Desperdicio
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<strong>Desperdicio</strong><br />
no es que no quiera trabajar, el peo es esta mujer, que parece que en<br />
vez de un niño, estuviera esperando un donante de corazón o algo<br />
así. ¿Tú me entiendes? O bueno —dijo iluminado— le puedo pedir<br />
el favor a Conrado, para que te acompañe en esas faenas, si así lo prefieres.<br />
—¿Cómo hacemos con los viejos? —pregunté haciendo caso<br />
omiso de la sugerencia—. Mañana hay que reunirse con ellos en La<br />
Valenciana, para ponerlos al tanto.<br />
—Echa el cuento, que yo te sigo la corriente —dijo despreocupado—.<br />
Total, después de unos whiskies, esos lo que quieren es<br />
parrandear, bueno, y Luis que tú lo barajas ahí, como tú sabes.<br />
—De todas maneras —con cara de poco convencido— hay que<br />
estar mosca, porque tú sabes que esos no son ningunos pendejos<br />
—y volviéndome en dirección a los documentos continué—. Voy a<br />
necesitar tu firma en cuatro cheques y en igual número de órdenes<br />
de pago, recibos y autorizaciones. Cada uno de estos pasos va a estar<br />
respaldado por su respectiva copia, así, cuando demos memoria y<br />
cuenta, mostramos las cifras y no hay suspicacia… en dos de las entidades…<br />
según y como se mueva el mercado paralelo… importante<br />
retener el interés…<br />
Empezaban las oportunidades para desviar recursos en mi<br />
favor. La ventaja de tener los fondos en dólares, sugería también<br />
una vigilia permanente de todos los movimientos. El ilegal juego de<br />
oferta y demanda promovido por las casas de cambio y la banca privada,<br />
que en vez de invertir en desarrollo, viven de la especulación,<br />
la trampa, el pisa y corre. Si sabes interactuar con estas fluctuaciones<br />
artificiales, alterando algunos datos en cuanto a la fecha de la<br />
operación, el dividendo no es tan nutritivo, pero no afecta el capital,<br />
y te mantiene en una pieza.<br />
Un buen día, Andrea y yo conversábamos al borde de una fuente<br />
vacía y con mosaicos incompletos:<br />
—Es maravilloso ese puente entre María y Juan Pablo —otro<br />
acertado ejemplo arrojado a la guillotina de la interpretación de<br />
Andrea—. Desea tanto esa comprensión, que idealiza lo que podría<br />
ser simple casualidad. Busca ese romance perfecto, y vive rondando<br />
la depresión, aunque hay siempre espacio para minúsculos momen-