Gaceta Franciscana No. 1

Por Alejandro Baeza Ochoa
“La afirmación de que todos los seres humanos somos hermanos nos obliga a
asumir nuevas perspectivas y desarrollar nuevas reacciones” con esta frase
iniciamos el capitulo 4 de Fratelli Tutti que nos hace reflexionar acerca de
nuestras reacciones antes nuestros hermanos que han caído en el camino y que
necesitan de nuestra ayuda; al momento que nos dicen que todos somos hermanos
nos replanteamos la idea de cómo tratarlos de una forma amable y amistosa, al
no estar acostumbrados a tratar a todas las personas que vemos en nuestros días
como hermanos y por lo tanto no estamos acostumbrados a ayudar a los demás.
“Cuando el prójimo es una persona migrante se agregan desafíos complejos”
esto como lo mecionaba anteriormente es un problema a la hora de tratar a
todos como hermanos ya que no estamos acostumbrados a ayudar a las personas
desconocidas que no este emparentados de sangre con nosotros o tengan alguna
relación especial con uno, suponiendo de este modo un desafio a la hora de forma
una comunidad fraterna.
No obstante, en la lectura se nos menciona que los más adecuado es que los
migrantes no salgan se sus países para no realizar migraciones innecesarias, pero
esto no sucede por las condiciones en las cuales se vive en su país; y para ello crear
en los países de origen mejores condiciones para el propio desarrollo integral, nos
corresponde respetar el derecho de todo ser humano de encontrar un lugar en
donde pueda satisfacer sus necesidades básicas y desarrollarse.
Pero aun así debemos de acoger, proteger, promover e integrar al migrante y
no dejarlo solo en el camino, Para ello es indispensable incrementar y simplificar
visados, los programas de patrocinio, corredores humanitarios, ofrecer alojamiento,
garantizar seguridad, acceso a servicios básicos, asistencia consular, entre otras
cosas.
“ S o m o s e l c o r a z ó n d e l u n i v e r s o ” 5 3