Revista Vegetus nº 47 (Abril-Junio 2023)

Piensa en verde
No a la comercialización de insectos en la Unión Europea
(Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura),
la Unión Vegetariana Española lanza la
campaña «No a la comercialización de
insectos en la UE».
A pesar de que el objetivo de la
Comisión Europea es caminar hacia
dietas más saludables, vegetales y
sostenibles, da luz verde a este tipo
de alimentos que ponen en duda la
sustentabilidad y el bienestar animal.
El consumo de insectos se ha postulado
como una de las mejores opciones
como alternativa a la carne animal
tradicional, ya que aporta una gran
cantidad de fibra, proteínas y micronutrientes,
requiere menos mantenimiento
que el ganado, emiten menos
gases de efecto invernadero y producen
niveles más bajos de amoniaco.
Sin embargo, la cría de insectos
sigue reproduciendo los mismos
patrones de explotación contra los
que se está luchando. Su producción
requiere el consumo de materias
primas, así como gasto de energía y
recursos naturales, pautas que nos
han llevado a la actual crisis climática
y a patógenos zoonóticos que han derivado
en enfermedades y pandemias.
Un camino todavía por explorar
Actualmente, la inclusión en Europa
de insectos y los productos derivados
de éstos ha destapado la necesidad
de un nuevo marco legal por los
problemas de seguridad alimentaria
que pueden llevar consigo.
La EFSA (Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria) es la encargada
de regularizar y aprobar la
comercialización y venta de insectos
de manera segura en el mercado, tras
pasar todos los controles pertinentes.
No obstante, la novedad de este
sector, la falta de investigación e innovación
al respecto y la una producción
a gran escala de este microganado
crea una atmósfera de inseguridad
en torno al riesgo microbiano.
Menos insectos, más vegetales
Todo lo que necesita el ser humano
para llevar una alimentación equilibrada
y saludable lo puede conseguir
a través de una dieta 100% vegetal.
La carne y sus derivados, así como
los insectos, son alimentos que
pueden quedar fuera del menú, pues,
nutricionalmente las fuentes vegetales
no tienen nada que envidiar a las
de origen animal.
Por este motivo, si desde los gobiernos
quieren un verdadero cambio
de paradigma en la alimentación,
deberían incrementar la inversión
en empresas que apuesten por la
innovación y los nuevos modelos de
alimentación, además de generarse
políticas que defiendan y protejan
aquella basada en vegetales, ya que
son mucho más saludables para la
población, más sostenibles para el
medioambiente y más respetuosas
con los animales.
Hay que tener en cuenta que,
aunque la entomofagia —el consumo
de insectos como alimento— está
totalmente normalizada y se lleve a
cabo en otros continentes como Asia,
África y América, en occidente, su
consumo genera un gran rechazo, ya
que choca frontalmente con la cultura
y tradiciones culinarias.
Este escenario que ya está teniendo
lugar, está provocando que los insectos,
o bien sean destinados como
piensos para el ganado, es decir,
otros animales de consumo se alimentan
de ellos, o que están siendo
inmiscuidos en alimentos procesados
como panes, pastas, sopas, bebidas,
etc., lo que fomenta actitudes
poco saludables de cara a una buena
alimentación.
No hay que olvidar que los productos
que contengan como ingredientes
insectos deberán ir correctamente
etiquetados y con la advertencia de
posibles alergias, pues algunas de
estas especies, están relacionadas con
ácaros, crustáceos y arácnidos.
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Revista Vegetus, abril de 2023
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