Entrelíneas 111

ENTREVISTA
Luego de que Balmaceda 1215 dejara de dar talleres
en el Liceo, Mariana comenzó a tomar clases en Concepción.
Primero con Alfredo Castro, con quien realizó
un curso de acuarela y luego con Macarena Soto, escultura,
con quien realizó uno de reciclaje artístico. Si bien
sus inicios en el arte fueron aquellos que su establecimiento
y la organización le ofrecieron, también quiso
por su propia voluntad ir más allá cuando esto cesó,
cimentando así su carrera dirigida por la autogestión,
la educación autodidacta y el espíritu emprendedor. .
Mariana Soledad tenía muchas ganas de estudiar artes,
pero su sueño se vio truncado por la limitada asesoría
del espacio educativo en el que estaba, quienes
solo la orientaban hacia el desarrollo de una pedagogía
ligada a las artes visuales, omitiendo las vastas posibilidades
que el mundo artístico ofrece. Por está razón y
ya habiendo finalizado sus estudios secundarios, es que
decide trabajar en la librería Colón, espacio que le permitió
adentrarse aún más en el mundo que ella quería
“lo bueno fue que me hice contactos con los artistas
visuales. Ellos iban a comprar sus materiales y conversábamos,
les preguntaba cosas y aprendía de sus conocimientos.
Incluso, muchos de ellos no se dejaban
atender por nadie más que no fuera yo. En parte porque
yo tenía la paciencia y el tiempo para encargarme
de lo que necesitaban. De hecho, por eso trabajo hasta
el día de hoy con Jeanette Fuentes, a quien conocí en
esa época y quien no se atendía con nadie que no fuera
yo”, comenta la artista.
EL RETORNO A LAS AULAS
Pasado un par de años, la entonces trabajadora, se
dio cuenta que no podía seguir en la librería. Se sentía
estancada, el sueldo no era muy bueno y su única cercanía
con el mundo artístico era a través de quienes iban
a comprar sus implementos de creación. Sinceramente,
estas condiciones le quedaron estrechas. De esa forma,
decidió dar fin a esa etapa laboral y adentrarse al mundo
académico, siempre ligado al área artística. Decidió
estudiar diseño de ambientes en Duoc “nunca quise
estudiar pedagogía, principalmente porque no quería
limitarme a estar en un aula, yo necesitaba crear y el
diseño me lo permitiría”.
Su estancia en Duoc no fue algo que pasó desapercibido,
a penas llegó a la carrera de diseño rápidamente
comenzó a hacer contactos y en tres tiempos ya estaba
trabajando para la casa de estudios “trabajé tomando
fotos para ellos y mis fotos siempre salían en el diario
con los créditos del Duoc...era frustrante, yo siempre
decía ‘algún día las fotos tendrán mi nombre’ y con el
tiempo, así fue. Ese momento fue genial”.
Además de ocuparse de las fotos, Mariana se desenvolvió
en el área de difusión de carreras, desarrollando
su cultivado aspecto social “me gustaba ir a los colegios,
ojalá de pueblos y les contaba de las becas y los
créditos que ofrecía la Universidad. También basado en
mi propia experiencia, porque yo estudié con el Crédito
del Estado, que ahora me arrepiento... pero igual en sí
es una posibilidad para estudiar “, cuenta entre risas.
Exposición que recopila el trabajo de Mariana.
Fotografía: Paola Valenzuela.
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