cartas a @ s europe @ s cartas al europe letterstotheeuropeans

las condiciones laborales; 5. y por último y paralelamente al desarrollo de un modelo alternativo, exigimos
unos derechos mínimos que mejoren nuestra situación laboral. Estos derechos están orientados a paliar
la actual desprotección que vivimos aquellas personas que alternamos periodos de trabajo precario con
periodos de formación y desempleo.
Pero la crisis también nos marca algunos de los ritmos. Es el tiempo de ser audaces y valientes, de
atreverse a realizar aquello con lo que antes sólo soñábamos. Es el tiempo en el que el viejo
mundo se desmorona, y debemos estar presentes para construir el nuestro. Hoy sabemos
que la institucionalidad puede asfixiar a los movimientos, pero que también sigue siendo
un espacio privilegiado de toma de decisiones, un lugar en disputa donde si abandonamos,
solo existe un vencedor.
La fuerza de los nuevos movimientos, incluido el 15 m debe residir en mantener un pie en los viejos consensos
y otro en los consensos por venir, un pie en la calle y otro en la institucionalidad. Porque el Estado sigue
siendo un espacio acumulativo de poder donde nuestra presencia puede inclinar la balanza a favor de las
mayorías sociales, no podemos permanecer ajenos a su disputa.
Este camino, sin embargo, no puede ser recorrido sólo desde nuestro país. La crítica no debe dirigirse a
Europa, sino al modelo neoliberal impulsado desde la élite financiera para Europa, que establece relaciones
de colonialidad entre los países del centro rico y los países del sur pobre del continente, condenados a la
precariedad, a salarios de miseria, a la transformación de sus ya deficientes instituciones de bienestar en
instituciones de caridad, y al pago de una deuda odiosa que asfixia, literalmente, a sus habitantes.
Con Europa, entonces, hay muchas cosas de las que hablar.
Tenemos que plantear una convergencia de luchas y demandas que consigan echar al mando neoliberal.
No hay proyecto europeo mientras mande el capital financiero. Si no conseguimos crear la alternativa al
neoliberalismo, Europa será una fragmentación entre el centro rico y la periferia.
22
Juventud Sin Futuro
solution to precarious working conditions; 5. Finally, and in parallel to the development of an alterna-
tive model, we demand minimum rights that might improve our employment situation. These rights are
designed to alleviate the current lack of protection to those who juggle between precarious work, training
and unemployment.
But the crisis marks some of our own rhythms. This is the time to be bold and brave, to dare achieving
what we had only dreamt of. This is the time where the old world falls apart and we must be
present to build our own world. Today we know that institutions can suffocate movements
but this is also a privileged space for decision-making, a place of important disputes that will
only have one winner if we abandon it.
The strength of new movements, including of the 15 M, must reside on an equilibrium that keeps one foot on
the old consensus and other on the consensus to come, one foot on the streets and the other on the institu-
tions. Because the state is still a space of power accumulation where our presence may make the difference,
tipping the scale in favour of the social majorities, we cannot be apart from this dispute.
However, this path cannot be done only in our country. Criticisms must not be directed to Europe but to the
neoliberal model prompted in Europe by the financial elite, which establishes colonial relations between
the rich central countries and the poor southern countries of the continent, condemned to precariousness,
to miserable wages, to transform their inefficient institutions of welfare into charity institutions, and to pay
an odious debt that literally suffocates its inhabitants.
With Europe, then, we have plenty to talk about.
We must create a union between the different struggles and demands that can stand against and defeat
the neoliberal control. There will be no European project as long as the financial capital dictates the rules. If
we cannot create an alternative to neoliberalism Europe will be a fragmentation between a rich centre and
a poor periphery.
23