Nobel de Arquitectura. No es frecuente un apellido
español pero Jorge Pérez, nacido en Argentina en 1949, se
transformó en uno de los desarrolladores más importantes de
Miami. La BBC se hizo eco del elogio del Wall Street Journal
el punto de partida a las Estrellas, en Cabo Cañaveral, o en
la deliciosa Costa del Golfo, en Fort Myers, donde pasaría
sus vacaciones mucho después el futuro inventor Thomas
Edison, autor material de la lámpara eléctrica, entre otros.
Con el auge del turismo temático, constituye una buena idea
seguir los pasos de Ponce de León y de sus continuadores
españoles, ingleses, y también de los piratas, pioneros buscando
al sol. Muchas calles llevan su nombre como reconocimiento
y porque, quizás, es la versión actual de la Fuente de
la Juventud, estar siempre tostada y en bikini, por un regalo
geográfico.
Florida está al borde del Caribe y, a pesar del acotado riesgo
del cinturón de huracanes (de junio a noviembre), tiene la
ventaja de tener una primavera de todo el año, mientras, al
norte, el clima abunda en inviernos fríos con nieve, vendavales
y otros disgustos, sin contar la gripe y los resfríos.
Como muestra basta un multiplicado botón: el gran escritor
Isaac Bashevis Singer, nacido en Polonia en 1903 y
quien vivió muchos años en Nueva York, comenzó a pasar sus
inviernos en Miami, donde murió a los 87 años, después de
haber obtenido un Premio Nobel en 1978.
Florida, desde 1502 hasta el 2017, ha multiplicado su número
de atracciones y de visitantes. En la antigüedad todos los camique
lo llamó el “Rey de los Condominios” y Forbes lo incluyó
entre los quinientos hombres más ricos del mundo.
Esta historia tiene una moraleja que regresa hasta el pequeño
pueblo de Santervas del Campo, donde nació Juan Ponce de
León, el 8 de abril de 1460. Entonces tenía solo 132 pobladores.
Quinientos años más tarde, en el homenaje a su paisano,
hay menos habitantes. De haber seguido su ejemplo, aunque
no hubieran encontrado la soñada Fuente, hubieran aprendido
mucho en el camino
TESTIMONIO PERSONAL
Horacio de Dios
La rutina del cambio
No me pregunto qué hay de nuevo, cuando vuelvo a Miami cada
vez con más placer. Casas más, casas menos, me pasa lo mismo
que en Nueva York. La rutina es el cambio y la enseñanza de
que el fracaso es la mejor manera de tener éxito.
Por eso, uno de mis paseos preferidos comienza por Lincoln
Road, donde puede apreciarse el trabajo de Carl Fisher (1874-
1939), considerado uno de sus padres fundadores, al dragar la bahía
de Biscayne y crear esta peatonal que pretendía competir con
la Quinta Avenida de Manhattan. La isla que lleva su nombre es el
lugar preferido de ricos y famosos, Susana Giménez, entre ellos.
El pionero del boom de 1920 cayó durante la crisis de 1929. Una
suerte parecida corrió su creación, muy cerca de donde tuvo
su restaurante Alfonso Capone. Pese a tener a Saks como
una tienda base, el paseo peatonal cerró su recorrido, siendo
remodelado en la década del 60. Debe tenerse en cuenta que se
trató del primero de este tipo y que se necesitó de mucho tiempo
para alcanzar el éxito. Sin embargo, Fisher, lo mismo que Ponce
de León, fue un notable ejemplo del empeño en buscar la Fuente
de la Juventud.
Hoy, entre otros ejemplos, tiene tres edificios notables que
alimentan las revistas de arquitectura de todo el mundo. Uno de
ellos es el 1111 Lincoln Road, abierto en 2010 y obra de los suizos
Herzog y De Meuron. Otro es del canadiense Frank Gehry, que
había cambiado la fisonomía de Bilbao con su Guggenheim y que
hizo lo propio en Miami con el New World Symphony, inaugurado
en 2011 siguiendo la Sinfonía del Nuevo Mundo, del checo
Antonin Dvorák. Se destaca también el Syline, nuevo proyecto
del inglés Norman Foster en asociación con Alan Faena.
También, como en los colegas anteriores, Premio Pritzker.
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