Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Conservatorio Nacional de Música 13<br />
departamentos como el del literatura, de<br />
tradición oral u otros del INC trabajaban<br />
en el anhelado mapa cultural del Perú. Tú<br />
entenderás que eso para mí era... ¡Qué<br />
decirte...! (asombrado), el Perú es para mí un<br />
monstruo infinito y necesitarías cientos de<br />
años para hacer un mapa cultural, pues es un<br />
país culturalmente inagotable, pensaba.<br />
- Entonces, antes de emprender el<br />
estudio de los instrumentos, tuvo su<br />
incursión en el ámbito de la música<br />
eclesiástica.<br />
Si, para esta incursión por suerte conocí a un<br />
sacerdote argentino que andaba buscando<br />
referencias de una danza que había visto en<br />
todas partes, desde México hacia el sur, y<br />
no había noticias de esta danza en el Perú,<br />
cosa que nos parecía rarísima porque el Perú<br />
era para nosotros –como extranjeros– un<br />
compendio cultural de América, donde<br />
estaba todo. Junto al sacerdote fuimos por<br />
los conventos, yo haciendo lo mío y él en su<br />
búsqueda. En esas conversas, curiosamente<br />
supe que era capellán militar, o sea pertenecía<br />
al ejército y que gracias a ello podíamos entrar<br />
a los conventos; de otro modo yo no lo habría<br />
logrado. En Argentina había una dictadura<br />
que ni te digo... y en Chile ya habíamos<br />
“incorporado” nuestro país al sistema de<br />
dictaduras que había en toda América latina.<br />
El capellán decía que apoyaba mucho a este<br />
gobierno (de Perú) y que el ejército era una<br />
institución muy razonable, yo con ánimos<br />
de decirle algo...naturalmente mejor ni una<br />
palabra pues ¿no?<br />
Volviendo a la música, resulta que con el<br />
Concilio Vaticano II se terminó la historia de<br />
la música gregoriana, y cuando preguntabas<br />
en los conventos: ¿Hay música? te decían de<br />
inmediato: “No... antes había mucha música<br />
pero la botamos por que no servía para nada”,<br />
es decir que se dejó de cantar algunas obras<br />
por la misma normativa de la iglesia, aquella<br />
música “perdió” su funcionalidad. En otros<br />
casos decían: “Había muchas partituras, tantas<br />
que estaban llenas de tierra y humedad y los<br />
botamos”, así las iglesias botaron pergaminos,<br />
botaron himnarios, partituras y todo referente<br />
antiguo argumentando que “ahora se canta<br />
cosas mucho más bonitas”, ¡imagínate...!,<br />
estamos hablando de los años 70.<br />
El resultado de esta incursión entonces,<br />
está en que después de visitar tres meses<br />
(diciembre, enero y febrero) los conventos<br />
de Lima, hice un documento tipo artículo,<br />
un informe de investigación, que se publicó<br />
en el Boletín de Música de la Casa de las<br />
Américas del año 1975. Cuando se lo mandé<br />
a Argeliers León (Director del Boletín) a<br />
La Habana el año 1974, él estaba felicísimo<br />
porque lo encontró como algo rarísimo, rico<br />
en información para el contexto que vivía<br />
Perú. Mi artículo en esa revista trascendió<br />
hacia lectores de varios países.<br />
Pero yo creo que llegué hasta ahí por lo<br />
siguiente: cuando en el mes de diciembre<br />
supe que se proyectaba el mapa cultural del<br />
Perú, y que yo debía trabajar en ello, dentro<br />
de mí dije... “Pero yo de música popular<br />
no sé nada... yo no sé, no conozco cómo<br />
se baila la cueca... nunca he tenido idea de<br />
esas cosas”, y no porque no..., sino porque<br />
simplemente no había sido mi objeto de<br />
atención hasta entonces. Me cuestionaba:<br />
¿Qué hago entonces para subsistir en Perú y<br />
no quedar como alguien que nada sabe hacer?<br />
Inmediatamente le planteé al jefe: “Oye César,<br />
¿que te parece si yo hago algo sobre la música<br />
que no se ha hecho nunca, mientras ustedes<br />
Intérpretes de guitarras y charango (Ayacucho)