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Desperdicio

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-32-<br />

<strong>Desperdicio</strong><br />

Luis tenía sobre el resto de la escuadra. Lo imprescindible estaba en<br />

el maletín. Deserción, proponía aquel anchísimo sujeto.<br />

Con Goncalves fue otra cosa. Frontal y decidido asistí junto a<br />

Pablo a la reunión pautada con el congresista que, tal y como imaginé,<br />

estaba totalmente ajeno a la emboscada. De camino a la Asamblea,<br />

Pablo estuvo gruñendo insultos a su última amante estable<br />

—tenía más de dos meses con la muy pe…<br />

—Interesada, prostituta, marginal —decía con cierta congoja—,<br />

y pensar que la muy hija de puta hasta anteayer estuvo diciéndome<br />

mi amor. La verdad es que no entiendo cómo a estas alturas<br />

yo sigo creyendo en putas, todas putas… —y mientras decía y desdecía,<br />

intercambiaba ofensas con los otros conductores que compartían<br />

con nosotros el tráfico de la autopista.<br />

—Sólo cálmate e intenta concentrarte en lo que te dije —ro-<br />

cié—. Recuerda que esto es cuestión de unos instantes, y después,<br />

vamos y nos volvemos mie…<br />

Goncalves no opuso demasiada resistencia. Le interesaba bastante<br />

su reputación, y más aún en estos momentos de ambiente preelectoral.<br />

Al principio no comprendía lo que le decíamos, estaba<br />

aturdido ante la velocidad de mis palabras y los gestos amenazantes<br />

de Pablo, pero una vez aclarados los puntos, entendió con rapidez<br />

que no tenía alternativa. Además no le pedíamos la gran cosa, sólo<br />

debía aparecer entre los personajes que avalaran la empresa que “legítimamente”<br />

habría de ganar la licitación.<br />

El más sórdido de los Ascanio continuó supurando por la supuesta<br />

promiscuidad de su última amante. Eran las cuatro de la tarde<br />

y nos dirigíamos a una casa en Santa Mónica en donde un par de<br />

veces habíamos hecho negocio por unos gramos nada despreciables.<br />

Temprano para que se notara actividad. Una casa moderna, de<br />

aquella modernidad de la dictadura. Balcones cóncavos y relieves<br />

emulando tabiques de madera. Jardín al descubierto, y descuidado.<br />

Pintura de exteriores bastante añeja. Techo de concreto armado<br />

con salientes importantes y simétricas. Un árbol de mango, robusto<br />

y en flor.<br />

Esta vez, Pablo me dijo que lo acompañara al interior del mausoleo,<br />

y así lo hice.

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